Ciencia y Tecnología
Las cartas de presentación fueron un tesoro para los reclutadores, hasta que la IA las convertido en papel mojado
La IA prometió agilizar los procesos de contratación de personal, pero tras un periodo de uso intensivo de la IA tanto por parte de las empresas como de los candidatos, se ha demostrado que está más roto que nunca.
Una prueba más de esa degradación son las cartas de presentación que, si bien antes de la llegada de los modelos de IA suponía un claro factor diferenciador, en la actualidad carece de todo valor, tal y como ha demostrado un estudio de la Universidad de Princeton y del Dartmouth College.
Las cartas de presentación marcaban diferencias. El estudio ‘Making Talk Cheap: generative AI and Labor Market Signaling‘ que han llevado a cabo investigadores de Princeton analizó más de 2,7 millones de propuestas en la plataforma Freelancer.com antes y después de la implantación de los modelos LLM de generación de texto para crear estas cartas de presentación.
Su conclusión es que, antes de usar la IA, adjuntar una carta de presentación bien redactada y que mostrara interés y conocimiento del puesto y la empresa a la que se postulaba, incrementaba considerablemente las opciones de contratación porque los reclutadores percibían que ese era un candidato muy capaz.
Ahora son papel mojado. Sin embargo, a medida que se ha ido extendiendo el uso de herramientas de IA para generar esas cartas de presentación, se ha ido mejorando la apreciación de la calidad por lo que los candidatos en top 20% de habilidad de escritura tenían un 19% menos de probabilidades de ser contratados, mientras que los del 20% más bajo incrementaban sus probabilidades un 14%.
Dicho de otro modo, los empleadores dejaron de asociar una carta bien escrita con un candidato competente. Eso ha hecho que el factor diferenciador que antes aportaba una carta de presentación bien redactada se haya esfumado, reduciendo la curva de posibilidades entre los candidatos mejor formados y los que no lo están tanto.

Las cartas presentadas antes de los modelos LLM tenían más opciones de ser contratados que las post- LLM
La IA dificulta la contratación. El efecto observado en las cartas de presentación se ha hecho extensiva a otros ámbitos de la selección de personal, ya que la IA distorsiona las capacidades reales de los candidatos. Es cierto que su uso eleva la percepción de calidad de los candidatos, pero al elevarse la calidad media del conjunto, las empresas comenzaron a confiar menos en la información que aportaban las candidaturas.
El estudio ‘¿La IA devalúa la comunicación? Teoría y evidencia del emprendimiento y la contratación a nivel global’ llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Columbia y Yeshiva, encontró un patrón similar en procesos de selección y emprendimiento: el acceso a IA redujo entre un 4 % y un 9 % la precisión con que los reclutadores identificaban a los mejores perfiles para cubrir una determinada vacante.
Si todo es bueno, nada es bueno. Durante décadas, una carta bien adaptada a la oferta servía como prueba de interés y compromiso por parte de los candidatos. En economía laboral, esto se conoce como “señalización”: el candidato transmite su esfuerzo mediante la calidad del texto. Los modelos generativos han tirado por tierra esa señal.
El metaanálisis ‘El papel de la inteligencia artificial en la selección de personal’ concluyó que la automatización de los procesos de selección con IA está erosionando las señales tradicionales de mérito que se transmitían a través de las cartas de presentación, correos o candidaturas que recibían los departamentos de contratación y recursos humanos. En ese sentido, si bien es cierto que la IA ha democratizado la competencia en la búsqueda de empleo, también ha hecho menos visible el talento genuino.
¿Quién hay detrás del algoritmo? La actual degradación de esas “pistas” que permitía a los reclutadores localizar al mejor talento, obliga a buscar nuevas formas de evaluación de los candidatos. Tal y como apuntaban desde la plataforma de empleo tecnológico Manfred, el uso de IA ha multiplicado el número de candidaturas, pero la calidad percibida no ha mejorado en al mismo ritmo.
Por ese motivo, muchas empresas están optando por implementar más pruebas prácticas y entrevistas presenciales en sus procesos de selección. Es decir, eliminar de la ecuación la presencia de la IA para el último tramo del proceso de selección. La incógnita de esa práctica es saber cuánto talento ha sucumbido al filtrado de currículums de la IA previo a esa primera entrevista cara a cara.
En Xataka | Jeff Bezos asegura que hay un tipo de empleado que nunca podrá ser reemplazado por una IA: los inventores
Imagen | Unsplash (Vitaly Gariev)
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La noticia
Las cartas de presentación fueron un tesoro para los reclutadores, hasta que la IA las convertido en papel mojado
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
.
La IA prometió agilizar los procesos de contratación de personal, pero tras un periodo de uso intensivo de la IA tanto por parte de las empresas como de los candidatos, se ha demostrado que está más roto que nunca.
Una prueba más de esa degradación son las cartas de presentación que, si bien antes de la llegada de los modelos de IA suponía un claro factor diferenciador, en la actualidad carece de todo valor, tal y como ha demostrado un estudio de la Universidad de Princeton y del Dartmouth College.
Las cartas de presentación marcaban diferencias. El estudio ‘Making Talk Cheap: generative AI and Labor Market Signaling’ que han llevado a cabo investigadores de Princeton analizó más de 2,7 millones de propuestas en la plataforma Freelancer.com antes y después de la implantación de los modelos LLM de generación de texto para crear estas cartas de presentación.
Su conclusión es que, antes de usar la IA, adjuntar una carta de presentación bien redactada y que mostrara interés y conocimiento del puesto y la empresa a la que se postulaba, incrementaba considerablemente las opciones de contratación porque los reclutadores percibían que ese era un candidato muy capaz.
En Xataka
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Dicho de otro modo, los empleadores dejaron de asociar una carta bien escrita con un candidato competente. Eso ha hecho que el factor diferenciador que antes aportaba una carta de presentación bien redactada se haya esfumado, reduciendo la curva de posibilidades entre los candidatos mejor formados y los que no lo están tanto.
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La IA dificulta la contratación. El efecto observado en las cartas de presentación se ha hecho extensiva a otros ámbitos de la selección de personal, ya que la IA distorsiona las capacidades reales de los candidatos. Es cierto que su uso eleva la percepción de calidad de los candidatos, pero al elevarse la calidad media del conjunto, las empresas comenzaron a confiar menos en la información que aportaban las candidaturas.
El estudio ‘¿La IA devalúa la comunicación? Teoría y evidencia del emprendimiento y la contratación a nivel global’ llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Columbia y Yeshiva, encontró un patrón similar en procesos de selección y emprendimiento: el acceso a IA redujo entre un 4 % y un 9 % la precisión con que los reclutadores identificaban a los mejores perfiles para cubrir una determinada vacante.
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El metaanálisis ‘El papel de la inteligencia artificial en la selección de personal’ concluyó que la automatización de los procesos de selección con IA está erosionando las señales tradicionales de mérito que se transmitían a través de las cartas de presentación, correos o candidaturas que recibían los departamentos de contratación y recursos humanos. En ese sentido, si bien es cierto que la IA ha democratizado la competencia en la búsqueda de empleo, también ha hecho menos visible el talento genuino.
¿Quién hay detrás del algoritmo? La actual degradación de esas “pistas” que permitía a los reclutadores localizar al mejor talento, obliga a buscar nuevas formas de evaluación de los candidatos. Tal y como apuntaban desde la plataforma de empleo tecnológico Manfred, el uso de IA ha multiplicado el número de candidaturas, pero la calidad percibida no ha mejorado en al mismo ritmo.
Por ese motivo, muchas empresas están optando por implementar más pruebas prácticas y entrevistas presenciales en sus procesos de selección. Es decir, eliminar de la ecuación la presencia de la IA para el último tramo del proceso de selección. La incógnita de esa práctica es saber cuánto talento ha sucumbido al filtrado de currículums de la IA previo a esa primera entrevista cara a cara.
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Imagen | Unsplash (Vitaly Gariev)
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