El Juego 3 de la Serie Mundial se convirtió en una épica batalla que se extendió por 18 entradas, duró 6 horas y 39 minutos, y culminó con una angustiosa victoria de los Dodgers sobre los Blue Jays. La figura central de este tremendo duelo fue, sin duda, Shohei Ohtani, cuya presencia en el lineup de Los Ángeles obligó al mánager rival a tomar decisiones extremas que terminaron costándole la derrota.
El partido, resuelto por un swing oportuno de Freddie Freeman, pasó a la historia como el segundo más largo en la historia del Dodger Stadium y dejó una serie muy emocionante, pero que aún no se define para nada, ya que desde los Blue Jays avisan que irán por todo.
La actuación de Ohtani fue tan dominante que los lanzadores de Toronto optaron por la cautela hasta el punto del riesgo. El japonés se embasó nueve veces en total, empatando un récord histórico de la MLB, además de conectar dos jonrones y dos dobles, siendo el primer jugador desde 1906 en lograr cuatro extrabases en un juego de Serie Mundial.
El mánager de los Blue Jays, John Schneider, tuvo que justificar la decisión de darle bases por bolas intencionales repetidamente, un enfoque que, si bien evitaba a Ohtani, cargaba las bases en las entradas extras. “Estábamos tratando de lanzarle con cautela… confiamos en que nuestro bullpen ejecute”, explicó Schneider.
“Este grupo estará listo para jugar mañana. Apesta que sea tarde, pero estos muchachos estuvieron en la mentalidad correcta todo el tiempo
John Schneider
Sin embargo, el mánager reconoció la dificultad de la situación: “Es difícil de hacer cuando intentas lanzar una bola y no cae donde quieres”. Finalmente, resumió la estrategia como un reconocimiento al poder del rival: “Después de eso, simplemente le quitas el bate de las manos”.
A pesar de la derrota, que el mánager de los Dodgers, Dave Roberts, calificó como “uno de los mejores juegos de todos los tiempos”, la moral en el vestuario de Toronto se mantuvo alta. Schneider desestimó las sugerencias de agotamiento y prometió que su equipo saldrá con todo para el Juego 4, donde, irónicamente, la magia de Ohtani ahora se mostrará en el montículo.
“No, en absoluto”, respondió Schneider sobre el cansancio. “Este grupo estará listo para jugar mañana. Apesta que sea tarde, pero estos muchachos estuvieron en la mentalidad correcta todo el tiempo… Los Dodgers no ganaron la Serie Mundial hoy, solo ganaron un juego. Y estos muchachos están más que listos para salir”.
Lo cierto es que los Dodgers y Ohtani brillaron en el último partido, pero los Blue Jays mantienen la motivación y no se rendirán hasta que realmente no queden opciones, por lo que no hay dudas de que el próximo partido será igual o más intenso.
