El culebrón Nico Williams volvió a encender los ánimos en el Spotify Camp Nou. El extremo del Athletic Club, que por segundo verano consecutivo decidió no fichar por el FC Barcelona, fue recibido con una sonora pitada desde el calentamiento hasta el momento en que abandonó el campo. La afición azulgrana no olvidó las negociaciones fallidas y expresó su descontento de forma clara durante todo el encuentro.
Apenas Nico Williams saltó a calentar, los seguidores azulgranas comenzaron a silbar. El malestar se hizo todavía más evidente cuando el speaker anunció las alineaciones: el nombre del internacional español fue acompañado por un estruendoso abucheo que se repitió en cada balón que tocó.
La grada no distinguió entre la banda derecha o la izquierda; el extremo era silbado sin descanso. Incluso hubo momentos de burla desde las gradas. Cuando falló una ocasión clara, el estadio entonó irónicamente: “Nico quédate, Nico quédate…”. La tensión se mantuvo hasta su sustitución en el minuto 55, que nuevamente fue recibida con una fuerte pitada.
Este capítulo tiene origen en el pasado mercado de verano. Todo apuntaba a que Nico Williams vestiría de azulgrana tras semanas de negociaciones, en un contexto muy similar al vivido en 2024. Sin embargo, los problemas del Barça para garantizar su inscripción frenaron la operación y el futbolista optó por seguir en San Mamés.
Poco después, el Athletic Club anunció oficialmente su renovación, un golpe duro para la planificación deportiva del Barça, que había puesto al extremo como una de sus prioridades del mercado. La decisión también cayó mal entre los aficionados, que ya imaginaban al internacional español formando parte del proyecto de futuro.
Para el Athletic, en cambio, la renovación fue una noticia celebrada. El club logró blindar a uno de sus jugadores más determinantes y envió un mensaje de estabilidad deportiva en medio del interés constante de grandes equipos europeos. Nico Williams, que ha ido creciendo temporada tras temporada, es considerado pieza clave del proyecto de Ernesto Valverde.
El rechazo al Barcelona alimentó aún más la rivalidad y dejó una herida abierta para la afición culé, que lo demostró sin reparos en el duelo más reciente.
La tensión entre Nico Williams y la grada del Camp Nou parece lejos de enfriarse. Cada visita del Athletic promete una atmósfera hostil para el atacante, cuyo nombre seguirá ligado a uno de los grandes culebrones veraniegos del fútbol español.
