Qué es La Carretera Panamericana: Historia, longitud y países que cruza

El concepto de una ruta continental definitiva se materializa en La Carretera Panamericana –Pan-American Highway-. Se trata de una línea que atraviesa el mapa verticalmente, conectando dos hemisferios. En el diálogo sobre las grandes rutas del planeta, esta emerge consistentemente como el desafío supremo. Cabe destacar que no se trata de un simple viaje interestatal, sino de la red de caminos más extensa a nivel global.

Muchos se preguntan dónde empieza y dónde termina esta monstruosidad de asfalto. La respuesta más aceptada es que conecta Prudhoe Bay, en Alaska, con Ushuaia, en Argentina. Es el viaje longitudinal definitivo a través del continente americano.

¿Qué es exactamente la Carretera Panamericana?

Es fundamental entender que la Panamericana no es una sola carretera con un número de ruta único, como la I-95 en Estados Unidos. En realidad, es un sistema de carreteras interconectadas.

El Guinness Book of World Records la certifica como la «carretera motorizable más larga del mundo», con una longitud que ronda los 30,000 kilómetros (unas 19,000 millas).

Para poner esa cifra en perspectiva, esa distancia equivale a cruzar Estados Unidos de costa a costa, de New York a Los Ángeles, aproximadamente seis veces seguidas. Es un proyecto colosal que atraviesa climas que van desde la tundra ártica hasta las selvas tropicales y los fríos vientos de la Patagonia.

La historia

Esta ambiciosa red vial no apareció de la nada. La idea comenzó a gestarse en las Conferencias Panamericanas allá por 1923. La visión era noble: crear una ruta terrestre que conectara todas las naciones de las Américas, fomentando varios objetivos clave:

• El comercio entre naciones.
• El turismo a lo largo del continente.
• Y, en teoría, la unidad política.

El esfuerzo fue monumental. Diferentes países avanzaron a ritmos distintos. Los tramos en Centroamérica, a veces conocidos como la Carretera Interamericana (Inter-American Highway), recibieron un fuerte impulso y financiamiento por parte de Estados Unidos, que veía un interés estratégico en conectar el Canal de Panamá por tierra. Fue una obra titánica de ingeniería que requirió domar montañas y selvas.

¿Dónde empieza y dónde termina?

Aquí es donde el tema se vuelve fascinante. El punto de partida más septentrional, el más aceptado por los aventureros, es Prudhoe Bay (Deadhorse), en Alaska. Desde ese punto helado, la ruta desciende por Canadá (usando principalmente la Autopista de Alaska) e ingresa a Estados Unidos.

Dentro de Estados Unidos, no hay una ruta «oficial» designada, pero la mayoría de los viajeros utilizan la red de autopistas interestatales para bajar hacia el sur. Al llegar a la frontera con México, generalmente en Laredo, Texas, la ruta se vuelve más clara.

En México, la Carretera Federal 85 y la 45 son troncales de esta red. A partir de ahí, la ruta desciende por toda Centroamérica, tocando:

• Guatemala
• El Salvador
• Honduras
• Nicaragua
• Costa Rica
• Panamá.

Y es justo al final de Panamá donde el viaje se topa con su mayor obstáculo.

La gran interrupción: El mítico Tapón del Darién

El asfalto simplemente desaparece. El Tapón del Darién (o Darién Gap) es el único eslabón perdido en esta cadena continental. Son aproximadamente 100 kilómetros (unas 60 millas) de selva densa, pantanos impenetrables y montañas escarpadas entre Panamá y Colombia.

¿Por qué nunca se ha construido una carretera aquí? Las razones son múltiples y de peso:

• El terreno: Es una pesadilla logística e ingenieril, repleto de selva tropical densa, ríos caudalosos y pantanos.
• La protección ambiental: Hay un esfuerzo consciente por proteger esta área, una de las de mayor biodiversidad del planeta.
• Los territorios indígenas: Es hogar de los pueblos Guna y Embera-Wounaan, y se busca resguardar sus territorios autónomos.

Por consiguiente, los viajeros no tienen más opción que embarcar sus vehículos en un ferry o contenedor para saltar este obstáculo natural y desembarcar en Colombia.

Una vez en América del Sur, la ruta se reanuda. Desciende por la costa oeste a través de Colombia, Ecuador y Perú. En Perú, los viajeros suelen enfrentar algunos de los tramos más desafiantes y espectaculares, ascendiendo a grandes altitudes en los Andes. 

Luego, la ruta llega a Chile y finalmente se adentra en Argentina, donde a menudo se une a la legendaria Ruta 40, descendiendo hasta el «fin del mundo» en Ushuaia, Tierra del Fuego.

La Carrera Panamericana

Para los que estamos en el mundo de los autos, el nombre «Panamericana» también evoca imágenes de velocidad y peligro. La Carrera Panamericana fue un evento legendario. Creada en 1950 por el gobierno mexicano para celebrar la apertura de su tramo de la carretera, se convirtió rápidamente en una de las carreras de ruta abierta más famosas y mortales del mundo.

Era un evento brutal que atrajo a grandes pilotos y marcas de fábrica de Europa y América. Fue aquí donde Porsche y Ferrari forjaron parte de su mística. Fue tan peligrosa que se canceló en 1954, después de solo cinco ediciones. 

Hoy, existe un revival de la carrera, pero ahora como un rally de velocidad por etapas para autos clásicos y modificados, un tributo a esa era dorada.

Datos curiosos de la «Pan-American Highway»

Para entender la magnitud de esta ruta, aquí hay algunos datos que impresionan:

• No es una sola carretera: Como mencionamos, es una red. En algunos países, la ruta se bifurca, ofreciendo caminos alternativos.
• El punto más alto: Depende de la ruta exacta que se tome. Algunos dicen que es el «Cerro de la Muerte» en Costa Rica (3,434 metros), pero si se toma la ruta andina por Perú, se puede alcanzar el Abra de Anticona, que supera los 4,700 metros sobre el nivel del mar.
• ¿Cuánto tiempo toma? Es la pregunta del millón. Aunque existen récords de velocidad (algunos en menos de 25 días, una locura), una expedición seria, disfrutando el paisaje y manejando las fronteras, suele tomar entre uno y dos años.
• Diversidad extrema: El viaje lleva al conductor a través de desiertos áridos como el de Atacama en Chile, selvas húmedas en Centroamérica y pasos montañosos congelados en los Andes.

La Carretera Panamericana sigue siendo el Santo Grial de los road trips. Es un símbolo de la aventura pura, uniendo docenas de culturas, idiomas y paisajes en un solo hilo de asfalto (casi) ininterrumpido.

​El concepto de una ruta continental definitiva se materializa en La Carretera Panamericana –Pan-American Highway-. Se trata de una línea que atraviesa el mapa verticalmente, conectando dos hemisferios. En el diálogo sobre las grandes rutas del planeta, esta emerge consistentemente como el desafío supremo. Cabe destacar que no se trata de un simple viaje interestatal,  Curiosidades, Consejos, Tips