Pedro Acosta ha terminó brillando en la temporada 2025 de MotoGP, pero el camino hasta lograrlo no fue sencillo. Y para el piloto de KTM, fue una de las grandes figuras del motociclismo nacional más allá de los grandes premios, Carmelo Morales, el principal artífice del cambio de actitud que dio entre las primeras carreras del curso y el resto de la campaña.
El ‘Tiburón de Mazarrón’ empezó el año con el objetivo ambicioso de pelear por el título, o por victorias, en su segundo año con la casa de Mattighofen, el primero como integrante del equipo oficial de KTM junto a Brad Binder. Pero un par de fines de semana le bastaron a Acosta para quitarse esa idea de la cabeza, puesto que la RC16 tenía claras deficiencias respecto a la Ducati, algo que comenzó a frustrarle de manera decisiva.
Tampoco le ayudó a Acosta que un recién llegado a la fábrica austriaca como Maverick Viñales cayera de pie, con una filosofía optimista, tratando de abrir nuevos caminos con la moto, que le llevaron a grandes actuaciones como la de Qatar, donde finalizó segundo antes de ser sancionado por no respetar la regla de presiones mínimas de los neumáticos.
Así, el de Roses metió presión a Acosta. Pero el #37 poco a poco se fue recuperando, entendiendo que tenía que buscar, sobre todo, regularidad en el podio más que objetivos irreales. Y alguien que le ayudó a dar el paso, tanto al manillar de la moto como mentalmente, fue Carmelo Morales, referente del deporte de dos ruedas en España fuera del Mundial, con hasta 12 títulos de España y Europa de Supersport, Superstock o Moto2.
Carmelo Morales
Foto de: Toni Börner
En el pasado GP de Valencia, el propio Acosta incidió en cómo Morales ha supuesto un cambio para él: “Me ha afinado más encima de la moto, no soy tan agresivo como era antes. Quizás también antes apretaba mucho con las cartas buenas que tenía, y de las otras [de las malas] me olvidaba un poco. Ahora puedo usar más cosas de mi pilotaje. Y sobre todo me ha servido para calmarme”.
“A principio de la temporada estaba amargado. Apretaba todavía más, y me salían todavía menos las cosas. Carmelo vino ya en Aragón, que hice cuarto. Y a partir de mitad de año ha venido a todas las carreras. También me ha cambiado el planteamiento del fin de semana“, siguió.
“Hay que saber dónde poner la energía, porque ahora los fines de semana de MotoGP tienen mucho estrés, y hay que saber en qué momento poner el extra de esfuerzo. [Carmelo] me está viniendo bien para gestionar mis emociones durante el gran premio“, remachó Acosta.
