Ciencia y Tecnología
En 2018 Rusia presentó a su nuevo y revolucionario robot humanoide. El único problema es que no era un robot
Si “IA” es un concepto tecnológico de moda, el otro es la robótica. Los robots humanoides, concretamente. Estados Unidos y China se han embarcado en una carrera por ver quién crea robots humanoides de consumo, pero cuando en 2018 sólo estaba Atlas dando saltitos, Rusia ya tenía un robot humanoide bailando y dando espectáculo.
Se llamaba Boris, pero había un problema: no era un robot.
Guerra Fría robótica. Hasta la reciente generación de robots, que han salido de los laboratorios y talleres para ponerse a competir incluso en pruebas deportivas, el gran referente de la robótica era Boston Dynamics. Por un lado, con Spot, el perro robot. Por otro, con un Atlas que hacía parkour y ejecutaba movimientos muy fluidos y calculados. Aunque propiedad de Hyundai, esos avances venían de Estados Unidos, y Rusia quería meterse en la conversación.
Así, en diciembre de ese 2018, algo ocurrió en el canal estatal Russia-24: un robot con pinta de astronauta y de nombre Boris salió a escena. Lo hizo en la ciudad de Yaroslavl, donde se acababa de inaugurar el Foro Anual de Ciencia y Tecnología Proyektoria destinado a promover la robótica y la tecnología entre los jóvenes. Era un evento importante, pues contaba con el respaldo del mismísimo Ministerio de Educación y Putin había asistido a versiones anteriores.

El prodigio ruso. Boris era una máquina, en el sentido figurado. Bailaba, hablaba, tenía sueños e ilusiones, afirmando que quería aprender composición musical y a dibujar, y fue tratado como una celebridad por el canal de televisión. Era el ejemplo más avanzado de la robótica rusa y parecía acabado. Atlas tenía cables colgando, Boris un casco, lucecitas y era un robot de película.
Hubo quien se empezó a preguntar cosas. Aparece en la hora 32 de este vídeo.
Sospechas. TJournal es una web de tecnología rusa y fue de los primeros en cuestionar la autenticidad del robot. Como recoge BBC, las preguntas eran bastante certeras:
- ¿Por qué no se ven sensores?
- ¿Cómo ha aparecido de la nada sin filtraciones previas?
- ¿Por qué nadie en Internet está hablando de algo tan avanzado?
- ¿Por qué algunos movimientos eran tan fluidos durante el baile?
- ¿Por qué la voz era tan robótica?
- Y lo más importante: ¿por qué era tan innecesariamente grande?
Pero lo más importante es que, más allá de las imágenes oficiales de Russia-24, a la que parecía preocuparle mucho que el país diera la sensación de tener ese avanzadísimo dispositivo, hubo otras imágenes. Tomadas por los asistentes, en algunas de esas fotos desde atrás se veía perfectamente un cuello humano asomando en la nuca de Boris. Pillado.
Carísimo disfraz. No hubo que investigar mucho: Boris no era más que un traje que se había puesto un operario. El traje se podía comprar. Si tenías 3.600 euros, podías comprar el modelo Alyosha a la empresa Show Robots, que también venía trajes de Iron Man o Robocop. De hecho, fue una agencia de medios fundada por un rival de Putin la que publicó algunas fotos con el actor poniéndose el traje.
¿Engaño? Naaah, una broma. Imagina el bochorno tras tirar de la manta. El vídeo se volvió viral y fue objeto de burlas, tanto que, unos días después de su publicación, Russia-24 lo eliminó de su canal de YouTube. Sin embargo, dos días después de la emisión original, lo resubieron y publicaron una entrevista con el periodista que había hecho la pieza.
¿La excusa? Que estaba seguro de que nadie se lo creería, ya que era como Papá Noel: un proyecto para los niños. El problema es que el periodista narró el reportaje original como si fuera la última maravilla tecnológica de Rusia. Los responsables de Proyektoria echaron balones fuera y dijeron que ellos nunca habían afirmado que ser tratada de un robot, que no iba con ellos la cosa y que los de Russia-24 no se enteraron de la película.
El problema es que hubo quien tiró de la manta y descubrió que Russia-24 ya había mostrado un robot militar falso. De hecho, en 2019 se repitió la jugada con otro robot realizando el saque inicial en un partido entre el FC Orenburg y el CSK de Moscú. Era otro hombre disfrazado y el vídeo es brutal.
El estado de la robótica rusa… En medios internacionales hubo quien se lo tomó a risa, como CBS afirmando que “independientemente de la intención, Boris no pasará a la historia como el ejemplo más bochornoso de las noticias falsas de Rusia”. Y este episodio lo recordamos porque, recientemente, Rusia ha presentado a AIdol, su primer robot humanoide. Ya salido… mal.
Con la banda sonora de ‘Rocky’ de fondo y con una cara de “por favor, qué hago aquí”, lo primero que ha hecho el nuevo robot ruso ha sido dar un par de pasos para caerse de bruces. La escena es comedia involuntaria de alto nivel, con el robot pataleando en el suelo y los empleados llevándoselo y tapando el escenario con una gran tela negra.
Al menos, AIdol es real.
Imágenes | ПроеКТОриЯ
–
La noticia
En 2018 Rusia presentó a su nuevo y revolucionario robot humanoide. El único problema es que no era un robot
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
.
Si “IA” es un concepto tecnológico de moda, el otro es la robótica. Los robots humanoides, concretamente. Estados Unidos y China se han embarcado en una carrera por ver quién crea robots humanoides de consumo, pero cuando en 2018 sólo estaba Atlas dando saltitos, Rusia ya tenía un robot humanoide bailando y dando espectáculo.
Se llamaba Boris, pero había un problema: no era un robot.
Guerra Fría robótica. Hasta la reciente generación de robots, que han salido de los laboratorios y talleres para ponerse a competir incluso en pruebas deportivas, el gran referente de la robótica era Boston Dynamics. Por un lado, con Spot, el perro robot. Por otro, con un Atlas que hacía parkour y ejecutaba movimientos muy fluidos y calculados. Aunque propiedad de Hyundai, esos avances venían de Estados Unidos, y Rusia quería meterse en la conversación.
Así, en diciembre de ese 2018, algo ocurrió en el canal estatal Russia-24: un robot con pinta de astronauta y de nombre Boris salió a escena. Lo hizo en la ciudad de Yaroslavl, donde se acababa de inaugurar el Foro Anual de Ciencia y Tecnología Proyektoria destinado a promover la robótica y la tecnología entre los jóvenes. Era un evento importante, pues contaba con el respaldo del mismísimo Ministerio de Educación y Putin había asistido a versiones anteriores.
El prodigio ruso. Boris era una máquina, en el sentido figurado. Bailaba, hablaba, tenía sueños e ilusiones, afirmando que quería aprender composición musical y a dibujar, y fue tratado como una celebridad por el canal de televisión. Era el ejemplo más avanzado de la robótica rusa y parecía acabado. Atlas tenía cables colgando, Boris un casco, lucecitas y era un robot de película.
Hubo quien se empezó a preguntar cosas. Aparece en la hora 32 de este vídeo.
En Xataka
Este robot humanoide prometía hacer nuestras tareas domésticas. Por ahora es una marioneta de 20.000 dólares
Sospechas. TJournal es una web de tecnología rusa y fue de los primeros en cuestionar la autenticidad del robot. Como recoge BBC, las preguntas eran bastante certeras:
¿Por qué no se ven sensores?¿Cómo ha aparecido de la nada sin filtraciones previas?¿Por qué nadie en Internet está hablando de algo tan avanzado?¿Por qué algunos movimientos eran tan fluidos durante el baile?¿Por qué la voz era tan robótica?Y lo más importante: ¿por qué era tan innecesariamente grande?
Pero lo más importante es que, más allá de las imágenes oficiales de Russia-24, a la que parecía preocuparle mucho que el país diera la sensación de tener ese avanzadísimo dispositivo, hubo otras imágenes. Tomadas por los asistentes, en algunas de esas fotos desde atrás se veía perfectamente un cuello humano asomando en la nuca de Boris. Pillado.
Carísimo disfraz. No hubo que investigar mucho: Boris no era más que un traje que se había puesto un operario. El traje se podía comprar. Si tenías 3.600 euros, podías comprar el modelo Alyosha a la empresa Show Robots, que también venía trajes de Iron Man o Robocop. De hecho, fue una agencia de medios fundada por un rival de Putin la que publicó algunas fotos con el actor poniéndose el traje.
¿Engaño? Naaah, una broma. Imagina el bochorno tras tirar de la manta. El vídeo se volvió viral y fue objeto de burlas, tanto que, unos días después de su publicación, Russia-24 lo eliminó de su canal de YouTube. Sin embargo, dos días después de la emisión original, lo resubieron y publicaron una entrevista con el periodista que había hecho la pieza.
¿La excusa? Que estaba seguro de que nadie se lo creería, ya que era como Papá Noel: un proyecto para los niños. El problema es que el periodista narró el reportaje original como si fuera la última maravilla tecnológica de Rusia. Los responsables de Proyektoria echaron balones fuera y dijeron que ellos nunca habían afirmado que ser tratada de un robot, que no iba con ellos la cosa y que los de Russia-24 no se enteraron de la película.
El problema es que hubo quien tiró de la manta y descubrió que Russia-24 ya había mostrado un robot militar falso. De hecho, en 2019 se repitió la jugada con otro robot realizando el saque inicial en un partido entre el FC Orenburg y el CSK de Moscú. Era otro hombre disfrazado y el vídeo es brutal.
El estado de la robótica rusa… En medios internacionales hubo quien se lo tomó a risa, como CBS afirmando que “independientemente de la intención, Boris no pasará a la historia como el ejemplo más bochornoso de las noticias falsas de Rusia”. Y este episodio lo recordamos porque, recientemente, Rusia ha presentado a AIdol, su primer robot humanoide. Ya salido… mal.
Con la banda sonora de ‘Rocky’ de fondo y con una cara de “por favor, qué hago aquí”, lo primero que ha hecho el nuevo robot ruso ha sido dar un par de pasos para caerse de bruces. La escena es comedia involuntaria de alto nivel, con el robot pataleando en el suelo y los empleados llevándoselo y tapando el escenario con una gran tela negra.
Al menos, AIdol es real.
Imágenes | ПроеКТОриЯ
En Xataka | En China no se conforman con crear robots avanzados: una compañía ha desarrollado una cabeza que gesticula como un humano
– La noticia
En 2018 Rusia presentó a su nuevo y revolucionario robot humanoide. El único problema es que no era un robot
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
.

