Ciencia y Tecnología
Instagram se ha convertido en un bazar chino. Mi última compra es la mejor prueba de ello
Instagram se está convirtiendo en un bazar chino. Y esto no es una crítica, es la definición más fiel de cómo las empresas están aprovechando la plataforma para hacerse de oro vendiendo productos que proceden de proveedores chinos como Alibaba. El escaparate cool y aspiracional de Instagram se está transformando en un bazar donde reina el dropshipping con productos low cost maquillados de rarezas exclusivas.
La fiebre por los objetivos analógicos que simulan el look de las antiguas cámaras desechables son el mejor ejemplo. Con un aliado fiel y un poco de paciencia puedes ir descubriendo, uno a uno, de dónde salen esos productos tan llamativos y aparentemente exclusivos que tratan de vendernos.
Todo comienza con un anuncio (bueno, con muchos). Tres historias, un anuncio. Hemos normalizado desde hace tiempo que Instagram esté repleto de publicidad, algo que las empresas saben de sobra. En mi caso particular, tengo el feed bastante alimentado de contenido relacionado con la fotografía. Y, desde hace meses, estaban bombardeándome con unos anuncios muy concretos.

65.000 seguidores en una de las cuentas y 30.000 en la otra. Colaboraciones con influencers y un producto que, siendo sincero, llamaba muchísimo la atención. Un objetivo con forma de galleta oreo que promete emular el look de las “disposable cameras“, las cámaras desechables con las que puede que hayas jugueteado si tienes algunos años en las espaldas.
Un buen negocio. Una de las empresas vende este producto por 34,95 euros, la otra por 44,95 euros. Teniendo en cuenta que un buen objetivo cuesta más de 1.000 euros y que hasta los objetivos kit más mediocres superan los 100 euros, parece todo un chollo.
Un producto económico, divertido y diferente, fuera del catálogo de las grandes marcas de cámaras. Como buen español, mi primera reacción fue preguntarme si podría salirme aún más económico.
Google Lens, mi mejor aliado. Llevo tiempo obsesionado con pasarle Google Lens a todo producto del que deduzco procedencia china. Desde motos eléctricas que se venden en España por miles de euros y cuestan apenas 600 dólares en Alibaba a… objetivos con forma de galleta oreo y características clónicas a las de las marcas que los anuncian.

No tardé ni cinco segundos en encontrar el objetivo en AliExpress.
14 euros. Es lo que cuesta comprar un objetivo oreo en AliExpress. Uno con focal fija 32mm y apertura f/10. El objetivo que venden sus rivales instagrammers es también un 32mm, en este caso con f/11 según describen. Es algo imposible de comprobar, ya que este objetivo no tiene pines electrónicos, no se comunica con la cámara (es literalmente ponerle un plástico delante al sensor) y no ofrece datos sobre focal ni apertura.

Objetivo “de marca” | Objetivo de AliExpress. Cada cual que saque sus propias conclusiones.
No digo que sean lo mismo, pero son lo mismo. El e-commerce a través de plataformas como Shopify es un bien para el usuario. Compras un producto con envío rápido, garantías del vendedor y un packaging probablemente más atractivo que el plastiquito en el que AliExpress entrega sus productos. La cuestión de peso está en pagar el doble o el triple por el mismo producto.

El objetivo da lo que promete, por cierto.
En Instagram no se vende producto, se vende narrativa. Instagram es, con diferencia, uno de los mejores escaparates para vender producto económico con márgenes amplios. Perfiles vestidos de aspiraciones anheladas por los usuarios, colaboraciones con influencers.
El algoritmo, además, es su mejor cómplice ajustando los anuncios de forma quirúrgica. Fotografía, motor, cocina, tecnología. Todos y cada uno de los posibles escaparates tiene un enorme mercado de productos en Alibaba fáciles de envolver.
Instagram ya no es una red social. Es un marketplace con estética de red social. Una plataforma perfecta para el dropshipping de alto margen, disfrazado de marca con valores alineados con tu target.
Imagen | Xataka
–
La noticia
Instagram se ha convertido en un bazar chino. Mi última compra es la mejor prueba de ello
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Ricardo Aguilar
.
Instagram se está convirtiendo en un bazar chino. Y esto no es una crítica, es la definición más fiel de cómo las empresas están aprovechando la plataforma para hacerse de oro vendiendo productos que proceden de proveedores chinos como Alibaba. El escaparate cool y aspiracional de Instagram se está transformando en un bazar donde reina el dropshipping con productos low cost maquillados de rarezas exclusivas.
La fiebre por los objetivos analógicos que simulan el look de las antiguas cámaras desechables son el mejor ejemplo. Con un aliado fiel y un poco de paciencia puedes ir descubriendo, uno a uno, de dónde salen esos productos tan llamativos y aparentemente exclusivos que tratan de vendernos.
Todo comienza con un anuncio (bueno, con muchos). Tres historias, un anuncio. Hemos normalizado desde hace tiempo que Instagram esté repleto de publicidad, algo que las empresas saben de sobra. En mi caso particular, tengo el feed bastante alimentado de contenido relacionado con la fotografía. Y, desde hace meses, estaban bombardeándome con unos anuncios muy concretos.
65.000 seguidores en una de las cuentas y 30.000 en la otra. Colaboraciones con influencers y un producto que, siendo sincero, llamaba muchísimo la atención. Un objetivo con forma de galleta oreo que promete emular el look de las “disposable cameras”, las cámaras desechables con las que puede que hayas jugueteado si tienes algunos años en las espaldas.
Un buen negocio. Una de las empresas vende este producto por 34,95 euros, la otra por 44,95 euros. Teniendo en cuenta que un buen objetivo cuesta más de 1.000 euros y que hasta los objetivos kit más mediocres superan los 100 euros, parece todo un chollo.
Un producto económico, divertido y diferente, fuera del catálogo de las grandes marcas de cámaras. Como buen español, mi primera reacción fue preguntarme si podría salirme aún más económico.
Google Lens, mi mejor aliado. Llevo tiempo obsesionado con pasarle Google Lens a todo producto del que deduzco procedencia china. Desde motos eléctricas que se venden en España por miles de euros y cuestan apenas 600 dólares en Alibaba a… objetivos con forma de galleta oreo y características clónicas a las de las marcas que los anuncian.
No tardé ni cinco segundos en encontrar el objetivo en AliExpress.
14 euros. Es lo que cuesta comprar un objetivo oreo en AliExpress. Uno con focal fija 32mm y apertura f/10. El objetivo que venden sus rivales instagrammers es también un 32mm, en este caso con f/11 según describen. Es algo imposible de comprobar, ya que este objetivo no tiene pines electrónicos, no se comunica con la cámara (es literalmente ponerle un plástico delante al sensor) y no ofrece datos sobre focal ni apertura.
Objetivo “de marca” | Objetivo de AliExpress. Cada cual que saque sus propias conclusiones.
No digo que sean lo mismo, pero son lo mismo. El e-commerce a través de plataformas como Shopify es un bien para el usuario. Compras un producto con envío rápido, garantías del vendedor y un packaging probablemente más atractivo que el plastiquito en el que AliExpress entrega sus productos. La cuestión de peso está en pagar el doble o el triple por el mismo producto.
El objetivo da lo que promete, por cierto.
En Instagram no se vende producto, se vende narrativa. Instagram es, con diferencia, uno de los mejores escaparates para vender producto económico con márgenes amplios. Perfiles vestidos de aspiraciones anheladas por los usuarios, colaboraciones con influencers.
El algoritmo, además, es su mejor cómplice ajustando los anuncios de forma quirúrgica. Fotografía, motor, cocina, tecnología. Todos y cada uno de los posibles escaparates tiene un enorme mercado de productos en Alibaba fáciles de envolver.
Instagram ya no es una red social. Es un marketplace con estética de red social. Una plataforma perfecta para el dropshipping de alto margen, disfrazado de marca con valores alineados con tu target.
Imagen | Xataka
En Xataka | Si compras en una web, lo más probable es que sea Shopify: cómo tres amigos devoraron la industria del ecommerce
– La noticia
Instagram se ha convertido en un bazar chino. Mi última compra es la mejor prueba de ello
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Ricardo Aguilar
.
