Ciencia y Tecnología
La ciencia detrás del olor fecal: ¿qué entra realmente en tu nariz?
<p>Un curioso experimento médico y la ciencia del olfato explican qué respiramos realmente cuando percibimos olores desagradables.</p>
<p>​Un curioso experimento médico y la ciencia del olfato explican qué respiramos realmente cuando percibimos olores desagradables. </p>
<p>A todos nos ha pasado alguna vez: entramos a un baño público, paseamos al perro, limpiamos <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/estudio-los-gatos-pueden-distinguir-a-su-due%C3%B1o-usando-solo-el-olfato/a-72740827">el arenero del gato</a> o simplemente compartimos espacio con alguien después de una comida pesada. De pronto, un olor desagradable invade el aire y no podemos evitar preguntarnos: ¿qué es exactamente lo que estamos inhalando?</p>
<p>Desde hace tiempo se sabe que el olfato humano puede identificar <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://www.livescience.com/10457-smell.html" title="Enlace externo — hasta 10.000 aromas distintos.">hasta 10.000 aromas distintos.</a> Esto es posible gracias a una zona del tamaño de un sello en lo alto de la cavidad nasal: el epitelio olfativo. </p>
<p>Allí, millones de neuronas receptoras detectan las moléculas que flotan en el aire y las traducen en olores. Y sí, entre esas moléculas están las responsables del inconfundible agradable –como el de las flores silvestres– y también las de experiencias olfativas mucho menos poéticas.</p>
<p>Pero la pregunta incómoda –y científicamente legítima– persiste: ¿cuánto de ese olor viene acompañado de&#8230; materia fecal?</p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="74487258" data-url="https://static.dw.com/image/74487258_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="Las moléculas aromáticas como el sulfuro de hidrógeno y el metanotiol fueron identificadas como las responsables del característico olor de los gases intestinales." src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">Las moléculas aromáticas como el sulfuro de hidrógeno y el metanotiol fueron identificadas como las responsables del característico olor de los gases intestinales.<small class="copyright">Imagen: henadzyx/Pond5 Images/IMAGO</small></figcaption></figure>
<h2><strong>Composición química </strong></h2>
<p><a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/ciencia-la-vida-y-el-universo/t-64857506">La ciencia</a> olfativa es clara en esto: lo que olemos son moléculas, no materia sólida. En el caso de los gases, <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK417/" title="Enlace externo — su característico olor proviene">su característico olor proviene</a> de compuestos como el sulfuro de hidrógeno, el metanotiol y los sulfuros de metilo volátiles, subproductos del trabajo de las bacterias intestinales. </p>
<p>Aunque son solo una pequeña fracción del gas expulsado –que en su mayoría está compuesto por nitrógeno, oxígeno y dióxido de carbono–, son los culpables del hedor. </p>
<p>Así lo explica<em> How Stuff Works</em>, y <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://www.chemistryworld.com/news/explainer-the-chemistry-of-farts/2500168.article" title="Enlace externo — otros estudios,">otros estudios,</a> como el recogido por la<em> Royal Society of Chemistry</em>, respaldan esta composición gaseosa con algunos experimentos: tubos de ensayo rectales y análisis de contenido molecular.</p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="74487281" data-url="https://static.dw.com/image/74487281_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="Los compuestos volátiles como el sulfuro de hidrógeno, no materia sólida, son los responsables de los olores que detecta nuestro epitelio olfativo." src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">Los compuestos volátiles como el sulfuro de hidrógeno, no materia sólida, son los responsables de los olores que detecta nuestro epitelio olfativo.<small class="copyright">Imagen: photohomepage/Panthermedia/IMAGO</small></figcaption></figure>
<h2><strong>El experimento que cambió todo </strong></h2>
<p>Hasta aquí, todo en orden. Es aire, aunque maloliente. Pero las cosas se complican cuando entra en escena una enfermera preocupada por la esterilidad del quirófano donde trabaja. La historia, <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC1121900/" title="Enlace externo — documentada en British Medical Journal">documentada en <em>British Medical Journal</em></a> y relatada por el divulgador científico australiano Dr. Karl Kruszelnicki, dio pie a un experimento que ya es leyenda en la divulgación científica.</p>
<p>Preocupado por la posibilidad de que las flatulencias pudieran contaminar un entorno estéril, el Dr. Kruszelnicki decidió buscar evidencia. Para comprobarlo, junto con el microbiólogo Luke Tennent, reclutó a un compañero dispuesto a participar en una demostración poco convencional. El voluntario emitió gases sobre dos placas de Petri situadas a unos cinco centímetros de distancia: primero vestido y luego sin barrera de tela.</p>
<p>Al día siguiente, solo la placa expuesta directamente presentó signos de crecimiento bacteriano –microorganismos típicos de la piel y del intestino–, mientras que la que había estado &#8220;protegida&#8221; por la ropa permaneció limpia. El hallazgo confirmó lo que ya sospechaban: la tela funciona como un eficaz filtro biológico.</p>
<p>Como explicó el propio Dr. Kruszelnicki al <em>Canberra Times</em> en 2001, la deducción fue clara: la velocidad del gas habría arrastrado bacterias de la piel hasta la placa. Pero que no cunda el pánico: las bacterias encontradas eran similares a las que se encuentran en el yogur, no patógenas.</p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="74487409" data-url="https://static.dw.com/image/74487409_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="El epitelio olfativo humano, capaz de identificar hasta 10.000 aromas distintos, traduce moléculas químicas en sensaciones, desde las más agradables hasta las menos poéticas." src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">El epitelio olfativo humano, capaz de identificar hasta 10.000 aromas distintos, traduce moléculas químicas en sensaciones, desde las más agradables hasta las menos poéticas.<small class="copyright">Imagen: Ladanifer/Dreamstime/IMAGO</small></figcaption></figure>
<h2><strong>Ciencia curiosa con el Dr. Kruszelnicki </strong></h2>
<p>Vale la pena mencionar que el protagonista de esta historia, el Dr. Kruszelnicki, no es un científico cualquiera. Como detalla <em>Vice</em>, este australiano de origen sueco cuenta con una impresionante carrera que incluye títulos en física, matemáticas, ingeniería biomédica, medicina y cirugía.</p>
<p>Su popularidad ha crecido exponencialmente desde que <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://www.tiktok.com/@drkarl?lang=en" title="Enlace externo — se unió a TikTok,">se unió a TikTok,</a> donde comparte sin tapujos datos curiosos sobre las funciones corporales que muchos preferiríamos no pensar. Este enfoque directo y a veces incómodo ha convertido al Dr. Kruszelnicki (<a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://www.instagram.com/doctor_karl/" title="Enlace externo — conocido en redes como Doctor Karl">conocido en redes como Doctor Karl</a>) en lo que <em>Vice</em> describe como &#8220;un tesoro nacional&#8221; australiano.</p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="74487476" data-url="https://static.dw.com/image/74487476_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="El científico Karl Kruszelnicki comparte sin tapujos datos curiosos sobre funciones corporales, convirtiéndose en un fenómeno de divulgación científica en TikTok" src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">El científico Karl Kruszelnicki comparte sin tapujos datos curiosos sobre funciones corporales, convirtiéndose en un fenómeno de divulgación científica en TikTok<small class="copyright">Imagen: Mick Tsikas/AAP/IMAGO</small></figcaption></figure>
<p>Su compromiso con la divulgación científica proviene de una profunda convicción. Tras presenciar la muerte de un niño por tos ferina –que atribuyó a la desinformación sobre las vacunas–, decidió abandonar la medicina clínica para dedicarse a los medios de comunicación, donde creía que podría &#8220;hacer más bien en la comunidad&#8221;, <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://skepticzone.libsyn.com/the-skeptic-zone-420-6november2016" title="Enlace externo — según afirmó en un pódcast en 2016.">según afirmó en un pódcast en 2016.</a></p>
<p>Por ejemplo, en su cruzada por educar a la humanidad con datos científicos igual de útiles que perturbadores, el Dr. Kruszelnicki ha explicado, entre otras, por qué las flatulencias en la ducha huelen peor.</p>
<p>El secreto está en la combinación de factores: el vapor y la humedad amplifican los olores, el espacio cerrado impide que el aire se renueve, y el calor del agua acelera las reacciones químicas. A eso se suma que, sin ropa que actúe como filtro, las moléculas malolientes llegan sin obstáculos a la nariz. El resultado: un pequeño laboratorio aromático del que no hay escapatoria.</p>
<p>Y si te parecía que eso era lo peor, espera. Aguantar flatulencias tampoco te salva: el gas retenido <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://my.clevelandclinic.org/health/diagnostics/12360-hydrogen-breath-test?utm" title="Enlace externo — puede ser absorbido por los vasos sanguíneos">puede ser absorbido por los vasos sanguíneos</a> del intestino y salir&#8230; por los pulmones. O sea, lo exhalas. Sí, eso dijo el Dr. Karl <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://www.tiktok.com/@drkarl/video/7059235957022674177?referer_url=www.vice.com%2Fen%2Farticle%2Fa-short-list-of-fun-facts-dr-karl-has-taught-me-against-my-will%2F&;refer=embed&;embed_source=121374463%2C121468991%2C121439635%2C121749182%2C121433650%2C121404358%2C121497414%2C121477481%2C121351166%2C121811500%2C121896267%2C121860360%2C121487028%2C121331973%2C120811592%2C120810756%2C121885509%3Bnull%3Bembed_blank&;referer_video_id=7059235957022674177" title="Enlace externo — en uno de sus vídeos para TikTok.">en uno de sus vídeos para TikTok.</a></p>
<p>Y aún hay más. Si alguna vez tiraste de la cadena con la tapa del cuarto de baño abierta, el doctor te advierte que una nube de partículas –bacterias y vapor de agua incluidos– puede permanecer flotando durante horas. Algunas incluso <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/cientos-de-virus-viven-en-nuestros-cepillos-de-dientes/a-70505742">pueden caer sobre tu cepillo de dientes.</a></p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="74487334" data-url="https://static.dw.com/image/74487334_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="Al limpiar el arenero, nuestro olfato detecta moléculas aromáticas producidas por bacterias, no partículas sólidas." src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">Al limpiar el arenero, nuestro olfato detecta moléculas aromáticas producidas por bacterias, no partículas sólidas.<small class="copyright">Imagen: africa_images/Pond5 Images/IMAGO</small></figcaption></figure>
<p>Pero volvamos a la pregunta inicial: ¿estás inhalando heces cuando percibes una flatulencia? La respuesta es: no. Estás inhalando compuestos gaseosos. Moléculas volátiles. Subproductos químicos de la digestión bacteriana. No hay materia sólida suspendida en el aire.</p>
<p>Y esto se aplica no solo a las flatulencias, sino también a otras situaciones cotidianas: cuando limpias la bandeja de arena de tu gato, recoges las heces de tu perro en el parque o utilizas un baño público. Lo que detecta tu nariz son moléculas aromáticas, no partículas fecales.</p>
<p>La conclusión es clara: mantén buenas prácticas higiénicas, <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/estudio-cuando-tiras-de-la-cadena-puede-que-est%C3%A9s-respirando-una-lluvia-microsc%C3%B3pica-de-g%C3%A9rmenes/a-71674082">como tirar de la cadena con la tapa cerrada</a> para evitar aerosoles, no aguantar las flatulencias (pero mejor lejos de otros) y lavarse las manos después de manipular cualquier tipo de desecho orgánico. Tu olfato te advierte, pero la higiene te protege.</p>
<p><em>Editado por Felipe Espinosa Wang con información de Vice, How Stuff Works, Royal Society of Chemistry, Cleveland Clinic, Live Science e IFL Science. </em></p>
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<p>​Deutsche Welle: DW.COM &#8211; Ciencia y Tecnologia</p>