El crecimiento de Andrea Kimi Antonelli en Mercedes está siendo una de las historias más curiosas de la temporada. El italiano, que llegó con apenas 18 años para ocupar el asiento que dejó vacío Lewis Hamilton, ha pasado de estar desbordado por la presión a comenzar a mirar de tú a tú a George Russell.
Y claro, eso en un equipo como Mercedes siempre tiene consecuencias… incluso en la relación dentro del box.
El GP de Brasil fue el mejor fin de semana de Antonelli desde que debutó en Fórmula 1: se clasificó por delante de su compañero, fue segundo en carrera y firmó su segundo podio del año. Pero más allá del resultado, lo que realmente dio que hablar fueron sus palabras después del podio.
En una entrevista con Sky Sports F1, el joven piloto soltó una frase que dejó a más de uno con la ceja levantada: “Mi relación con George está cambiando, sin duda. Es normal que no esté contento cuando termina detrás de mí porque no le gusta perder, igual que yo nunca estoy contento cuando voy por detrás. La relación ha cambiado y seguirá cambiando, pero hay mucho respeto entre nosotros y una gran dinámica en el equipo, porque nos exigimos mutuamente”.
No es habitual escuchar algo así en la Fórmula 1 moderna, donde los pilotos suelen cuidar cada palabra para no incomodar al equipo. Pero Antonelli, todavía con esa mezcla de inocencia y sinceridad propia de quien no lleva ni un año en el ‘Gran Circo’, no tuvo reparos en reconocer que la relación con Russell ya no es la misma.
Y es que la dinámica entre ambos ha dado un giro en las últimas semanas. Durante buena parte del año, Russell arrasó con dos victorias, ocho podios y más de 276 puntos en el bolsillo, mientras que Antonelli sobrevivía como podía entre altibajos y errores propios de un novato.
Pero el panorama ha cambiado: el italiano encadena dos fines de semana consecutivos —México y Brasil— terminando por delante del británico. En Interlagos, además, Russell reconoció que había sido “uno de sus peores fines de semana” con Mercedes.
Antonelli, por su parte, saborea el momento, pero lo hace con la cabeza en su proceso de aprendizaje. “Vengo de un momento positivo. Incluso en México las cosas salieron bien, aunque el resultado no reflejó nuestro potencial. La diferencia este fin de semana fue que logramos que todo funcionara a la perfección, hasta los detalles”, añadió.
Más allá de la lectura deportiva, las declaraciones del italiano reflejan otra cosa: que en Mercedes hay un cambio generacional en marcha. Antonelli representa el futuro, pero aún tiene mucho que demostrar. Russell, mientras tanto, atraviesa su mejor año en Fórmula 1 y no parece dispuesto a ceder el liderazgo sin luchar.
En otras palabras: la “gran familia Mercedes” parece haber perdido un poco de ese espíritu zen que tanto le gusta vender a Toto Wolff. Y, si Antonelli sigue apretando a Russell en pista, esa relación que “ha cambiado” puede que todavía tenga varios capítulos por escribir.
