Quién durmió peor anoche en F1 tras Brasil: Lewis Hamilton

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Queridos lectores,

La lista es cada vez más larga. La lista de carreras en las que Lewis Hamilton no ha terminado en el podio con Ferrari.

Si lo consigue en algún momento (algo que creo firmemente que ocurrirá como muy tarde en 2026), será el poseedor de un récord que nunca quiso tener: será el piloto de Ferrari que más tardó en lograr su primer podio.

Claro, eso sería mejor que los pilotos que nunca han subido al podio con Ferrari, pero sigue siendo indigno de un siete veces campeón del mundo.

Hablando de indigno: yo no describiría el Gran Premio de Sao Paulo de forma diferente desde el punto de vista de Hamilton. Fuera en la Q2, dos colisiones en la vuelta 1, abandono.

¡Otra vez Piastri no!

En realidad tenía una idea diferente para esta columna antes de la carrera, porque no me gusta ir con los grandes nombres. En realidad, quería atribuirle una mala noche a Jack Doohan, porque la ampliación del contrato de Franco Colapinto debe haber sido el siguiente puñetazo en las tripas para él.

Doohan sólo disputó seis carreras y fue sustituido temporalmente por el argentino. La sustitución temporal se convirtió en permanente, aunque las prestaciones de Colapinto no fueron ni un ápice mejores que las de Doohan.

Pero gracias a patrocinadores económicamente fuertes, Colapinto también estará en Alpine en 2026 y Doohan puede estar seguro de que la puerta de las carreras está cerrada para él en ese equipo… y probablemente en la Fórmula 1 en su conjunto.

Sin embargo, la carrera del domingo ha arrojado otros dos candidatos: Oscar Piastri, por supuesto, que perdió terreno en el campeonato en otra colisión tras el accidente en la sprint y ahora ya no puede ser campeón del mundo por sus propios medios. Pero ahora que McLaren ha sido protagonista de esta columna cuatro veces seguidas, se necesitaba otra idea.

Y Lewis Hamilton puso la solución en bandeja de plata:”Es una pesadilla y llevo tiempo viviéndola”, dijo tras la carrera. Y quien tiene una pesadilla naturalmente no puede dormir bien.

Hamilton lo sabía de antemano: iba a ser malo

En realidad, el último sueño de la carrera del campeón del mundo récord iba a hacerse realidad en Maranello: un sueño positivo, no una pesadilla. Pero, según sus propias declaraciones, actualmente oscila entre uno y otro.

Por un lado, sigue siendo “un sueño pilotar para este gran equipo”, pero por otro, los resultados semanales son el tipo de pesadilla que te hace querer despedir al hombre de arena antes de dejar que te tire arena a los ojos.

Y Sao Paulo se une ahora a esas amargas filas. Un mediocre séptimo puesto en la sprint fue lo mejor que Interlagos pudo ofrecer a Hamilton. Sin embargo, no logró entrar en la tercera zona ni en la clasificación del sábado ni en la del sprint del viernes.

Tras el 13º puesto en la clasificación principal, volvimos a ver a un Lewis Hamilton pensativo, que admitió que mentalmente “no estaba nada bien”.

Y pronunció la siguiente frase: “Probablemente va a ser otro fin de semana perdido”.

Eso podría describirse como una “profecía autocumplida”. Hamilton ya esperaba un mal domingo, así que estaba destinado a suceder.

Dos colisiones en la primera vuelta

Pero en realidad fue aún peor. La carrera del piloto de Ferrari estaba básicamente acabada tras la primera curva cuando colisionó con su predecesor en la Scuderia, Carlos Sainz. Bueno, puede pasar.

Pero lo que intentó hacer después en la recta de meta sigue siendo un misterio para mí. No puedo entender por qué un siete veces campeón del mundo simplemente chocaría con un rival tan bruscamente como lo hizo ahí con Franco Colapinto.

¿Quería remontar demasiado rápido después del contratiempo en la curva 1 o ya se había retirado mentalmente de la carrera? Sólo él mismo podrá responder a esa pregunta, pero lo cierto es que la escena encaja bien con el panorama actual de Hamilton y Ferrari.

El resto de la carrera se desarrolló en la parte trasera de la parrilla, hasta que llegó el momento en el que no tenía ninguna posibilidad de acabar en los puntos, y se retiró.

Hamilton aparcó su Ferrari en el garaje, poniendo fin prematuramente a la 21ª carrera de la temporada. Otra vez sin podio.

¿Salir de la espiral negativa?

“No nos rendimos”, enfatizó audazmente tras la carrera, aunque puede no haberse referido al domingo.

Pero, ¿mejorarán las cosas en las tres últimas carreras de la temporada? Tengo mis dudas. “Llegados a este punto, sólo tengo que creer que al final saldrá algo bueno de todos los momentos difíciles por los que estamos pasando”, dice Hamilton. Tengo mis dudas sobre si realmente piensa eso.

En realidad, la frase lo dice muy bien: “TENGO que creer”. Como una compulsión externa.

Pero si no recupera la fuerza interior que le caracterizó en Mercedes durante años, la lista hasta su primer podio se hará más larga. Y más larga. Y más larga. Y más.

Y en algún momento, otro piloto podrá vivir el sueño (de pesadilla) de Ferrari. Por ejemplo, alguien que terminó sexto con el Haas el domingo.

Atentamente

Norman Fischer