Antes los “cooling breaks” solo se aplicaban cuando la temperatura superaba los 32 °C. Sin embargo, desde el Mundial de Clubes se comenzó a implementar casi como una regla en cada partido, una medida que habría dado buenos dividendos en términos comerciales, por lo que ahora esta práctica se extendería también al Mundial 2026.
Las pausas obligatorias de hidratación en cada mitad del juego han sido confirmadas por la FIFA, quien asegura que es una medida para proteger a los jugadores ante el calor. Si bien en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey durante el verano tienen temperaturas elevadas, miles de aficionados creen que detrás de esta aparente preocupación por la hidratación de los futbolistas, existe un interés comercial.
La medida no surgió de la nada. En los últimos torneos organizados por la FIFA, especialmente el Mundial de Clubes disputado entre junio y julio, jugadores y entrenadores denunciaron condiciones extremas de calor. Enzo Fernández llegó a reconocer que sintió “mareos” jugando en “un calor muy peligroso”. Incluso Thomas Tuchel mencionó que podría dejar a sus suplentes dentro del vestidor solo para evitar la exposición al clima.
Frente a estas críticas, la FIFA anunció que todos los partidos del Mundial 2026 contarán con un descanso obligatorio de tres minutos por tiempo, iniciando después del minuto 22.
Antes la pausa de hidratación estaba reservada solo a encuentros con un calor extremo, pero ahora será una regla en todos los partidos del Mundial, sin importar el clima. Así lo confirmó el director de torneos de la FIFA, Manolo Zubiría:
“En cada partido, sin importar dónde se juegue, si hay techo o la temperatura, habrá una pausa de hidratación de tres minutos. Serán tres minutos de pitido final en ambos tiempos.”
Esta medida despertó las sospechas de miles de aficionados quienes ven las pausas de hidratación como un pretexto más para poder vender espacios publicitarios dentro de los partidos.
La especulación de los fans no surge de la nada, pues en el Mundial 2026 ya viene acompañado de varias decisiones discutidas:
- Expansión del torneo a 48 selecciones y 104 partidos.
- Sedes repartidas entre Estados Unidos, México y Canadá.
- Precios dinámicos, con boletos que pueden ir desde $60 en fase de grupos hasta más de $6,700 en la final.
Ejemplos recientes, como el Mundial de Clubes, mostraron que los precios pueden bajar drásticamente para llenar estadios, lo que para algunos refuerza la idea de un modelo cada vez más comercial.
Mientras algunos jugadores reconocen que durante un partido solo beben pequeños sorbos, muchos aficionados se preguntan si estas pausas realmente mejoran la seguridad o si solo agregan interrupciones innecesarias que podrían afectar el espectáculo deportivo.
