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El primer nido de avispones asiáticos de Andalucía tenía más de siete kilos y miles de larvas a punto de salir. No son buenas noticias

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El primer nido de avispones asiáticos de Andalucía tenía más de siete kilos y miles de larvas a punto de salir. No son buenas noticias

El nido de 7,5 kilos, situado a 10 metros de altura en un pino de Alhaurín de la Torre. Esa mole llena de miles de larvas tiene el dudoso honor de ser el primer nido de avispa asiática detectado en Andalucía. Una especie que, no está de más recordar ha matado a tres personas en Galicia en las últimas dos semanas. 

“Lo hemos cogido a tiempo”, explicaba Álvaro García, de la empresa de control de plagas Lucanus. “Si lo hubiéramos dejado unos días más, cientos de reinas fértiles habrían salido, y eso ya sería imparable”. 

Y sin embargo, el alivio de haber frenado la expansión de la velutina por la comunidad más poblada de España le ha seguido otra cosa: la ansiedad que genera saber que las hemos encontrado de pura casualidad.

¿Cómo que por casualidad? El hallazgo se debió a Eduardo Sáez, el biólogo que posee la finca en la que se ha encontrado el nido. Sáez no es experto en avispas, pero al verlo se dio cuenta de que no era normal y dio la voz de alarma. 

Ante esto, parece inevitable preguntarse no solo qué hubiera pasado si no la hubieran “cogido a tiempo”; sino si realmente ha sido así. ¿Hay no uno sino decenas de nidos de avispas asiáticas madurando en Andalucía sin que nadie se de cuenta?

¿Qué es la Vespa velutina? La Vespa velutina nigrithorax, originaria del sudeste asiático, es una especie invasora que llegó a Europa en 2004. No es difícil identificarla, pero tampoco es algo trivial: es más grande que la avispa común (hasta 3,5 cm), es más oscura y tiene el abdomen casi completamente negro.

Tras expandirse desde Cantabria, País Vasco y Galicia por todo el norte peninsular, va creciendo a un ritmo de 80 kilómetros al año. Además, y por si fuera poco, se alimenta de fruta, abejas y otros animales polinizadores. 

A eso, por supuesto, hay que sumar que este tipo de avispas son especialmente agresivas.

avispas

Didier Descouens

Y ante eso Alhaurín ha tomado una medida desesperada. El municipio malagueño, reconociendo que es incapaz de rastrear todo su término para asegurar que la velutina no está creciendo por otro lado, ha pedido colaboración ciudadana: decenas de vecinos y voluntarios han secundado la llamada y están peinando la zona de Pinos de Alhaurín. 

Esto obviamente comporta riesgos de seguridad (por acercamiento indebido a los nidos) y falsos positivos (que pongan en riesgo otras especies). SIn embargo, la situación es muy complicada.

No hay que olvidar que Málaga lleva ya años luchando contra la Vespa orientalis, sumar la velutina sería un desastre para la apicultura provincial (y para otra media docena de sectores). 

¿Por qué esta urgencia? Porque, como ha demostrado su impacto en el norte de la península y avala la literatura técnica, una vez que entra en un ecosistema erradicarla es casi imposible.  

Y es que los ayuntamientos no tienen equipos propios suficientes para hacer frente a este tipo de amenazas. Sobre todo, en un contexto en el que tanto el cambio climático como la anárquica urbanización se lo han puesto increíblemente fácil.

Un problema que va más allá de la apicultura. Y es que, como decía, en menos de dos semanas y en pleno otoño, tres hombres han perdido la vida en Galicia por picaduras de avispas velutinas. Es cierto que se trata de muertes relacionadas con “reacciones alérgicas graves”, pero eso no hace la situación más tranquilizadora.

No debemos olvidar que Galicia lleva combatiendo este insecto desde hace 15 años con programas masivos de trampas y retirada de nidos. Sin ningún éxito. De hecho, según la Xunta, estamos viviendo un “aumento extraordinario” por su “enorme adaptabilidad” y pide “precaución, máxime en el caso de personas alérgicas”.

Imagen | Francis ITHURBURU 

En Xataka | Tras siglos desaparecidos, hay gente soltando castores por el Tajo y otros ríos de España. El problema es que no sabemos quién


La noticia

El primer nido de avispones asiáticos de Andalucía tenía más de siete kilos y miles de larvas a punto de salir. No son buenas noticias

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Javier Jiménez

.

​El nido de 7,5 kilos, situado a 10 metros de altura en un pino de Alhaurín de la Torre. Esa mole llena de miles de larvas tiene el dudoso honor de ser el primer nido de avispa asiática detectado en Andalucía. Una especie que, no está de más recordar ha matado a tres personas en Galicia en las últimas dos semanas. 

“Lo hemos cogido a tiempo”, explicaba Álvaro García, de la empresa de control de plagas Lucanus. “Si lo hubiéramos dejado unos días más, cientos de reinas fértiles habrían salido, y eso ya sería imparable”. 

Y sin embargo, el alivio de haber frenado la expansión de la velutina por la comunidad más poblada de España le ha seguido otra cosa: la ansiedad que genera saber que las hemos encontrado de pura casualidad.

¿Cómo que por casualidad? El hallazgo se debió a Eduardo Sáez, el biólogo que posee la finca en la que se ha encontrado el nido. Sáez no es experto en avispas, pero al verlo se dio cuenta de que no era normal y dio la voz de alarma. 

Ante esto, parece inevitable preguntarse no solo qué hubiera pasado si no la hubieran “cogido a tiempo”; sino si realmente ha sido así. ¿Hay no uno sino decenas de nidos de avispas asiáticas madurando en Andalucía sin que nadie se de cuenta?

En Xataka

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¿Qué es la Vespa velutina? La Vespa velutina nigrithorax, originaria del sudeste asiático, es una especie invasora que llegó a Europa en 2004. No es difícil identificarla, pero tampoco es algo trivial: es más grande que la avispa común (hasta 3,5 cm), es más oscura y tiene el abdomen casi completamente negro.

Tras expandirse desde Cantabria, País Vasco y Galicia por todo el norte peninsular, va creciendo a un ritmo de 80 kilómetros al año. Además, y por si fuera poco, se alimenta de fruta, abejas y otros animales polinizadores. 

A eso, por supuesto, hay que sumar que este tipo de avispas son especialmente agresivas.

Didier Descouens

Y ante eso Alhaurín ha tomado una medida desesperada. El municipio malagueño, reconociendo que es incapaz de rastrear todo su término para asegurar que la velutina no está creciendo por otro lado, ha pedido colaboración ciudadana: decenas de vecinos y voluntarios han secundado la llamada y están peinando la zona de Pinos de Alhaurín. 

Esto obviamente comporta riesgos de seguridad (por acercamiento indebido a los nidos) y falsos positivos (que pongan en riesgo otras especies). SIn embargo, la situación es muy complicada.

No hay que olvidar que Málaga lleva ya años luchando contra la Vespa orientalis, sumar la velutina sería un desastre para la apicultura provincial (y para otra media docena de sectores). 

¿Por qué esta urgencia? Porque, como ha demostrado su impacto en el norte de la península y avala la literatura técnica, una vez que entra en un ecosistema erradicarla es casi imposible.  

Y es que los ayuntamientos no tienen equipos propios suficientes para hacer frente a este tipo de amenazas. Sobre todo, en un contexto en el que tanto el cambio climático como la anárquica urbanización se lo han puesto increíblemente fácil.

Un problema que va más allá de la apicultura. Y es que, como decía, en menos de dos semanas y en pleno otoño, tres hombres han perdido la vida en Galicia por picaduras de avispas velutinas. Es cierto que se trata de muertes relacionadas con “reacciones alérgicas graves”, pero eso no hace la situación más tranquilizadora.

No debemos olvidar que Galicia lleva combatiendo este insecto desde hace 15 años con programas masivos de trampas y retirada de nidos. Sin ningún éxito. De hecho, según la Xunta, estamos viviendo un “aumento extraordinario” por su “enorme adaptabilidad” y pide “precaución, máxime en el caso de personas alérgicas”.

Imagen | Francis ITHURBURU 

En Xataka | Tras siglos desaparecidos, hay gente soltando castores por el Tajo y otros ríos de España. El problema es que no sabemos quién

– La noticia

El primer nido de avispones asiáticos de Andalucía tenía más de siete kilos y miles de larvas a punto de salir. No son buenas noticias

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Javier Jiménez

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