Ciencia y Tecnología
Qué implica para Occidente el ascenso científico de China
<p>China toma la delantera en la ciencia internacional: un nuevo estudio muestra cómo está desplazando a Estados Unidos en áreas clave de la investigación y marcando cada vez más la agenda global.</p>
<p>​China toma la delantera en la ciencia internacional: un nuevo estudio muestra cómo está desplazando a Estados Unidos en áreas clave de la investigación y marcando cada vez más la agenda global. </p>
<p><em>Scientia potestas est</em> (El conocimiento es poder). Esta frase fue acuñada por el filósofo inglés Francis Bacon a finales del siglo XVI, cuando <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/inglaterra/t-17412621">Inglaterra</a> se contaba entre las potencias mundiales líderes en ciencia y política. Bacon quería dejar claro a sus contemporáneos el valor estratégico del conocimiento, un principio que sigue siendo válido hasta hoy.</p>
<p>Actualmente, el mapa mundial de la investigación está viviendo un cambio profundo. Según un estudio publicado en la revista <em>Proceedings of the National Academy of Sciences</em> (PNAS), en 2023 los científicos chinos lideraron casi la mitad de las investigaciones conjuntas con colegas estadounidenses. Un dato histórico que refleja el vertiginoso ascenso de este país como potencia científica: ahora marca la agenda de la investigación global.</p>
<h2>Un cambio de poder con nuevos criterios</h2>
<p>Ya no se trata solo de premios Nobel o cantidad de publicaciones. El liderazgo científico se mide con otros parámetros. De unas seis millones de investigaciones analizadas, el 45 por ciento de los proyectos conjuntos entre <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/estados-unidos/t-17411942">Estados Unidos</a> y <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/china/t-17411734">China</a> fueron dirigidos por la parte china en 2023. En 2010, era apenas el 30 por ciento. Si la tendencia continúa, China podría alcanzar a Estados Unidos hacia 2027 o 2028 en campos estratégicos como inteligencia artificial, semiconductores y ciencia de materiales.</p>
<p>También en número de publicaciones el país asiático lleva la delantera. Según el informe más reciente del G20 sobre investigación e innovación, casi 900 000 artículos científicos se publicaron desde ese país, tres veces más que en 2015. En el <em>Nature Index</em>, que evalúa las revistas científicas y médicas más importantes, China ya superó a Estados Unidos. Entre las diez instituciones con más publicaciones en ese índice, siete son chinas.</p>
<p>Mientras tanto, el panorama para Occidente no es alentador: <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/universidad-de-harvard-logra-una-victoria-legal-contra-trump/a-73872933">Harvard</a> sigue liderando la clasificación, pero los puestos del 2 al 9 los ocupan universidades chinas. El <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/mit/t-38684471">MIT, el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts,</a> aparece recién en el décimo lugar.</p>
<h2>Estrategia, inversión y redes: las claves del avance </h2>
<p>Pekín ha hecho de la ciencia el corazón de su estrategia de desarrollo. Abrió sus instituciones a la cooperación internacional y fomenta activamente el intercambio global. Estudiantes y científicos chinos son incentivados a trabajar en el extranjero, fortaleciendo una red mundial de colaboración.</p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="65622367" data-url="https://static.dw.com/image/65622367_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="Imagen simbólica de inteligencia artificial, cabezas de robots en esferas de colores neón." src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">En inteligencia artificial, Estados Unidos todavía mantiene el liderazgo, pero el gigante asiático avanza con pasos firmes. <small class="copyright">Imagen: Knut Niehus/CHROMORANGE/picture alliance </small></figcaption></figure>
<p>Además, a través de su iniciativa BRI de infraestructura y desarrollo, invierte miles de millones en educación y tecnología para atraer talento extranjero y consolidar lazos académicos. Según la PNAS, China utiliza deliberadamente la diplomacia científica como herramienta de poder.</p>
<h2>Fortalezas y límites del modelo </h2>
<p>Velocidad, inversión masiva y redes coordinadas: esas son las grandes ventajas del sistema chino. En ingeniería, electrónica, física, química y ciencia de materiales, sus resultados son notables.</p>
<p>Sin embargo, el control centralizado también impone límites. China carece aún de innovaciones disruptivas y de la independencia que caracteriza a la ciencia occidental. El éxito puede planificarse; la creatividad, no. En ese sentido, Estados Unidos, con su cultura descentralizada e impulsada por empresas, sigue teniendo ventaja.</p>
<p>A eso se suma que la cooperación internacional se ha vuelto más difícil. Estados Unidos y Europa consideran a China un rival estratégico y las tensiones geopolíticas y económicas de los últimos meses no ayudan.</p>
<h2>La carrera por la inteligencia artificial</h2>
<p>En inteligencia artificial (IA), Estados Unidos mantiene &#8211; por ahora &#8211; el liderazgo, pero el gigante asiático avanza con pasos firmes. Su modelo lingüístico <em>Deepseek</em> demuestra la rapidez y el bajo costo con que sus tecnologías pueden llegar al mercado. Harvard continúa siendo un referente, pero las academias chinas acortan distancias a gran velocidad.</p>
<p>En las solicitudes de patentes de IA, China ya ocupa un rol central. Estados Unidos resiste, mientras Europa queda rezagada incluso con sus mejores instituciones.</p>
<h2>El impacto global: el nuevo orden científico</h2>
<p>El avance del gigante asiático está reconfigurando el equilibrio económico y geopolítico mundial. El país ya marca parte de la agenda global de investigación, mientras Europa pierde terreno en la carrera por las tecnologías del futuro.</p>
<p>Este crecimiento coincide con una etapa de debilidad en Occidente. La investigación estadounidense sufre recortes, polarización política y fuga de talentos. Las políticas de austeridad del <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/trump-donald/t-19445010">presidente Donald Trump</a> y la <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/china-protesta-ante-eeuu-por-revocaci%C3%B3n-de-visas-a-estudiantes/a-72709540">rivalidad</a> abierta entre ambas potencias han reducido los proyectos conjuntos y empujado a muchos científicos hacia China.</p>
<p>Europa tendría que apostar decididamente por una política científica común, más allá de los intereses nacionales. Su diversidad &#8211; de lenguas, culturas y tradiciones &#8211; puede ser una fuente de innovación, no una debilidad.</p>
<p>(md/ms)</p>
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<p>​Deutsche Welle: DW.COM &#8211; Ciencia y Tecnologia</p>