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Similitudes entre pilotos de F1 y de combate: Alonso y su reacción de 0.16s
Según algunos críticos o ‘haters’ de la Fórmula 1, los pilotos simplemente “conducen coches” y no tienen una preparación realmente atlética como en otros deportes. Sin embargo, la realidad es que las capacidades de los pilotos del Gran Circo superan a la de la mayoría de atletas.
En una reciente charla publicada por Aston Martin, el Doctor Rahul Chotai, junto al expiloto y embajador del equipo Pedro de la Rosa, explican cómo los pilotos de F1 se asemejan a los pilotos de combate, que son de las personas más preparadas del mundo tanto física como mentalmente, con los constantes apoyos de los datos, la ciencia y los estudios.
Una de las cosa que más llama la atención de un piloto de F1 es el tiempo de reacción al semáforo que marca el inicio de las carreras. El promedio de Fernando Alonso es de 0,16s. A modo comparación, Usain Bolt en los JJOO de Pekín 2008 tuvo un tiempo de reacción de 0,165s, mientras que para un piloto de caza el tiempo de reacción suele estar entre 150 y 250 milisegundos.
Rahul Chotai, dijo: “El tiempo de reacción es fundamental. Los pilotos suelen procesar la información visual en unos 200 milisegundos, más rápido que la mayoría de los atletas. Sus cerebros están en un estado de hiperalerta, con neuronas que se activan rápido para coordinar sus ojos, manos y pies”.
Por otro lado y con la ayuda de un estudio del University College de Londres, se habló sobre cómo las alteraciones estructurales del cerebro y en concreto el hemisferio derecho permitían a los pilotos de combate ejecutar un control cognitivo óptimo y realizar ciertas tareas con mayor precisión, algo que también es una seña de identidad de los pilotos de F1. Lo que no está claro es si estas personas ya nacen así o si lo desarrollan con entrenamiento.
Rahul Chotai quiso dar importancia a la fortaleza mental de un piloto de F1: “La resistencia mental es tan importante como la fuerza física. El cerebro debe procesar enormes cantidades de información: datos del coche, condiciones de la pista, posiciones de los rivales, todo ello mientras toma decisiones en fracciones de segundo”.
A lo que Pedro de la Rosa añadió: “Tienes que pensar en los neumáticos, en la estrategia y, en todo momento, estar preparado para una conversación coherente con tu ingeniero por radio”.
Fernando Alonso, Aston Martin Racing
Foto de: Zak Mauger / LAT Images via Getty Images
Las fuerzas G que los pilotos de F1 suelen soportar durante las carreras, que en ocasiones alcanzar las 6G en algunas curvas de alta velocidad y la frenada, también habla de la preparación de estas personas.
Los pilotos de caza se enfrentan a fuerzas g verticales de hasta 9G, con riesgo de desmayos sin trajes Anti-G ni maniobras de esfuerzo que impulsan la sangre hacia el cerebro. En ambos casos, se necesita una fuerza excepcional en el torso y el cuello que son dignas de un atleta de primerísimo nivel.
Rahul Chotai: “Al acelerar, las fuerzas G empujan el cuerpo hacia atrás, hacia el asiento. El frenado puede someter a los pilotos hasta 6G, eso equivale a que varias veces su peso corporal empuja el cinturón de seguridad. Los músculos del piloto, sobre todo en el cuello, el pecho y torso, deben luchar contra las fuerzas G para mantener el control del coche y seguir concentrado”.
“Estas fuerzas pueden hacer que la cabeza y el casco del piloto, que pesan alrededor de 7 kg, se sientan como si pesaran entre 30 y 40 kg. Los músculos del cuello y los hombros deben trabajar siempre para mantener la cabeza estable y la vista enfocada”.
“La postura semi-reclinada del asiento de F1 ayuda a distribuir estas fuerzas de manera más uniforme, pero también altera el comportamiento de la sangre en el cuerpo, que puede acumularse en el cerebro, provocando visión borrosa o incluso pérdida de visión si no se entrena”.
“Los pilotos utilizan contracciones de los músculos centrales y de las piernas, similares a las maniobras de esfuerzo anti-g de los pilotos de un caza, para ayudar a mantener el flujo sanguíneo al cerebro”, dijo.
Pedro de la Rosa explicó de primera mano cómo las fuerzas G pueden ser letales incluso para alguien que se ha preparado para ello: “Las fuerzas G laterales pueden ser un gran problema. Antes de pilotar el AMR23 en Silverstone el año pasado, mi primera vez con un coche de F1 en casi una década, entrené el cuello al máximo. Pese a ello, tras unas cuantas vueltas a toda velocidad tuve que apoyar la cabeza en el reposacabezas. A la mañana siguiente, tenía el cuello muy rígido”.
