Jake Paul atraviesa el momento más delicado de su carrera deportiva. La severa lesión en la mandíbula sufrida en su combate ante Anthony Joshua no solo lo obligó a pasar por el quirófano, sino que también ha puesto en duda su carrera pues muchos expertos aseguran que después de una fractura así ya no podrá volver a subirse a un ring.
Días después de la pelea, Jake Paul confirmó desde el hospital que la cirugía había sido exitosa. “La operación salió bien. Dos placas de titanio en cada lado. Algunos dientes tuvieron que ser removidos“, compartió en redes sociales, agradeciendo el apoyo de sus seguidores. Sin embargo, el optimismo inicial contrasta con la realidad médica.
De acuerdo con Nakisa Bidarian, socio cercano y cofundador de Most Valuable Promotions, el tiempo estimado de recuperación ronda entre cinco y seis semanas, siempre y cuando no haya complicaciones. Aun así, especialistas advierten que este tipo de lesiones no son comunes y suelen dejar secuelas físicas y mentales en los boxeadores.
Asimismo, ciruganos maxilofaciales y expertos médicos han cuestionado la posibilidad de que, luego de una lesión así, Jake Paul pueda volver a subirse a un ring, y advierten las posibles secuelas que podría tener de vovler a recibir impactos en su quijada que ahora cuenta con dos placas de titanio y varias prótesis dentales. Eso sin mencionar las secuelas psicológicas que podría acarrear.
Antes de la derrota, Jake Paul hablaba abiertamente de ir por un título en la división de peso crucero. Sin embargo, ese objetivo hoy parece lejano. Para competir por un campeonato, se requieren campamentos exigentes y enfrentarse a rivales experimentados que no darán concesiones dentro del ring.
Aunque el panorama es complejo, todavía es prematuro hablar de retiro. Jake Paul cayó ante uno de los pesos pesados más importantes de su era, una derrota que, si bien fue contundente, también le dejó claridad sobre su nivel real. Con ajustes, un combate de regreso bien elegido y tiempo suficiente para recuperar confianza, aún podría escribir un nuevo capítulo en su historia.
Tras el combate, el estadounidense fue hospitalizado y sometido a una cirugía para reparar una doble fractura en la mandíbula. Aun así, Paul no tardó en presumir su recompensa económica. En redes sociales compartió imágenes viajando en un jet privado, rodeado de fajos de billetes, artículos de lujo y armas de fuego, dejando claro que, pese a la derrota, el negocio fue un éxito.
“Anthony Joshua es un gran peleador, me ganó, pero así es este deporte“, declaró Paul, quien aseguró que tomará un descanso antes de volver a competir en su categoría natural.
En otra de sus publicaciones, con un tono retador, señalo que pese a su doble fractura, en 10 días podría estar listo para enfrentar al Canelo Álvarez. Dejando claro que su carrera como boxeador no ha acabado.
