Felipe Massa ha obtenido su primera victoria en los tribunales británicos. A finales de 2013, el brasileño emprendió acciones legales contra la Fórmula 1, la FIA y sus directivos por la temporada 2008, año en el que perdió el título mundial por un punto ante Lewis Hamilton.
El brasileño pide la anulación del GP de Singapur, en el que Nelson Piquet Jr. se estrelló deliberadamente para permitir la victoria de Fernando Alonso. En esa carrera, Massa acabó fuera de la zona de puntos por un problema al repostar gasolina, al arrancarse la manguera.
El Tribunal Superior de Londres dictaminó este jueves, 20 de noviembre, que la demanda de Massa era admisible, y ahora se celebrará un juicio para determinar la responsabilidad de Bernie Ecclestone, director comercial de la F1 en aquel momento, y de la FIA, presidida por Max Mosley en 2008, por mantener en silencio el escándalo de Singapur por miedo a repercusiones negativas. Pero aunque el clan que rodea al piloto americano se declaró inmediatamente “más decidido y confiado que nunca”, ya sabe que el intento de Massa de recuperar el título mundial no tendrá éxito.
“Si tiene éxito, el Sr. Massa podría, en principio, ser indemnizado por daños y perjuicios por las oportunidades perdidas en su carrera deportiva, pero no se puede pedir al tribunal que revise el resultado del Campeonato del Mundo de Pilotos de Fórmula 1 2008”, dijo el juez, Sir Robert Jay, en un resumen de la decisión que autoriza la continuación del procedimiento judicial. Por lo tanto, el primer título de F1 de Hamilton no se pondrá en tela de juicio.
Los estatutos de la FIA no permiten revisar el resultado de un campeonato una vez validado por la Federación al final de cada temporada, por lo que los tribunales ingleses no se pronunciarán sobre este punto. Por otro lado, las reclamaciones de Massa por daños y perjuicios, respecto a las oportunidades salariales perdidas en las temporadas posteriores a 2008, y a los patrocinadores, podrían prosperar.
“El tribunal consideró que el Sr. Massa tenía posibilidades reales de ganar su caso“, declaró el juez en el resumen de su decisión, allanando el camino para un juicio. Éste se centrará en la falta de acción por parte de la FIA en cuanto tuvo conocimiento de lo que se conoció como ‘Crashgate’, cuando los hechos se hicieron públicos en 2009. Esta decisión inicial indica que Massa tiene “una oportunidad real de convencer al Tribunal de que la FIA tenía el poder, y podría decirse que el deber, en estas circunstancias, de investigar faltas graves en virtud de su papel como organismo protector del deporte y de varias disposiciones del Código Deportivo de la FIA”.
La Federación Internacional de Automovilismo no investigó los hechos hasta 2009, tras la publicación definitiva de los resultados de la temporada anterior, pero el juez señala que Max Mosley, ya fallecido, “estaba en posesión de información que aún no era pública” ya a finales de 2008. Indica que la transferencia de esta información “se debió a miembros de la FIA y no al propio Sr. Massa”, pero el procedimiento relativo a una posible conspiración contra él podría mantenerse “ya que no es necesario que el Sr. Massa tenga un derecho contractual directamente exigible” para que se mantenga esta noción.
