El Tribunal Supremo de Londres acoge esta semana el juicio iniciado por Felipe Massa, en el que el brasileño exige ser reconocido campeón de la F1 de 2008 y reclama cerca de 82 millones de euros por daños y perjuicios. La base del caso se remonta al controvertido Gran Premio de Singapur, más conocido como el Crashgate, cuando Nelson Piquet Jr. colisionó deliberadamente, generando un coche de seguridad que acabó complicando la carrera del piloto de Ferrari.
La FIA, representada por John Mehrzad KC, y la FOM, mediante Anneliese Day KC, han presentado escritos solicitando la desestimación del caso. Según Mehrzad, “la demanda del Sr. Massa es tan tortuosa como excesivamente ambiciosa. Ignora flagrantemente una serie de errores cometidos por él y su equipo, que contribuyeron a su segundo puesto en el Campeonato de Pilotos”.
Por su parte, los abogados de Bernie Ecclestone consideran la acción de Massa un “intento desacertado de reabrir los resultados de 2008”, y advierten que la demanda privaría a Lewis Hamilton de su título histórico, a pesar de que él también estuvo expuesto al accidente de Piquet.
Massa contraataca: el título compartido
Felipe Massa no busca quitarle el título a Hamilton, sino que pretende que ambos pilotos sean reconocidos como campeones, algo inédito en la historia de la F1. Su abogado, Nick di Marco, sostiene que “los documentos presentados por la FIA y la FOM no pueden demostrar que las reclamaciones del Sr. Massa carezcan de perspectivas reales de éxito. Tiene posibilidades reales de éxito en todos los aspectos”.
El punto clave del brasileño es que, durante el periodo de coche de seguridad, la parada de Ferrari salió mal: Massa arrancó la manguera de combustible y perdió posiciones. “Incluso si se excluyera a Alonso por beneficiarse de la maniobra de Renault, Hamilton sumaría solo dos puntos más y Massa seguiría sin puntuar. El único ajuste posible sería declarar la carrera finalizada una vuelta antes del accidente de Piquet”, explican desde su equipo legal.
El trasfondo: errores y oportunidades perdidas
Los abogados de la FIA y Ecclestone insisten en que Massa perdió el mundial principalmente por sus propios errores a lo largo de la temporada: trompos en Malasia y Reino Unido, problemas en boxes y decisiones de carrera cuestionables. Hamilton tampoco estuvo libre de culpa, con incidentes en Bahrein y Canadá, pero según la defensa, el resultado final no puede atribuirse al Crashgate.
El juicio continúa y las audiencias se prolongarán hasta el viernes. La sentencia, sin embargo, podría tardar semanas en conocerse, dejando abierta la posibilidad de que uno de los debates más polémicos de la F1 vuelva a los titulares con un giro inesperado.

 
 
         
 
         
																								
												
												
											 
 
         
 
         
 
         
											 
											 
											 
											 
											 
											 
											 
											 
											 
 
        