La etapa de James Rodríguez en el Real Madrid bajo la dirección técnica de Zinedine Zidane siempre estuvo envuelta en un halo de misterio y controversia. El talentoso mediocampista colombiano, figura rutilante del Mundial de Brasil 2014, nunca logró consolidarse como una pieza indiscutible en el esquema del estratega francés, una situación que generó un intenso debate y una ola de críticas en su país de origen.
Recientemente, el argentino José Néstor Pékerman, el técnico que llevó a James a su máximo esplendor con la Selección Colombia, ha destapado los detalles de una conversación privada y hasta ahora inédita que mantuvo con Zidane, revelando que la falta de juego del colombiano no se debió a problemas de disciplina o compromiso, sino a una compleja decisión táctica.
El exseleccionador de Colombia explicó en entrevista con ESPN que su visita a España no fue para confrontar al técnico del Real Madrid, sino para buscar claridad y detener el vendaval mediático que afectaba a James en su entorno nacional. La banca en el club blanco se traducía en señalamientos de falta de profesionalismo o desidia en Colombia, algo que Pékerman consideraba un “maltrato”.
Según Pékerman, se dirigió a Zidane con la intención de un colega a otro: “Fui a España y hablé con Zidane. Le dije que en Colombia lo estaban maltratando porque no lo pones, y yo quiero saber qué es lo que está pasando, sin cuestionar porque somos colegas”. Esta aproximación respetuosa fue clave para que el francés le abriera las puertas de la sinceridad.
La respuesta de Zinedine Zidane fue, quizás, la revelación más sorprendente para el mundo del fútbol, pues desmontó por completo la narrativa popular de una supuesta mala relación o indisciplina del jugador.
El técnico francés fue enfático y directo al elogiar la ética de trabajo del colombiano, brindándole un respaldo personal incondicional: “Zidane me decía: James es el primero en el entrenamiento, nunca deja de entrenar. La intensidad que tiene James no la tienen otros jugadores”. Además, destacó su calidad humana y su rol dentro del vestuario: “Es como persona en el grupo, es un chico que lo quieren todos”.
Estas palabras de Zidane, hoy confirmadas por Pékerman, demuestran que, más allá de la tensión mediática, el problema nunca residió en la profesionalidad o el carácter de James Rodríguez.
Si James era un profesional intachable y un gran compañero, ¿por qué no jugaba? Pékerman mismo ofreció una explicación basada en el contexto táctico. El extécnico colombiano sugirió que la diferencia radicaba en el sistema de juego que empleaban.
En la Selección Colombia, James siempre estuvo rodeado de futbolistas que potenciaban su creatividad y su rol de constructor de juego, permitiéndole operar en una posición central y con menos exigencias defensivas en la banda. En contraste, el Real Madrid de Zidane, un equipo construido para ganar la Champions League a través del equilibrio y el despliegue físico en el mediocampo, no encontraba un encaje natural para el perfil puro de James.
El estratega argentino dejó entrever que el problema era de índole posicional y de adaptación al sistema: “Quizás James recorrer la banda pierde algunos aspectos de juego que él en la selección no los transita, o sea, él lo reparte con otros compañeros”. Era una cuestión de prioridades tácticas en un vestuario plagado de estrellas mundiales.
A pesar de la conversación y la sinceridad de Zidane, la situación de James en el club merengue no cambió, lo que finalmente derivó en su salida en condición de préstamo hacia el Bayern Múnich. El colombiano posteriormente regresaría para un segundo ciclo, que terminó de manera similar.
No obstante, esta revelación de José Pékerman ofrece una claridad fundamental para la historia del ’10’ colombiano. A diferencia de lo que se especuló durante años, su falta de protagonismo en el equipo más grande del mundo no fue una derrota personal o disciplinaria, sino el resultado de una estricta decisión técnica donde, simplemente, su estilo de juego no encajaba en los planes de Zinedine Zidane.
