Ciencia y Tecnología
Ya sabemos de dónde vienen y a dónde van los ultrarricos del mundo: gracias a este mapa interactivo
La imagen del multimillonario como nómada fiscal en una búsqueda permanente de la mejor fiscalidad está muy extendida, pero los datos cuentan otra historia en la que los millonarios son mucho más reacios a mudarse de país, aunque no de ciudad.
Un estudio académico reciente ha analizado de forma sistemática dónde nacen y dónde viven más de 3.100 multimillonarios en todo el mundo con un patrimonio superior a los 1.000 millones de dólares. el resultado es que, más que grandes éxodos, el mapa muestra patrones estables de compactación de la riqueza. La movilidad existe, pero suele concentrarse en centros de poder económico ya consolidados.
La movilidad existe, pero es local. El dato más relevante del estudio es que el 81,6% de los multimillonarios analizados vive en el mismo país en el que nació. Basta con echar un ojo al mapa en el que se representan los datos del estudio para darse cuenta de que la migración internacional de las grandes fortunas es visible, pero no mayoritaria.
El movimiento principal se produce dentro de los países. Solo un 23,3% de las 3.100 grandes fortunas que analiza el estudio reside en su ciudad natal, lo que indica un desplazamiento habitual hacia las grandes capitales económicas nacionales. El primer paso de estos millonarios (y en muchos casos el único) no suele ser cruzar fronteras, sino acercarse a las capitales económicas de sus respectivos países, donde se concentran las empresas y redes de influencia.
Las grandes metrópolis como centros históricos de riqueza. En Europa Occidental y Estados Unidos, la concentración se articula alrededor de ciudades con una larga tradición financiera y empresarial. Londres, París, Nueva York, Los Ángeles o San Francisco son los ejemplos más claros.
Todas ellas combinan ecosistemas financieros profundos, acceso a capital, seguridad jurídica y redes globales. Londres destaca por su alto porcentaje de multimillonarios nacidos en el extranjero, mientras que Nueva York se ha mantenido como ejemplo de polo de atracción para los millonarios locales. Según publicaba la revista de lujo Sperar´s, tres de cada 100 millonarios son de Nueva York (3,09%), mientras que solo el 1,25% nació en Londres. En ambos casos, la lógica es la misma: la riqueza tiende a instalarse donde ya existe infraestructura para gestionarla y multiplicarla.
La migración interna de millonarios en EEUU se concentra en los principales polos económicos: Nueva York, Miami, Austin, Los Ángeles y San Francisco
Asia y Oriente Medio: dos modelos distintos de concentración. Asia presenta un patrón ligeramente diferente. Por un lado, en economías como China, India o Corea del Sur, la mayoría de los multimillonarios mantiene su residencia en su país de origen, con una movilidad internacional limitada. La concentración se produce sobre todo a nivel interno, en grandes capitales financieras y tecnológicas como Seúl, Mumbai, Pequín, Shanghái o Singapur, reforzando un desarrollo interno, más que redes globales.
Oriente Medio, en cambio, introduce una anomalía clara en el mapa global de las migraciones en las grandes fortunas. Países como Emiratos Árabes Unidos, y especialmente Dubái, destacan por haberse convertido en un imán para multimillonarios nacidos fuera del país, algo poco común fuera de Occidente. De los 17 milmillonarios que el estudio registra como residentes en Dubái, solo 4 nacieron allí.
España: concentración de capital en las grandes ciudades. España encaja bien en el patrón general del estudio. La mayoría de los multimillonarios españoles reside en el país, y su movilidad es principalmente interna.
Madrid y Barcelona concentran buena parte de las grandes fortunas del país. Madrid destaca como centro político, financiero y empresarial, mientras que Barcelona mantiene peso en sectores industriales y patrimoniales. En ambos casos, la residencia suele estar desligada del lugar de nacimiento. El resultado no es tanto una fuga de riqueza al exterior como una centralización urbana, que refuerza desequilibrios territoriales dentro del propio país creando puntos de extrema concentración de riqueza.
El verdadero efecto: desigualdad espacial. El impacto más relevante de estos patrones no está en los flujos internacionales, sino en la concentración territorial del poder económico representados en el cambio de residencia de estas grandes fortunas.
Cuando los multimillonarios se agrupan en pocas ciudades, esas áreas acumulan inversión, servicios y capacidad de influencia, mientras otras regiones pierden peso. El estudio no analiza consecuencias sociales directas, pero los datos ayudan a entender por qué ciertas ciudades (como Madrid o Barcelona) se encarecen, concentran oportunidades y amplían la brecha con el resto del territorio.
Aun así, el patrón es claro: la élite económica global se mueve menos de los que suele creerse, pero se encuentra extremadamente concentrada. Tanto a nivel de concentración de capital en muy pocas manos, como en el ámbito territorial.
Imagen | Billionaire Migration
–
La noticia
Ya sabemos de dónde vienen y a dónde van los ultrarricos del mundo: gracias a este mapa interactivo
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
.
La imagen del multimillonario como nómada fiscal en una búsqueda permanente de la mejor fiscalidad está muy extendida, pero los datos cuentan otra historia en la que los millonarios son mucho más reacios a mudarse de país, aunque no de ciudad.
Un estudio académico reciente ha analizado de forma sistemática dónde nacen y dónde viven más de 3.100 multimillonarios en todo el mundo con un patrimonio superior a los 1.000 millones de dólares. el resultado es que, más que grandes éxodos, el mapa muestra patrones estables de compactación de la riqueza. La movilidad existe, pero suele concentrarse en centros de poder económico ya consolidados.
La movilidad existe, pero es local. El dato más relevante del estudio es que el 81,6% de los multimillonarios analizados vive en el mismo país en el que nació. Basta con echar un ojo al mapa en el que se representan los datos del estudio para darse cuenta de que la migración internacional de las grandes fortunas es visible, pero no mayoritaria.
El movimiento principal se produce dentro de los países. Solo un 23,3% de las 3.100 grandes fortunas que analiza el estudio reside en su ciudad natal, lo que indica un desplazamiento habitual hacia las grandes capitales económicas nacionales. El primer paso de estos millonarios (y en muchos casos el único) no suele ser cruzar fronteras, sino acercarse a las capitales económicas de sus respectivos países, donde se concentran las empresas y redes de influencia.
En Xataka
Cuánto dinero necesitas para estar entre el 1% más rico de España
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Todas ellas combinan ecosistemas financieros profundos, acceso a capital, seguridad jurídica y redes globales. Londres destaca por su alto porcentaje de multimillonarios nacidos en el extranjero, mientras que Nueva York se ha mantenido como ejemplo de polo de atracción para los millonarios locales. Según publicaba la revista de lujo Sperar´s, tres de cada 100 millonarios son de Nueva York (3,09%), mientras que solo el 1,25% nació en Londres. En ambos casos, la lógica es la misma: la riqueza tiende a instalarse donde ya existe infraestructura para gestionarla y multiplicarla.
La migración interna de millonarios en EEUU se concentra en los principales polos económicos: Nueva York, Miami, Austin, Los Ángeles y San Francisco
Asia y Oriente Medio: dos modelos distintos de concentración. Asia presenta un patrón ligeramente diferente. Por un lado, en economías como China, India o Corea del Sur, la mayoría de los multimillonarios mantiene su residencia en su país de origen, con una movilidad internacional limitada. La concentración se produce sobre todo a nivel interno, en grandes capitales financieras y tecnológicas como Seúl, Mumbai, Pequín, Shanghái o Singapur, reforzando un desarrollo interno, más que redes globales.
Oriente Medio, en cambio, introduce una anomalía clara en el mapa global de las migraciones en las grandes fortunas. Países como Emiratos Árabes Unidos, y especialmente Dubái, destacan por haberse convertido en un imán para multimillonarios nacidos fuera del país, algo poco común fuera de Occidente. De los 17 milmillonarios que el estudio registra como residentes en Dubái, solo 4 nacieron allí.
España: concentración de capital en las grandes ciudades. España encaja bien en el patrón general del estudio. La mayoría de los multimillonarios españoles reside en el país, y su movilidad es principalmente interna.
Madrid y Barcelona concentran buena parte de las grandes fortunas del país. Madrid destaca como centro político, financiero y empresarial, mientras que Barcelona mantiene peso en sectores industriales y patrimoniales. En ambos casos, la residencia suele estar desligada del lugar de nacimiento. El resultado no es tanto una fuga de riqueza al exterior como una centralización urbana, que refuerza desequilibrios territoriales dentro del propio país creando puntos de extrema concentración de riqueza.
El verdadero efecto: desigualdad espacial. El impacto más relevante de estos patrones no está en los flujos internacionales, sino en la concentración territorial del poder económico representados en el cambio de residencia de estas grandes fortunas.
Cuando los multimillonarios se agrupan en pocas ciudades, esas áreas acumulan inversión, servicios y capacidad de influencia, mientras otras regiones pierden peso. El estudio no analiza consecuencias sociales directas, pero los datos ayudan a entender por qué ciertas ciudades (como Madrid o Barcelona) se encarecen, concentran oportunidades y amplían la brecha con el resto del territorio.
Aun así, el patrón es claro: la élite económica global se mueve menos de los que suele creerse, pero se encuentra extremadamente concentrada. Tanto a nivel de concentración de capital en muy pocas manos, como en el ámbito territorial.
En Xataka | Los barrios ricos de Madrid y Barcelona han cambiado su acento: los millonarios de EEUU y México invierten sus fortunas en España
Imagen | Billionaire Migration
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Rubén Andrés
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