Ciencia y Tecnología
La LG OLED Signature AI T4 es la mejor televisión del año por un motivo simple: nos estamos despidiendo del monolito negro
Si alguien quiere saber cuál es el futuro de nuestras SmartTV, haría bien en asomarse a los Premios Xataka NordVPN 2025. Nuestra gran fiesta tecnológica anual señaló a su ganadora de este año en la categoría de televisor de gama súper alta, la LG OLED Signature AI T4, y con ella y sus compañeras de podio quedó claro por dónde pueden ir los tiros en un mercado que evoluciona constantemente.
La gama súper alta como laboratorio de pruebas locas. Los televisores de gama súper alta son sin duda un nicho de mercado, pero uno que se ha convertido en una forma fantástica de que los fabricantes experimenten sin miedo al fracaso comercial. Es un poco como la Formula 1 respecto a los coches de calle, un laboratorio de pruebas locas donde el coste no importa, lo que importa es la innovación.
La lucha contra el rectángulo negro. Tanto LG como sus competidoras buscan resolver el mayor problema de diseño de televisores del siglo XXI: ¿qué hacemos con la pantalla cuando está apagada? El premio que ganó este fabricante no es solo a una tele bonita o innovadora, sino también la validación de que el futuro del televisor pued ser el de dejar de parecer un televisor. O al menos, disimular que lo es.
Cuando tu tele no parece una tele. Samsung sabe mucho de intentar que tu tele no parezca una tele. Las Galerías de Arte de sus Frame ya nos sorprendieron en 2017, y poco después introducían su Ambient Mode para camuflar aún más ese rectángulo negro. Este y otros fabricantes han convertido estos dispositivos en formas de representar fotos familiares y obras de arte, pero es que ya no basta con usar marcos o modos de imagen especiales: ya quieren transformar el propio diseño de los televisores, y en eso LG ha experimentado mucho y muy a lo loco.

¿Enrollables? ¿Transparentes? Pide por esa boquita. La evolución que plantea LG es mucho más física que digital. Lo demostró con su LG Signature R, un televisor enrollable que permitía esconder la pantalla físicamente, aunque la solución era mecánicamente compleja y carísima. El presente es la transparencia. La TV se convierte en una especie de pecera o de cristal que se integra con el papel pintado con con esa estantería trasera de tu casa. Esa transparencia es un filtro de contraste que se ajusta a nuestro gusto y según el contenido, y representa una forma más de plantear el fin de ese monolito negro que suele ser nuestra TV.
Mira mamá, una tele sin cables. Estamos acostumbrados a que la parte trasera de nuestros televisores contribuya a la maraña de cables a la que se suman consolas, equipos de sonido, de conectividad y demás. Los fabricantes quieren evitar ese problema o mitigarlo, y han comenzado a plantear las cajas externas de conexión. La Zero Connect Box de LG es un buen ejemplo: no es streaming que comprime, es transmisión inalámbrica de audio y vídeo sin pérdidas con una tecnología inalámbrica propietaria. Samsung hace lo mismo en sus gamas 8K (como la QN900D con el Slim One Connect). Estas cajas no evitan los cables, pero permiten moverlos a otra zona del salón o de la habitación donde tengamos la tele. De nuevo el objetivo es el mismo: que la tele parezca un poco menos una tele con tanto cable.

La Zero Connect Box de LG permite mover las conexiones a otro lado y transmitir contenido sin pérdida de forma inalámbrica. La tele (casi) sin cables es posible.
El laboratorio de la imagen. Y por supuesto tenemos innovación en tecnología de imagen y una búsqueda constante por tener la imagen y la “luz perfecta”. Samsung democratizó el color con QLED y eso convergió con OLED para crear QD-OLED, lo mejor de los dos mundos. El salto actual del Tandem OLED permite apilar dos capas de OLED para mantener una entrega de brillo muy elevada consumiendo menos energía. Hay otras alternativas igualmente interesantes como RGB MiniLED o el prometedor MicroLED
Audio invisible. Ante un posible futuro con teles transparentes, ¿dónde metes los altavoces? Ahí es donde tanto LG como Sony están logrando usar la propia pantalla como altavoz (Cinematic Sound OLED, Acoustic Surface). Unos actuadores detrás del panel hacen vibrar el cristal/plástico para generar sonido, y de nuevo contribuyen a esa idea del minimalismo, eliminando también la barra de sonido física o combinándola de formas distintas y llamativas. Samsung tiene su Q-Symphony y LG también potencia esa faceta con WOW Orchestra.
Procesadores con IA. Televisores como el premiado LG T4 lleva ese apellido “AI” en el nombre por algo: para que la tele transparente se vea bien, el procesador debe separar por capas lo qeu es “fondo” de lo que es “objeto principal” en tiempo real para aplicar los efectos de profundidad. No solo eso: nos acercamos cada vez más a ese momento en el que controlar la tele con el mando quizás ya no tenga mucho sentido si los asistentes de IA —como Gemini, que Google ya comienza a “infiltrar” en este segmento— permiten que “charlemos” con nuestro televisor.
Todo es carísimo ahora, pero no lo será siempre. Todas estas nuevas tecnologías están reservadas a modelos exclusivos y que tienen precios desorbitados, pero es algo normal. No todas esas ideas locas acaban llegando al mercado masivo, pero las que lo hacen precisamente permiten que podamos acceder a todas esas funciones de forma cada vez más accesible. La innovación se acaba democratizando, y eso ocurrirá también con el segmento de los televisores.
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La noticia
La LG OLED Signature AI T4 es la mejor televisión del año por un motivo simple: nos estamos despidiendo del monolito negro
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Pastor
.
Si alguien quiere saber cuál es el futuro de nuestras SmartTV, haría bien en asomarse a los Premios Xataka NordVPN 2025. Nuestra gran fiesta tecnológica anual señaló a su ganadora de este año en la categoría de televisor de gama súper alta, la LG OLED Signature AI T4, y con ella y sus compañeras de podio quedó claro por dónde pueden ir los tiros en un mercado que evoluciona constantemente.
La gama súper alta como laboratorio de pruebas locas. Los televisores de gama súper alta son sin duda un nicho de mercado, pero uno que se ha convertido en una forma fantástica de que los fabricantes experimenten sin miedo al fracaso comercial. Es un poco como la Formula 1 respecto a los coches de calle, un laboratorio de pruebas locas donde el coste no importa, lo que importa es la innovación.
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Cuando tu tele no parece una tele. Samsung sabe mucho de intentar que tu tele no parezca una tele. Las Galerías de Arte de sus Frame ya nos sorprendieron en 2017, y poco después introducían su Ambient Mode para camuflar aún más ese rectángulo negro. Este y otros fabricantes han convertido estos dispositivos en formas de representar fotos familiares y obras de arte, pero es que ya no basta con usar marcos o modos de imagen especiales: ya quieren transformar el propio diseño de los televisores, y en eso LG ha experimentado mucho y muy a lo loco.
¿Enrollables? ¿Transparentes? Pide por esa boquita. La evolución que plantea LG es mucho más física que digital. Lo demostró con su LG Signature R, un televisor enrollable que permitía esconder la pantalla físicamente, aunque la solución era mecánicamente compleja y carísima. El presente es la transparencia. La TV se convierte en una especie de pecera o de cristal que se integra con el papel pintado con con esa estantería trasera de tu casa. Esa transparencia es un filtro de contraste que se ajusta a nuestro gusto y según el contenido, y representa una forma más de plantear el fin de ese monolito negro que suele ser nuestra TV.
Mira mamá, una tele sin cables. Estamos acostumbrados a que la parte trasera de nuestros televisores contribuya a la maraña de cables a la que se suman consolas, equipos de sonido, de conectividad y demás. Los fabricantes quieren evitar ese problema o mitigarlo, y han comenzado a plantear las cajas externas de conexión. La Zero Connect Box de LG es un buen ejemplo: no es streaming que comprime, es transmisión inalámbrica de audio y vídeo sin pérdidas con una tecnología inalámbrica propietaria. Samsung hace lo mismo en sus gamas 8K (como la QN900D con el Slim One Connect). Estas cajas no evitan los cables, pero permiten moverlos a otra zona del salón o de la habitación donde tengamos la tele. De nuevo el objetivo es el mismo: que la tele parezca un poco menos una tele con tanto cable.
La Zero Connect Box de LG permite mover las conexiones a otro lado y transmitir contenido sin pérdida de forma inalámbrica. La tele (casi) sin cables es posible.
El laboratorio de la imagen. Y por supuesto tenemos innovación en tecnología de imagen y una búsqueda constante por tener la imagen y la “luz perfecta”. Samsung democratizó el color con QLED y eso convergió con OLED para crear QD-OLED, lo mejor de los dos mundos. El salto actual del Tandem OLED permite apilar dos capas de OLED para mantener una entrega de brillo muy elevada consumiendo menos energía. Hay otras alternativas igualmente interesantes como RGB MiniLED o el prometedor MicroLED
Audio invisible. Ante un posible futuro con teles transparentes, ¿dónde metes los altavoces? Ahí es donde tanto LG como Sony están logrando usar la propia pantalla como altavoz (Cinematic Sound OLED, Acoustic Surface). Unos actuadores detrás del panel hacen vibrar el cristal/plástico para generar sonido, y de nuevo contribuyen a esa idea del minimalismo, eliminando también la barra de sonido física o combinándola de formas distintas y llamativas. Samsung tiene su Q-Symphony y LG también potencia esa faceta con WOW Orchestra.
Procesadores con IA. Televisores como el premiado LG T4 lleva ese apellido “AI” en el nombre por algo: para que la tele transparente se vea bien, el procesador debe separar por capas lo qeu es “fondo” de lo que es “objeto principal” en tiempo real para aplicar los efectos de profundidad. No solo eso: nos acercamos cada vez más a ese momento en el que controlar la tele con el mando quizás ya no tenga mucho sentido si los asistentes de IA —como Gemini, que Google ya comienza a “infiltrar” en este segmento— permiten que “charlemos” con nuestro televisor.
Todo es carísimo ahora, pero no lo será siempre. Todas estas nuevas tecnologías están reservadas a modelos exclusivos y que tienen precios desorbitados, pero es algo normal. No todas esas ideas locas acaban llegando al mercado masivo, pero las que lo hacen precisamente permiten que podamos acceder a todas esas funciones de forma cada vez más accesible. La innovación se acaba democratizando, y eso ocurrirá también con el segmento de los televisores.
En Xataka | He probado a fondo el televisor QD-OLED más avanzado de Samsung y tengo una cosa clara: tiene el mejor panel OLED que existe
– La noticia
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Xataka
por
Javier Pastor
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