Ciencia y Tecnología
La burbuja de la IA es tan obvia que ni siquiera Sundar Pichai o Satya Nadella se esfuerzan en negarla
Lo que pasa con las burbujas es que tenemos la certeza de que hay una solamente cuando estallan. Y con todo esto de la inteligencia artificial, se está hablando mucho sobre si existe una o no en torno a esta tecnología. Desde luego hay indicadores que hacen saltar las alarmas, pero lo curioso es que no hubiésemos creído que dos de los máximos exponentes en contribuir hacia el desarrollo de esta tecnología mantuvieran reservas. Y es que Sundar Pichai, por la parte de Google, y Satya Nadella, de Microsoft, no se han esforzado mucho en negar las dudas.
Irracionalidad. Pichai declaró a la BBC en una entrevista que observa “elementos de irracionalidad” en el mercado actual de la IA y advirtió que ninguna compañía, incluida Google, será inmune si la burbuja estalla. Sus palabras resultan especialmente llamativas porque llegan en un momento en que las acciones de Alphabet se han duplicado en siete meses, alcanzando una capitalización bursátil de 3,5 billones de dólares.
El CEO comparó la situación con la burbuja de Internet de finales de los años 90, reconociendo que aunque hubo una inversión excesiva que acabó en quiebras y despidos, nadie cuestiona hoy el impacto profundo de Internet. “Espero que la IA sea igual. Creo que es tanto racional como que hay elementos de irracionalidad en un momento como este”, explicó.
Cuando los números no cuadran. El escepticismo tiene fundamento en datos concretos. OpenAI, el competidor más visible de Google en este terreno, se ha comprometido a gastar 1,4 billones de dólares en infraestructura durante ocho años mientras espera generar apenas 13.000 millones en ingresos este año. Tal y como comparte el medio Ars Technica, el propio Sam Altman, CEO de OpenAI, reconoció en agosto ante periodistas que los inversores están “demasiado entusiasmados” con los modelos de IA y que “alguien” perderá una “cantidad increíble de dinero”.
Microsoft también muestra las cartas. Por su parte, Satya Nadella ha sido igualmente directo sobre las limitaciones actuales del sector. A comienzos de año ya señalaba que reivindicar que se ha logrado un hito en AGI (inteligencia artificial general) es “solo hackear las pruebas sin sentido”, restando importancia a los benchmarks que tanto marketing generan.
Según Nadella, la verdadera métrica del éxito de la IA debería reflejarse en el producto interior bruto de los países: “Cuando decimos ‘esto es como la revolución industrial’, deberíamos tener ese tipo de crecimiento que provocó la revolución industrial”, explicó, refiriéndose a incrementos del 5-10% en el PIB. Ese crecimiento aún no ha llegado.
Jensen Huang dice exactamente lo contrario. Mientras Pichai y Nadella hablan de irracionalidad, el fundador y CEO de NVIDIA, Jensen Huang, ha presentado resultados espectaculares en el tercer trimestre y zanjó el debate a su manera. “Se ha hablado mucho de una burbuja de la IA. Desde nuestra perspectiva, vemos algo muy diferente”, comentaba. NVIDIA reportó ingresos de 57.000 millones de dólares en su último trimestre, un 62% más que el año anterior, con beneficios netos de 32.000 millones.
Su negocio de centros de datos ha generado 51.200 millones de dólares, un récord impulsado por la venta de sus chips Blackwell. Según Huang, las ventas de estas GPU están “por las nubes” y los chips en la nube están agotados. NVIDIA proyecta además un cuarto trimestre con ingresos de 65.000 millones de dólares.
La IA aún no da dinero. NVIDIA sí gana dinero, mucho dinero, pero lo hace vendiendo las palas durante la fiebre del oro. La inmensa mayoría de empresas que desarrollan grandes modelos de lenguaje están perdiendo dinero de forma espectacular. OpenAI es el ejemplo más evidente, pero no el único. Microsoft, Amazon, Meta y Google están destinando decenas de miles de millones de dólares a construir centros de datos dedicados a la IA en una apuesta colosal cuya rentabilidad no está garantizada.
Para Nadella, lo que la IA necesita es algo equivalente a lo que supusieron Excel y el correo electrónico para el PC, es decir, una app que haga entender a la mayoría de los usuarios cómo usar la IA. En aquella época vimos que el PC tardó bastante hasta encontrar su sitio, sobre todo hasta alcanzar una adopción masiva que transformase procesos reales.
Hay chips pero falta energía para alimentarlos. Además del problema de rentabilidad, existe una limitación física inmediata. Nadella reveló recientemente que el mayor obstáculo no es la falta de chips, sino la energía necesaria para alimentarlos. “Si no puedes hacer algo así [suministrar suficiente energía], tendrás un montón de chips abandonados en el inventario y que no puedes conectar. De hecho, ese es mi problema ahora mismo: no es que no tenga un suministro suficiente de chips: en realidad es el hecho de que no tengo lugares en los que conectarlos”, admitió.
Microsoft, Google y otras grandes tecnológicas están recurriendo a soluciones drásticas como construir sus propias centrales nucleares pequeñas (reactores SMR) para abastecer sus futuros centros de datos. El CEO de ARM, Rene Haas, apuntó que las necesidades energéticas podrían triplicarse, un desafío que pone en cuestión la sostenibilidad de la expansión actual. Desde luego no sabemos cómo va a terminar la cosa, pero nadie duda de que vamos a estar un buen rato entretenidos con ello.
Imagen de portada | Microsoft y Bloomberg
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La noticia
La burbuja de la IA es tan obvia que ni siquiera Sundar Pichai o Satya Nadella se esfuerzan en negarla
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Antonio Vallejo
.
Lo que pasa con las burbujas es que tenemos la certeza de que hay una solamente cuando estallan. Y con todo esto de la inteligencia artificial, se está hablando mucho sobre si existe una o no en torno a esta tecnología. Desde luego hay indicadores que hacen saltar las alarmas, pero lo curioso es que no hubiésemos creído que dos de los máximos exponentes en contribuir hacia el desarrollo de esta tecnología mantuvieran reservas. Y es que Sundar Pichai, por la parte de Google, y Satya Nadella, de Microsoft, no se han esforzado mucho en negar las dudas.
Irracionalidad. Pichai declaró a la BBC en una entrevista que observa “elementos de irracionalidad” en el mercado actual de la IA y advirtió que ninguna compañía, incluida Google, será inmune si la burbuja estalla. Sus palabras resultan especialmente llamativas porque llegan en un momento en que las acciones de Alphabet se han duplicado en siete meses, alcanzando una capitalización bursátil de 3,5 billones de dólares.
El CEO comparó la situación con la burbuja de Internet de finales de los años 90, reconociendo que aunque hubo una inversión excesiva que acabó en quiebras y despidos, nadie cuestiona hoy el impacto profundo de Internet. “Espero que la IA sea igual. Creo que es tanto racional como que hay elementos de irracionalidad en un momento como este”, explicó.
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Cuando los números no cuadran. El escepticismo tiene fundamento en datos concretos. OpenAI, el competidor más visible de Google en este terreno, se ha comprometido a gastar 1,4 billones de dólares en infraestructura durante ocho años mientras espera generar apenas 13.000 millones en ingresos este año. Tal y como comparte el medio Ars Technica, el propio Sam Altman, CEO de OpenAI, reconoció en agosto ante periodistas que los inversores están “demasiado entusiasmados” con los modelos de IA y que “alguien” perderá una “cantidad increíble de dinero”.
Microsoft también muestra las cartas. Por su parte, Satya Nadella ha sido igualmente directo sobre las limitaciones actuales del sector. A comienzos de año ya señalaba que reivindicar que se ha logrado un hito en AGI (inteligencia artificial general) es “solo hackear las pruebas sin sentido”, restando importancia a los benchmarks que tanto marketing generan.
Según Nadella, la verdadera métrica del éxito de la IA debería reflejarse en el producto interior bruto de los países: “Cuando decimos ‘esto es como la revolución industrial’, deberíamos tener ese tipo de crecimiento que provocó la revolución industrial”, explicó, refiriéndose a incrementos del 5-10% en el PIB. Ese crecimiento aún no ha llegado.
Jensen Huang dice exactamente lo contrario. Mientras Pichai y Nadella hablan de irracionalidad, el fundador y CEO de NVIDIA, Jensen Huang, ha presentado resultados espectaculares en el tercer trimestre y zanjó el debate a su manera. “Se ha hablado mucho de una burbuja de la IA. Desde nuestra perspectiva, vemos algo muy diferente”, comentaba. NVIDIA reportó ingresos de 57.000 millones de dólares en su último trimestre, un 62% más que el año anterior, con beneficios netos de 32.000 millones.
Su negocio de centros de datos ha generado 51.200 millones de dólares, un récord impulsado por la venta de sus chips Blackwell. Según Huang, las ventas de estas GPU están “por las nubes” y los chips en la nube están agotados. NVIDIA proyecta además un cuarto trimestre con ingresos de 65.000 millones de dólares.
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Para Nadella, lo que la IA necesita es algo equivalente a lo que supusieron Excel y el correo electrónico para el PC, es decir, una app que haga entender a la mayoría de los usuarios cómo usar la IA. En aquella época vimos que el PC tardó bastante hasta encontrar su sitio, sobre todo hasta alcanzar una adopción masiva que transformase procesos reales.
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Imagen de portada | Microsoft y Bloomberg
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