Turismo
Solo un 30% de los hoteles en RD tiene su licencia turística al día
República Dominicana hoy brilla como un “hub” en potencia en el Caribe, un destino de inversiones variadas por la estabilidad tanto política como social y, sobre todo, por un turismo que sirve como punta de lanza para una economía que se ha volcado a las actividades relacionadas con el servicio. No es para menos.
Durante los últimos 25 años este sector ha experimentado un crecimiento en la capacidad hotelera de alrededor de 70%, mientras los ingresos turísticos se han cuadruplicado desde inicios del 2000.
Hace más de dos décadas, el país contaba con 51,916 habitaciones y US$2,860 millones en ingresos por turismo. Tomó casi 25 años doblar la oferta hotelera hasta superar las 92,000 habitaciones.
Por otro lado, las divisas generadas fluyeron con mayor auge hasta alcanzar los US$10,972 millones gracias a un gasto más elevado por visitante, diversificación de la oferta y mejor conectividad aérea. Para ser un sector tan “productivo”, “rentable” y “famoso/popular”, se esperaría que toda la cadena de valor “colabore” en contar con una infraestructura regularizada. No obstante, los datos muestran un panorama algo ajeno a esa expectativa.
En la actualidad, en un mercado con más de 400 establecimientos de hospedaje, solo 3 de cada 10 hoteles operan con su permiso formal al día, mientras que el 70% restante está entre sin licencia, incompletos, vencidos o apenas en proceso, según en el Registro Nacional Turístico (RNT), del Ministerio de Turismo (Mitur).
En República Dominicana, los hoteles de los que se tiene registro formal (más no regularizados), disponen de cinco estatus. Estas categorías se distribuyen entre vigentes, vencida, en proceso, incompleta o sin licencia. La plataforma, junto al Registro Único Turístico (RUT), ha permitido al Mitur depurar y ordenar las informaciones de cientos de hoteles a nivel nacional.
Asimismo, constituyen, por primera vez en décadas, un mapa actualizado y transparente sobre la situación documental del sector. Sin embargo, los datos muestran una aparente falta de regularización. El 56.4% de los hoteles a nivel nacional está en irregularidad clara (sin licencia + vencida). Si se suman los que aún no han completado su proceso (en proceso + incompleta), el 65.6% del sector no tiene un permiso plenamente válido.
Ante ese escenario, Edgar González, director de Empresas y Servicios del Mitur, dependencia que encabeza y que es responsable de emitir las licencias de operación en los distintos subsectores, explica que un hotel “sin licencia es que no está regulado con nosotros. Sí lo tenemos identificado, pero es distinto a estar registrado. Registrado implica un paso mayor”. Aun así, el director señala que las categorías vigentes, en proceso e incompleta suelen generar confusión entre el público.
“Para nosotros como dirección, esas tres… es lo mismo. Para nosotros tiene un estatus positivo, porque quiere decir que el establecimiento o está vigente o por lo menos está en su proceso de renovación”. Cada licencia conlleva “una serie de pasos a nivel documental, de inspecciones, pago de impuestos, etcétera, que sirven de filtro para poder presentar una oferta turística validada por nosotros”.
Aun así, el registro puede mostrar hoteles con licencias vencidas que, en realidad, están cerrados, en remodelación o cuyo inmueble cambió de uso, debido a que el cierre no siempre es notificado. “Aunque el establecimiento está obligado a notificar el cese de operaciones, en la práctica eso no sucede”, afirma.
Esa visión se basa en la naturaleza del trámite. Las renovaciones dependen del hotel, y en ocasiones algunos establecimientos se retrasan. Otros empiezan el proceso con documentos faltantes, lo que genera el estatus incompleto. Pero al estar en trámite, para Turismo siguen dentro del marco regulatorio.
Aguie Lendor, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), reitera en que la mayoría de los estatus visibles en el RNT reflejan procesos administrativos, no fallas del negocio.
“Hay hoteles cuyos permisos están en proceso. A veces se te vence y tú lo que haces es volver y solicitar te sale vencido hasta que el Ministerio de Turismo haga la aprobación correspondiente”, expresó González. Añade que, incluso, marcas reconocidas pueden aparecer como vencidas durante uno o dos años sin que esto implique fallas operativas. La razón, afirma, suele ser simple y es que el proceso de renovación no ha concluido.
Otro punto que califica como “muy importante” es que los hoteles sin licencia no son desconocidos para el Ministerio. El RNT los registra como identificados, aunque no hayan completado los trámites para su formalización.
Aun así, desde el Mitur aplacan la situación señalando que la mayoría de los hoteles sin licencia o proceso irregular son pequeños establecimientos.
A nivel nacional, los hoteles con más de 300 habitaciones suman más de 100. “En el caso de los hospedajes turísticos, se nota un fuerte cumplimiento en término de sus registros, especialmente de los hoteles de mayor tamaño, en su mayoría los tipos resorts”, establece un documento suministrado a elDinero. Detalla que 82 de cada 100 habitaciones de hoteles que están en operación se encuentran con sus registros en estatus vigentes.
En el registro existen un total de 446 establecimientos, de los cuáles el 10% se encuentra cerrado, el 22% son hoteles con 300 habitaciones o más, que representan el 70% de las habitaciones, y el resto son hoteles pequeños, con un promedio de 61 habitaciones.
Desafíos
Uno de los desafíos estructurales que enfrenta Turismo es la informalidad. González reconoce que en la economía dominicana esta supera el 70% en varios sectores, pero afirma que el turismo mantiene “la tasa de informalidad más baja respecto a los diferentes mercados”.
Aunque tienen identificados a los establecimientos de hospedaje, el sistema depende casi por completo de la iniciativa de los hoteles. “Cuando alguien quiere abrir un hotel, hace la solicitud. Yo no sé mágicamente que tú vas a abrir un hotel hasta que vienes donde mí”.
Esto también afecta los cierres. Aunque el establecimiento está obligado a notificar el cese de operaciones, en la práctica “eso no sucede”. Como consecuencia, el RNT puede mostrar hoteles con licencias vencidas que, en realidad, están cerrados, remodelándose o cuyo uso del inmueble cambió.
En ese sentido, actualmente, el RNT registra un aproximado de 443 hoteles. En el último semestre, 67 licencias vencieron, y en los últimos tres años se han acumulado 179 vencimientos. Según González, este número no debe interpretarse como sinónimo de irregularidad: detrás pueden existir proyectos inconclusos, remodelaciones o simples retrasos administrativos.
En cuanto a los establecimientos que aparecen sin licencia, Lendor agrega que “hay muchas razones por las que tal vez no la tienen… porque le falta un documento, porque están en proceso o porque se acaba de vencer y están en esa renovación”.
Localidad
En La Altagracia, la provincia con mayor cantidad de registros (138), el 54.3% opera con licencia vigente, mientras que el 21.7% está sin licencia, 17.4% vencida y el resto se divide entre trámites en curso (2.2%) o documentación incompleta (2.9%). En Distrito Nacional (84 registros), el panorama muestra paridad entre los extremos. Mientras el 29.8% está vigente, 29.8% sin licencia y el 27.4% aparece con documentación vencida. Solo 9.5% se encuentra en proceso de evaluación y 3.6% incompleta.
En polos turísticos como Puerto Plata (43 registros) y Samaná (60 registros) la tendencia es similar. En Puerto Plata, 46.5% no tiene licencia, 30.2% está vencida y solo 25.6% vigente. En Samaná, 43.3% no tiene licencia, 36.7% vencida y 13.3% vigente. Apenas 6.7% está en trámite y 1.7% incompleta. Otras provincias también evidencian predominancia de estatus irregular.
La Vega reporta 70% de alojamientos sin licencia; Santo Domingo 43.8% sin licencia y 46.9% vencidos; Santiago 22.2% sin permisos y 27.8% vencidos, frente a 38.9% vigentes. Localidades como Barahona, Dajabón, Espaillat, Pedernales, San Juan y Valverde presentan 100% de registros sin licencia.
Mientras, Peravia reporta el total de casos con licencias vencidas. En contraste, provincias con menor densidad de registros como San Cristóbal, San Pedro, Monseñor Nouel y Duarte muestran porcentajes más altos de documentación regularizada o en evaluación, aunque con un volumen mucho menor de establecimientos evaluados.
El Ministerio de Turismo trabaja en identificar hoteles que nunca han solicitado permisos, sobre todo en polos emergentes. En los operativos de formalización, levantan la información y suben los establecimientos al RNT como “sin licencia”, solo para tenerlos localizados y acompañarlos luego en el proceso.
González aclara que un hotel sin permiso en un polo emergente no equivale a un caso en destinos consolidados como Bávaro o Puerto Plata, donde la supervisión es mayor.
Operativos
Desde Asonahores aclaran que el estatus de la licencia no condiciona la seguridad del turista ni la responsabilidad del hotel. “Todos los establecimientos tienen seguro de responsabilidad contra terceros…independientemente de la licencia”, señalan. Incluso una licencia “vencida” no invalida seguros ni estándares internos.
El Ministerio de Turismo añade que, desde 2022, se han realizado más de 6,300 inspecciones y verificaciones en todo el país (a hoteles con licencia vigente o no) para garantizar calidad y acompañar los procesos del RNT y el RUT. Estas visitas buscan asegurar que los servicios que ofrecen los hoteles operen bajo los parámetros establecidos en los alojamientos, de acuerdo con los estándares.
Regazo
El estado actual del Registro Nacional Turístico (RNT) solo se entiende con el rezago previo a la digitalización. Aunque la Ley de Turismo de 1969 contemplaba un sistema de registro, el RUT y el propio RNT comenzaron a operar de forma efectiva en 2020.
Antes, admite González, “no se sabía cuál hotel tenía licencia o no”. La nueva plataforma permitió cargar expedientes de hoteles que tuvieron permisos en los años 90, 2000 y 2008, incluso de negocios cerrados o transformados.
Esa depuración hizo que muchos establecimientos heredados aparezcan hoy como “sin licencia”, no por operar irregularmente, sino porque fueron incorporados solo para identificación. El sistema previo funcionaba como “guías telefónicas”, estático y desactualizado.
La digitalización “uno de los mayores orgullos” de la gestión, según González convirtió el RNT en una herramienta viva y transparente. Por eso, parte de lo que aparece como falta de permisos responde a registros antiguos, no a operaciones actuales.
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