Más que una ola de rumores, lo que ocurre en la temporada baja alrededor de los Mets es una auténtica telenovela. Desde el suspenso hasta la comedia, todo ha sucedido con versiones que colocan a Pete Alonso en un limbo, porque se habla de que se va de Nueva York a Filadelfia, pero al mismo tiempo no pasa nada y la incertidumbre manda. Este melodrama involucra a Kyle Schwarber, quien suena fuera de los Phillies; sin embargo, tampoco hay avances con él para ser el sustituto de Alonso. Ellos, los peloteros, serían quienes hagan la jugada maestra con su futuro.
Alonso y Schwarber son dos de los agentes libres más cotizados y buscados de este cierre de mercado. El problema es que la fecha límite se acerca y ninguno ha solucionado su situación pese a que ha habido interés por ellos. Dada la premura, la opción más viable y benéfica para todas las partes es un movimiento de ajedrez que nadie veía venir.
Alonso estaba dispuesto a permanecer en los Mets a cambio de un buen contrato, lo cual no sucedió. La franquicia le ofreció mucho menos de lo que recibiría en otro equipo. Algo similar ocurrió con Schwarber. Está cómodo con los Phillies, pero tampoco hubo un acuerdo considerable para convencerlo. Al haber interés de otras organizaciones por ellos, Boston, por ejemplo, Pete y Kyle se confiaron en que ya estarían traspasados a estas alturas. Fallaron en su pronóstico.
Debido a estas circunstancias, Jayson Stark, de The Athletic, sugirió que el convenio más apto será que los bateadores estrella hagan un “trueque”, es decir, que Alonso vaya a los Phillies y que Schwarber vaya a los Mets. Increíble pero cierto, Kyle recibiría en Nueva York un poco más de lo que ofrecen en Filadelfia y Pete tendría mejores cifras en Filadelfia que en Nueva York.
Me imagino una situación en la que los Phillies terminen fichando a Pete Alonso, lo cual sería realmente la respuesta más hilarante
Jason Stark, de The Athletic
Schwarber y Alonso son buscados por su poder para conectar jonrones. En su calidad de agentes libres, el valor de su fuerza con el bate supera los 100 millones de dólares, cantidad que hasta ahora ninguna de las franquicias interesadas ha puesto sobre la mesa para negociar. Todo ha sido de palabra, pero nada concreto, y el reloj avanza.
Entre broma y broma, se maneja la versión de que Pete Alonso y Kyle Schwarber podrían sostener una reunión para acordar un traspaso entre ellos y conversar respectivamente con sus organizaciones para convencerlos de que es el mejor acuerdo ante la proximidad del cierre de mercado.
