Ciencia y Tecnología
Este musgo sobrevivió durante nueve meses en el espacio
Un experimento revela que un musgo terrestre puede sobrevivir al vacío, la radiación y temperaturas extremas del espacio. El hallazgo podría abrir nuevas vías para construir ecosistemas más allá de la Tierra.
Un experimento revela que un musgo terrestre puede sobrevivir al vacío, la radiación y temperaturas extremas del espacio. El hallazgo podría abrir nuevas vías para construir ecosistemas más allá de la Tierra.
Un grupo de científicos reveló que el musgo Physcomitrella patens logró sobrevivir durante nueve meses adherido a la cubierta exterior de la Estación Espacial Internacional (EEI).
La investigación, publicada recientemente en la revista iScience, destaca el potencial de esta planta para futuras misiones espaciales.
“Este estudio demuestra la asombrosa resiliencia de la vida que se originó en la Tierra”, afirma en un comunicado el autor principal, Tomomichi Fujita, de la Universidad de Hokkaido (Japón).
Capacidad de sobrevivir en condiciones extremas
Los musgos son conocidos por prosperar en entornos extremos de la Tierra, desde el Himalaya hasta el Valle de la Muerte, la tundra antártica o campos de lava de volcanes activos.
En palabras de Fujita: “La mayoría de los organismos vivos, incluidos los seres humanos, no pueden sobrevivir ni siquiera brevemente en el vacío del espacio”.
Sin embargo, este musgo ha entregado evidencia “contundente de que la vida que ha evolucionado en la Tierra posee, a nivel celular, mecanismos intrínsecos para soportar las condiciones del espacio”.
El experimento para poner a prueba su resistencia
Para evaluar su resiliencia, los investigadores enviaron esporofitos —estructuras reproductivas que contienen las esporas— al entorno extremo del espacio.
También analizaron otras dos estructuras: protenemata (musgo juvenil) y células madre que emergen bajo estrés, comparando su resistencia.
“Previmos que las tensiones combinadas del espacio, incluyendo el vacío, la radiación cósmica, las fluctuaciones extremas de temperatura y la microgravedad, causarían un daño mucho mayor que cualquiera de ellas por separado”, explica Fujita.
Resultados: supervivencia sorprendente en la EEI
Más del 80 % de las esporas sobrevivió durante 9 meses de exposición en la EEI. Al regresar a la Tierra, un 11 % aún podía reproducirse, demostrando por primera vez que una planta terrestre primitiva soporta una exposición espacial prolongada.
Los investigadores concluyeron que los esporofitos fueron los más resistentes, especialmente frente a la radiación UV, el factor más difícil de superar.
Capacidad de vivir en temperaturas extremas
La estructura que envuelve a la espora actúa como barrera protectora, absorbiendo radiación y preservando el interior, una característica evolutiva del musgo, plantea el estudio.
Las esporas también sobrevivieron a temperaturas de -196 °C durante más de una semana y a 55 °C durante un mes, reforzando la idea de que la cápsula protectora cumple un papel fundamental en su durabilidad.
La misión espacial: del lanzamiento al regreso
En marzo de 2022, los astronautas fijaron al exterior de la EEI cientos de ejemplares del musgo, lugar donde permanecieron expuestos durante 283 días. En enero de 2023, regresaron a la Tierra en la sonda SpaceX CRS-16 para su análisis en laboratorio.
“Esperábamos una supervivencia casi nula, pero el resultado fue el contrario: la mayoría de las esporas sobrevivieron. Nos sorprendió de verdad la extraordinaria durabilidad de estas diminutas células vegetales”, agrega el autor.
Implicaciones para futuras misiones en otros planetas
Los autores estiman que las esporas encapsuladas podrían resistir hasta 5.600 días —unos 15 años— en condiciones espaciales, aunque advierten que se necesitan más datos para obtener cifras más precisas.
Los autores ven este hallazgo como un “punto de partida” para investigar el uso potencial del musgo en sistemas agrícolas en el espacio y abrir nuevas vías para construir ecosistemas más allá de la Tierra.
“En última instancia, esperamos que este trabajo abra una nueva frontera hacia la construcción de ecosistemas en entornos extraterrestres como la Luna y Marte“, concluye Fujita.
Editado por Jose Urrejola, con información de Science Alert, Live Science, Cell Press y The Guardian.
Deutsche Welle: DW.COM – Ciencia y Tecnologia
