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Testigos de luz amarilla en el tablero: Qué significan y cuándo preocuparse

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La activación inesperada de un indicador luminoso en el panel de instrumentos representa una señal inequívoca que demanda atención inmediata por parte del conductor. 

Lejos de ser un motivo para el pánico irracional, estas alertas funcionan como un mecanismo de comunicación esencial entre la máquina y el usuario, diseñadas para advertir sobre anomalías técnicas antes de que escalen a averías mayores. 

Comprender la naturaleza de estos avisos es el primer paso para gestionar el mantenimiento del vehículo de manera eficiente y evitar gastos innecesarios.

El auto no enciende pero si prende el tablero: ¿Cuál es el problema?

Entendiendo los colores

Para comprender la gravedad del asunto, hay que mirar el tablero como si fuera un semáforo de tráfico. Los ingenieros automotrices, desde los gigantes como Ford y General Motors hasta las firmas japonesas como Toyota u Honda, se pusieron de acuerdo en un código universal. 

El verde o azul es meramente informativo. Dice que las luces altas están puestas o que el sistema Eco está funcionando. Esos son los buenos. Por el contrario, el rojo es una orden directa de «detente ahora mismo» o «peligro inminente», como cuando falta presión de aceite o los frenos fallaron.

Pero en el medio tenemos el territorio que nos interesa hoy. Los testigos de luz amarilla en el tablero funcionan como una advertencia preventiva. No están gritando que el motor va a explotar en diez segundos, sino que están tocando el hombro para decir: «Oye, algo aquí no está funcionando al 100%, revísalo pronto».

Es una invitación a la cautela, no al pánico absoluto. Y es aquí donde muchos conductores cometen errores garrafales, ya sea por ignorarlos completamente hasta que se convierten en una luz roja, o por dejar de usar el auto innecesariamente por miedo a romperlo.

Qué significa el carro derrapando en el tablero

El famoso Check Engine en os testigos de luz amarilla en el tablero

Quizás el ícono más infame y menos comprendido es la silueta del motor, conocida técnicamente como Malfunction Indicator Lamp (MIL) o simplemente Check Engine. Este pequeño dibujo amarillo es el causante de más ansiedad que cualquier otra cosa en la carretera. La ironía del asunto radica en su ambigüedad. 

Ese mismo testigo puede encenderse por algo tan trivial como una tapa de gasolina mal cerrada —sí, eso pasa mucho— o por algo más complejo relacionado con el convertidor catalítico o los sensores de oxígeno.

Los sistemas modernos de diagnóstico a bordo (OBD-II) son maravillas tecnológicas, pero esa luz no te dice qué está mal, solo que algo está mal en el sistema de emisiones o motor. De ahí la importancia de tener un escáner a la mano o pasar por una tienda de autopartes, donde muchas veces te hacen el escaneo gratis. 

La mayoría de las veces, el auto sigue funcionando perfectamente, pero el sistema está registrando lecturas fuera de rango. Ignorar los testigos de luz amarilla en el tablero relacionados con el motor suele derivar en un mayor consumo de combustible y, a la larga, en daños reales a los componentes mecánicos.

Qué significa la luz amarilla en el tablero del auto

Seguridad activa y la «herradura» misteriosa

Otro visitante frecuente en los tableros de autos es ese símbolo que parece una herradura con un signo de admiración en el medio. Hablamos del TPMS (Tire Pressure Monitoring System). Con los cambios de temperatura, especialmente al entrar el invierno o el verano intenso, el aire dentro de los neumáticos se expande o contrae.

Este sensor es hipersensible. A veces, solo te avisa que una llanta está un poco baja, no necesariamente ponchada. Continuar manejando es posible, pero el desgaste de la llanta será irregular y peligroso. Lo mismo ocurre con los testigos del ABS o el control de tracción (ese carrito derrapando). 

Si se iluminan en amarillo, significa que el sistema de seguridad activa está desactivado. El auto frenará, sí, pero no se tendrá la asistencia antibloqueo en una frenada de emergencia. Se puede llegar a casa, claro que sí, pero se debe manejar sabiendo que la red de seguridad electrónica está en pausa.

¿Demasiada información o negocio redondo?

Aquí entra un punto de vista interesante sobre la industria actual. Los vehículos de hace veinte años eran mucho más estoicos; se quejaban poco. Hoy, un auto promedio tiene más líneas de código que una computadora de escritorio antigua. Esto nos lleva a cuestionar si tanta sensibilidad es siempre beneficiosa para el usuario promedio.

Ocurre que la proliferación de sensores ha creado una especie de «hipocondría automotriz». Un sensor sucio por polvo del camino puede activar una alerta de fallo en el sistema de pre-colisión. 

El conductor promedio ve la luz amarilla y asume lo peor. Las marcas de autos han creado un ecosistema donde la dependencia del servicio técnico oficial es cada vez mayor, pues borrar algunos de estos códigos requiere software propietario que el mecánico de la esquina a veces no tiene.

Y es que, si bien la seguridad ha aumentado exponencialmente, también lo ha hecho la complejidad de mantenimiento. Ver testigos de luz amarilla en el tablero se ha vuelto parte de la rutina de tener un auto con más de cinco años de antigüedad. 

¿Es necesario que el auto avise con una luz permanente que el líquido del limpiaparabrisas está bajo? Para algunos es comodidad; para otros, una distracción visual innecesaria que se suma al estrés de conducir en el tráfico.

La psicología del conductor frente al tablero

Existe una delgada línea entre estar informado y estar saturado. Los fabricantes deben encontrar un equilibrio mejor. Al final del día, el conductor necesita saber si puede llegar a su destino o si debe llamar a la grúa. 

El color amarillo cumple esa función de «intermediario», pero la falta de especificidad en los tableros -incluso en los digitales- sigue siendo una asignatura pendiente.

Entonces, la próxima vez que se vea esa luz ámbar, cambiar la mentalidad. No pensar que el auto se rompió. Pensar que el auto está haciendo su trabajo de autodiagnóstico para proteger. 

La tecnología, con todos sus defectos y excesos de sensibilidad, está ahí para evitar que una falla menor se convierta en una factura de cuatro cifras.

Recuerda que los testigos de luz amarilla en el tablero son aliados, no enemigos. Aprender a «leer» lo que dicen ahorrará dinero y dará paz mental en cada milla que recorras.

Testigos de luz amarilla en el tablero:

Para que no quedar con la duda, aquí se tienen los sospechosos habituales que suelen aparecer en color ámbar o amarillo y qué se debe hacer con ellos:

  • Check Engine (Motor): Problemas en el sistema de inyección, encendido o emisiones. Si parpadea, es urgente; si está fija, revisarlo pronto pero se puede circular.
  • TPMS (Presión de llantas): Una o más llantas tienen presión baja. Verificar el aire en la próxima gasolinera.
  • ABS (Frenos Antibloqueo): Hay una falla en el sistema antibloqueo. Los frenos normales funcionan, pero tener cuidado en lluvia o frenadas bruscas.
  • Control de Estabilidad / Tracción (Carrito derrapando): El sistema que evita que el auto patine está desactivado o fallando. Maneja con suavidad.
  • Dirección Asistida (Volante): Puede que se sienta el volante más duro de lo normal. El sistema de asistencia eléctrica o hidráulica tiene un fallo.
  • Bujías de precalentamiento (Solo Diesel – Espiral): Indica problemas en el sistema de arranque en frío o gestión del motor diesel.
  • Foco o bombilla fundida: El auto detectó que una luz exterior (freno, direccional o faro principal) se había quemado.
  • Nivel de aceite (Aceitera amarilla): Ojo, no es roja. La amarilla suele indicar que el nivel está bajo, no que falta presión. Rellenar cuanto antes.
  • Reserva de combustible: La clásica luz avisando que queda poca gasolina, buscar una estación pronto.

​La activación inesperada de un indicador luminoso en el panel de instrumentos representa una señal inequívoca que demanda atención inmediata por parte del conductor.  Lejos de ser un motivo para el pánico irracional, estas alertas funcionan como un mecanismo de comunicación esencial entre la máquina y el usuario, diseñadas para advertir sobre anomalías técnicas antes  Tips, Consejos 

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