Como ya había revelado él mismo la semana anterior, el regreso de Marc Márquez a la moto era inminente, y se cumplió este lunes 22 de diciembre, cuando se puso a los mandos de una motocross, una 450 Desmo, en el circuito de Alcarrás, en Lérida, como publicó en sus redes sociales.
El multicampeón de MotoGP había admitido estar listo para el regreso ya que habían pasado “tres meses” desde la caída que le obligó a operarse por una fractura en el coracoides y de los ligamentos en el hombro derecho. Ese accidente, provocado por el italiano Marco Bezzecchi en la salida del GP de Indonesia, fue el 5 de octubre, apenas una semana después de hacerse matemáticamente con el título de 2025, y desde entonces el #93 no se había podido subir a la moto.
Ahora, más de dos meses y medio después, Márquez, que asumió que no había vacaciones de Navidad para él este año, volvió a ponerse a los mandos de una Ducati, esta vez de motocross, junto a su hermano y subcampeón del mundo Alex Márquez y al nuevo piloto de Honda, Diogo Moreira.
“Primer día encima de la moto”, publicó Márquez en redes sociales. “Mucho trabajo por delante, pero ha llegado el momento de empezar a acumular horas y sensaciones. ¡Paso a paso!”.
Márquez había dicho que el domingo o esta semana se subiría de nuevo a una moto, y lo hizo este lunes, con su mítico dorsal en la Ducati. Además, este martes continuará con la preparación.
Hay que recordar que el reglamento impide al piloto catalán volver a subirse a una MotoGP antes del test de Sepang, que se celebrará a principios de febrero, del 3 al 5, después de que probadores, rookies y marcas con concesiones puedan rodar del 29 al 31 de enero también en esa pista del GP de Malasia.
Los otros test donde Márquez podrá acumular rodaje con la Ducati después de haberse visto obligado a perderse las últimas carreras y el test postemporada del pasado 17 de noviembre en Valencia, serán el 21 y 22 de febrero en Chan, sede del GP de Tailandia.
