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Ciencia y Tecnología

Si falta mano de obra en el campo, hay quien ya tiene la solución: un robot temporero con IA, drones y sin derechos laborales

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Si falta mano de obra en el campo, hay quien ya tiene la solución: un robot temporero con IA, drones y sin derechos laborales

El “nos comen los robots” está lejos para algunos puestos de trabajo. En otros, hace tiempo que ese escenario de ciencia ficción se convirtió en una realidad. Cada vez es más habitual ver que grandes almacenes están operados por robots y que las máquinas automatizadas o por control remoto se han hecho un hueco en un marco en el que falta mano de obra. El campo no escapa de esa realidad y en un país tan dependiente de la agricultura como España, ya hay quien prueba temporeros autónomos con inteligencia artificial que trabajan sin descanso.

Y la polémica está servida.

Temporero con IA. Hace unos días tuvo lugar el XXX Jornadas Frutícolas del IRTA, un encuentro en el que empresas agricultoras exponen las novedades técnicas para el sector. Uno de los participantes fue Moreno Intec del Pla, distribuidora y fabricante de maquinaria agrícola especializada en la cosecha de fruta que tiene en su haber la Tecnofruit: una plataforma de recolección con cintas transportadoras en las que los trabajadores humanos sitúan la fruta de manera manual. En el evento de este año, la empresa ha presentado un robot que lleva cuatro años en desarrollo.

Se trata de una especie de contenedor enorme que cuenta con los depósitos de fruta, depósito diésel, motor y ruedas, pero que en su parte superior tiene enganchados ocho drones. Cada uno de ellos está armado con un brazo que utilizan para recoger la fruta (manzanas, en este caso) y colocarla en los contenedores. ¿La principal ventaja? No se cansan y cada unidad cuenta con iluminación integrada para continuar el trabajo, sea la hora del día que sea.

robot temporero

Cómo funciona. Cada dron cuenta con cámaras que permiten identificar los ejemplares, y un sistema de inteligencia artificial se encarga de analizar si la pieza se ajusta a los parámetros predefinidos por el agricultor. Ese sistema puede configurarse para cosechar todas las unidades o para discriminar en función del tamaño o el color, y aunque tiene control remoto para que una sola persona pueda controlar hasta cinco cosechadoras con la tablet, el funcionamiento es autónomo.

Aparte de la recolección, también puede realizar otras funciones como la eliminación selectiva de frutos pequeños y, aunque actualmente el sistema utiliza un motor diésel con el objetivo de garantizar una larga autonomía, hay planes para crear versiones electrificadas.

robot temporero

Costes y mano de obra. Lluís Asín es el responsable del programa de Fruticultura del IRTA y, como leemos en Segre, comenta que sistemas así suponen “un salto importante en la competitividad del sector”. Afirma que entre el 30% y el 40% del coste de producción de una plantación corresponde a la cosecha y que plataformas como esta pueden ayudar a mejorar la rentabilidad de los campos.

Y, claro, el debate está encima de la mesa porque el robot llega para sustituir, directamente, a la mano de obra humana. Sergi Moreno es el director técnico de Tallers Moreno, impulsores de este robot, y asegura que “sustituye la parte humana del proceso. Cada dron actúa como si fuera una persona, pero con la capacidad de operar de día y de noche sin descanso”.

Continúa apuntando que “el principal problema del sector es la falta de mano de obra en el momento de la cosecha”, pero no es perfecto y se puede ver en el vídeo de demostración: “todavía no se ha alcanzado la misma productividad que en el trabajo manual”.

Impulso japonés. Ahora bien, Moreno tiene claro que “el futuro del campo pasa por esta automatización”, y aunque Tallers Moreno han sido los impulsores, el robot tiene el impulso de Kubota Corporation. Se trata de un fabricante japonés de maquinaria agrícola que está desarrollando y comercializando drones autónomos para la cosecha de la fruta y el cuidado de las plantaciones.

No es raro que propuestas así vengan desde Japón, ya que el país atraviesa una profunda crisis de natalidad que está afectando a todos los sectores de la sociedad, y el trabajo en el campo no queda al margen de esto. Esa automatización, además de reducir los costes de mano de obra un 30% (cifra que coincide con la estimación de IRTA), permite aumentar la altura de los árboles para que produzcan más y afirman que el retorno de la inversión se produce en apenas tres semanas.

robot temporero

Mundial. El desarrollo de esta maquinaria no es aislado y Kubota está trabajando mano a mano con la empresa israelí Tevel Aerobotics Technologies. Como en muchos otros países, Israel tiene un problema con la mano de obra agrícola, por lo que está buscando acelerar el desarrollo de estos drones autónomos. Es uno de los epicentros tanto del desarrollo como de las pruebas, pero hay otros países involucrados.

  • En Estados Unidos, estados como California o Washington ya están integrando drones en la recolección de frutas y lechuga.
  • En Europa, Italia y España tienen en marcha programas piloto de recolección y también están creando plataformas de desarrollo y colaboración, como la de Tallers Moreno.
  • Chile está valorando la implementación para explotaciones de manzanas y uva.

Debate. Hay otros países en los que se están bien desarrollando o valorando el poner a trabajar a los drones, y el debate está servido por el motivo que puedes imaginar: es algo que viene a sustituir, directamente, al trabajador humano. Ya hay voces que advierten de un futuro en el que la mayoría de estos trabajos estacionales serán absorbidos por la automatización local, amenazando el sustento de miles de trabajadores por todo el mundo.

Además, hay quien apunta a un acceso desigual debido a que serán las grandes productoras las que, con más medios, accederán a esa maquinaria, estrangulando más a las pequeñas plantaciones. También está el argumento contrario, el que defiende la mano de obra robótica, apuntando que no hay quien quiera trabajar en el campo y que se crearán nuevos empleos, con personas que tendrán que formarse para controlar y mantener estos robots.

Continuamente hablamos sobre robots en instalaciones como megafábricas de coches, grandes almacenes de empresas como Amazon y hasta en cocina, pero ahora el campo puede ser ese lugar en el que los robots realicen otro sorpasso silencioso. Aunque habrá que ver si la velocidad de recolección mejora, porque actualmente está lejos de ser óptima.

Imágenes | Tevel

En Xataka | No puedes subir al metro de Madrid con un patinete eléctrico. En el de China, los robots ya son un pasajero más


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Si falta mano de obra en el campo, hay quien ya tiene la solución: un robot temporero con IA, drones y sin derechos laborales

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Alejandro Alcolea

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​El “nos comen los robots” está lejos para algunos puestos de trabajo. En otros, hace tiempo que ese escenario de ciencia ficción se convirtió en una realidad. Cada vez es más habitual ver que grandes almacenes están operados por robots y que las máquinas automatizadas o por control remoto se han hecho un hueco en un marco en el que falta mano de obra. El campo no escapa de esa realidad y en un país tan dependiente de la agricultura como España, ya hay quien prueba temporeros autónomos con inteligencia artificial que trabajan sin descanso.

Y la polémica está servida.

Temporero con IA. Hace unos días tuvo lugar el XXX Jornadas Frutícolas del IRTA, un encuentro en el que empresas agricultoras exponen las novedades técnicas para el sector. Uno de los participantes fue Moreno Intec del Pla, distribuidora y fabricante de maquinaria agrícola especializada en la cosecha de fruta que tiene en su haber la Tecnofruit: una plataforma de recolección con cintas transportadoras en las que los trabajadores humanos sitúan la fruta de manera manual. En el evento de este año, la empresa ha presentado un robot que lleva cuatro años en desarrollo.

Se trata de una especie de contenedor enorme que cuenta con los depósitos de fruta, depósito diésel, motor y ruedas, pero que en su parte superior tiene enganchados ocho drones. Cada uno de ellos está armado con un brazo que utilizan para recoger la fruta (manzanas, en este caso) y colocarla en los contenedores. ¿La principal ventaja? No se cansan y cada unidad cuenta con iluminación integrada para continuar el trabajo, sea la hora del día que sea.

Cómo funciona. Cada dron cuenta con cámaras que permiten identificar los ejemplares, y un sistema de inteligencia artificial se encarga de analizar si la pieza se ajusta a los parámetros predefinidos por el agricultor. Ese sistema puede configurarse para cosechar todas las unidades o para discriminar en función del tamaño o el color, y aunque tiene control remoto para que una sola persona pueda controlar hasta cinco cosechadoras con la tablet, el funcionamiento es autónomo.

Aparte de la recolección, también puede realizar otras funciones como la eliminación selectiva de frutos pequeños y, aunque actualmente el sistema utiliza un motor diésel con el objetivo de garantizar una larga autonomía, hay planes para crear versiones electrificadas.

Costes y mano de obra. Lluís Asín es el responsable del programa de Fruticultura del IRTA y, como leemos en Segre, comenta que sistemas así suponen “un salto importante en la competitividad del sector”. Afirma que entre el 30% y el 40% del coste de producción de una plantación corresponde a la cosecha y que plataformas como esta pueden ayudar a mejorar la rentabilidad de los campos.

Y, claro, el debate está encima de la mesa porque el robot llega para sustituir, directamente, a la mano de obra humana. Sergi Moreno es el director técnico de Tallers Moreno, impulsores de este robot, y asegura que “sustituye la parte humana del proceso. Cada dron actúa como si fuera una persona, pero con la capacidad de operar de día y de noche sin descanso”.

Continúa apuntando que “el principal problema del sector es la falta de mano de obra en el momento de la cosecha”, pero no es perfecto y se puede ver en el vídeo de demostración: “todavía no se ha alcanzado la misma productividad que en el trabajo manual”.

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Impulso japonés. Ahora bien, Moreno tiene claro que “el futuro del campo pasa por esta automatización”, y aunque Tallers Moreno han sido los impulsores, el robot tiene el impulso de Kubota Corporation. Se trata de un fabricante japonés de maquinaria agrícola que está desarrollando y comercializando drones autónomos para la cosecha de la fruta y el cuidado de las plantaciones.

No es raro que propuestas así vengan desde Japón, ya que el país atraviesa una profunda crisis de natalidad que está afectando a todos los sectores de la sociedad, y el trabajo en el campo no queda al margen de esto. Esa automatización, además de reducir los costes de mano de obra un 30% (cifra que coincide con la estimación de IRTA), permite aumentar la altura de los árboles para que produzcan más y afirman que el retorno de la inversión se produce en apenas tres semanas.

Mundial. El desarrollo de esta maquinaria no es aislado y Kubota está trabajando mano a mano con la empresa israelí Tevel Aerobotics Technologies. Como en muchos otros países, Israel tiene un problema con la mano de obra agrícola, por lo que está buscando acelerar el desarrollo de estos drones autónomos. Es uno de los epicentros tanto del desarrollo como de las pruebas, pero hay otros países involucrados.

En Estados Unidos, estados como California o Washington ya están integrando drones en la recolección de frutas y lechuga.En Europa, Italia y España tienen en marcha programas piloto de recolección y también están creando plataformas de desarrollo y colaboración, como la de Tallers Moreno.Chile está valorando la implementación para explotaciones de manzanas y uva.

Debate. Hay otros países en los que se están bien desarrollando o valorando el poner a trabajar a los drones, y el debate está servido por el motivo que puedes imaginar: es algo que viene a sustituir, directamente, al trabajador humano. Ya hay voces que advierten de un futuro en el que la mayoría de estos trabajos estacionales serán absorbidos por la automatización local, amenazando el sustento de miles de trabajadores por todo el mundo.

Además, hay quien apunta a un acceso desigual debido a que serán las grandes productoras las que, con más medios, accederán a esa maquinaria, estrangulando más a las pequeñas plantaciones. También está el argumento contrario, el que defiende la mano de obra robótica, apuntando que no hay quien quiera trabajar en el campo y que se crearán nuevos empleos, con personas que tendrán que formarse para controlar y mantener estos robots.

Continuamente hablamos sobre robots en instalaciones como megafábricas de coches, grandes almacenes de empresas como Amazon y hasta en cocina, pero ahora el campo puede ser ese lugar en el que los robots realicen otro sorpasso silencioso. Aunque habrá que ver si la velocidad de recolección mejora, porque actualmente está lejos de ser óptima.

Imágenes | Tevel

En Xataka | No puedes subir al metro de Madrid con un patinete eléctrico. En el de China, los robots ya son un pasajero más

– La noticia

Si falta mano de obra en el campo, hay quien ya tiene la solución: un robot temporero con IA, drones y sin derechos laborales

fue publicada originalmente en

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por
Alejandro Alcolea

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