La marca de los diapasones se ha pasado la temporada dividiéndose en dos, por más que los esfuerzos en el prototipo actual hayan ido basculando progresivamente hacia la moto de la próxima generación; esa que incorpora el motor de cuatro cilindros en V, con la que está previsto que compitan los cuatro pilotos a partir del año que viene. Como es lógico, un cambio de tal naturaleza –no es solo el propulsor, sino la moto entera– requiere mucha atención por parte de la compañía.
Y eso va en detrimento de la mejora del vigente prototipo, que debería pasar al museo de la fábrica de Iwata a partir de este domingo, cuando finalice el Mundial. La última carrera del curso, en Cheste, es una especie de trámite para Yamaha y sus corredores, entre los que se cuenta Fabio Quartararo, el único que ha encontrado la fórmula para exprimir todo el jugo de esa M1 en momentos puntuales como las cinco poles que acumula, el podio de Jerez y el casi triunfo de Silverstone.
“No fue el mejor día. Me costó mucho encontrar buenas sensaciones a pesar de que cambiamos varias cosas. A ver si mañana [por el sábado] encontramos algo, porque ni siquiera a una vuelta tengo confianza; estamos lejos“, resumió el francés, que finalizó el ensayo de la Práctica, el importante, en la décima plaza, la última que da el pase directo a la Q2. En una de las pistas más cortas del calendario (cuatro kilómetros), el piloto de Niza se quedó a cuatro décimas de Pedro Acosta, el más rápido, y aventajó en solo media décima a Brad Binder, el primero de los que deberán pasar por la Q1.
“Tenemos problemas con la parte delantera de la moto. En la curva 1 es como si pilotara sobre mojado; no puedo girar, no puedo frenar tarde. Será difícil encontrar algo porque lo hemos probado todo. La base de las dos últimas carreras no es la que mejor funciona aquí“, prosiguió el #20, que en un momento del entrenamiento tuvo que parar, cambiar de moto y también de mono, al quedar empapado con la gasolina que salía de alguna parte de su prototipo: “Me fui a cambiar porque no quería arder en plena recta”.
Pasar por una etapa tan complicada deportivamente hablando como le ha tocado vivir en los últimos años al campeón del mundo de 2021 no es nada fácil. Sin embargo, la frustración evidente que proyectaba hasta principios de este ejercicio dio paso a un Quartararo mucho más zen. “Estoy pilotando muy bien. Incluso cuando no me siento cómodo voy bastante rápido, lo suficiente como para meterme en la Q2“, finalizó el de Yamaha, que en esta ocasión fue el segundo mejor colocado del fabricante, por detrás de Jack Miller, sexto.
