Ciencia y Tecnología
Hay empresas extranjeras de autobuses intentando competir con Alsa y Avanza. Y España se lo está poniendo imposible

El mapa español del autobús está en pleno proceso de cambio. Rutas que no dan dinero, corredores a los que nadie quiere acceder, empresas que quieren liberalizar por completo el sector y la duda de, hasta qué punto, las empresas extranjeras pueden entrar a jugar en un país ajeno.
Y España está tratando por todos los medios que esto último no suceda.
¿Qué pasa? Si nos atenemos a la normativa española, ahora mismo una empresa dedicada al transporte de viajeros en autobús no puede realizar viajes internacionales con paradas para dejar y recoger viajeros dentro de España. No, al menos, de forma permanente. La norma sólo permite realizar este servicio de manera temporal, con el fin de proteger las rutas nacionales.
Es decir, esto impide que una compañía pueda abrir una ruta, por ejemplo, entre Lisboa y París y que en sus paradas dentro de España (en Madrid y Barcelona, por ejemplo) se recojan y dejen a pasajeros dentro del territorio español. Se entiende que si esto es posible sería una competencia directa a quienes tienen adjudicados esos corredores.
¿Cómo funcionan los autobuses en España? España utiliza un modelo concesional para sus líneas de autobuses. Esto quiere decir que un corredor sale a concurso y las empresas presentan sus propuestas jugando con el precio. La mejor oferta es la que se lleva la concesión y la que empieza a operar durante los años convenidos.
El sistema tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Confebús, asociación que defiende este modelo, señala que se da seguridad al cliente porque se garantiza el transporte durante los años convenidos y una ruta no puede ser abandonada. Empresas como FlixBus son contrarias porque entienden que se limita la competencia y que impiden que la empresa se adapte a nuevas circunstancias.
Esas circunstancias, por ejemplo, deja con el paso del tiempo algunas concesiones caducadas o concesiones que nunca han salido a concurso. Es especialmente grave en las líneas de autobús donde paralelamente opera una de alta velocidad ferroviaria ya que el tren es mucho más competitivo en precio y tiempo. Eso sí, el principal afectado del abandono de estas líneas son los vecinos de los pueblos con paradas intermedias.
¿Y qué sucede con los viajes internacionales? Desde hace tiempo, Europa quiere liberalizar el sector, como ha hecho con los trenes. Pese a ello, España se está resistiendo y aunque en un primer momento se propuso saltar al modelo de competencia directa, finalmente se quiere mantener el sistema concesional pero con profundos cambios en el mapa actual.
Con este sistema, se impiden los servicios mediante cabotaje. Es decir, que la empresa recoja y entregue pasajeros dentro de un mismo país a lo largo de una ruta internacional. Es el argumento de Avanza y Alsa para defender la última sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que ha dado la razón a Dinamarca ante la apertura de un expediente de la Comisión Europea.
Sin embargo, el caso que ambas compañías esgrimen es poco representativo del debate abierto en España.
¿Qué ha pasado en Dinamarca? Dinamarca tiene regulado el servicio de autobuses discrecionales que operan mediante cabotaje en el país a un máximo de siete días naturales en un mes. La fórmula se aplica también con otros tiempos en Francia, como esgrimen ambas compañías en un comunicado recogido por 20Minutos.
Entendiendo que esto contravenía las normas comunitarias, la Comisión Europea ha abierto un expediente a Dinamarca pero el Tribunal de Justicia de la Unión Europea lo cierra al entender que Dinamarca no impide el servicio, solo lo regula. Es decir, una empresa puede actuar con un servicio discrecional mediante cabotaje pero dentro de las normas que establece el país.
Pero… ¿qué es discrecional? Aquí está gran parte de la cuestión. Los organismos europeos han estado discutiendo si Dinamarca permite o no servicio de cabotaje mediante rutas discrecionales pero no rutas regulares.
Las rutas discrecionales son aquellas que no tienen una ruta fija o unos tiempos establecidos. Es decir, no salen siempre el mismo día de la semana y a la misma hora desde una ciudad concreta, por poner un ejemplo. Son las rutas típicas para viajes de turistas o peñistas que se mueven a ver un partido de fútbol a otro país.
La limitación de esos siete días consecutivos dentro de un mismo mes que aplica Dinamarca está pensado para que empresas extranjeras no hagan competencia desleal a sus compañías nacionales, ofreciendo un servicio regulado camuflado de discrecional.
¿Implicaciones en España? Ninguna. Es lo que defienden desde FlixBus. La empresa de viajeros sostiene que esta normativa, al contrario de lo que señala Avanza y Alsa, no tiene nada que ver con las rutas regulares e internacionales que empresas como ellos plantean para nuestro país. Rutas en las que utilizarían el cabotaje para hacer más eficiente la línea.
Ponen como ejemplo la ruta entre Tréveris (Alemania) y Madrid que FlixBus ha solicitado con paradas intermedias en Zaragoza y Barcelona que los pasajeros podrían utilizar para moverse dentro del territorio nacional. La línea no ha sido autorizada y desde FlixBus apelan a la resolución del pasado 16 de abril de la Comisión Europea que obliga a España a abrir sus líneas a este servicio. A esta decisión España interpuso un recurso que fue desestimado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
¿Qué está haciendo España? Poner todas las trabas a la entrada de nuevos actores o la liberalización de las líneas de autobús, como se exige desde Europa. La aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible el 8 de octubre de 2025 eliminaba el artículo 50 en el que se permitía autorizar ciertas rutas en libre competencia.
Es decir, de momento, la batalla por abrir nuevas rutas internacionales que permitan el traslado de viajeros dentro de un mismo país sigue adelante. España tiene la obligación de cumplir, si nos atenemos a lo exigido por la Comisión Europea pero, de momento, sigue sin dar luz verde a esta posibilidad.
Foto | FlixBus y Eleazer Glez
–
La noticia
Hay empresas extranjeras de autobuses intentando competir con Alsa y Avanza. Y España se lo está poniendo imposible
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
.
El mapa español del autobús está en pleno proceso de cambio. Rutas que no dan dinero, corredores a los que nadie quiere acceder, empresas que quieren liberalizar por completo el sector y la duda de, hasta qué punto, las empresas extranjeras pueden entrar a jugar en un país ajeno.
Y España está tratando por todos los medios que esto último no suceda.
¿Qué pasa? Si nos atenemos a la normativa española, ahora mismo una empresa dedicada al transporte de viajeros en autobús no puede realizar viajes internacionales con paradas para dejar y recoger viajeros dentro de España. No, al menos, de forma permanente. La norma sólo permite realizar este servicio de manera temporal, con el fin de proteger las rutas nacionales.
Es decir, esto impide que una compañía pueda abrir una ruta, por ejemplo, entre Lisboa y París y que en sus paradas dentro de España (en Madrid y Barcelona, por ejemplo) se recojan y dejen a pasajeros dentro del territorio español. Se entiende que si esto es posible sería una competencia directa a quienes tienen adjudicados esos corredores.
En Xataka
El autobús lleva siglos funcionando tal y como lo conocemos. Madrid quiere conocer sus límites con un “autobús a demanda”
¿Cómo funcionan los autobuses en España? España utiliza un modelo concesional para sus líneas de autobuses. Esto quiere decir que un corredor sale a concurso y las empresas presentan sus propuestas jugando con el precio. La mejor oferta es la que se lleva la concesión y la que empieza a operar durante los años convenidos. El sistema tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Confebús, asociación que defiende este modelo, señala que se da seguridad al cliente porque se garantiza el transporte durante los años convenidos y una ruta no puede ser abandonada. Empresas como FlixBus son contrarias porque entienden que se limita la competencia y que impiden que la empresa se adapte a nuevas circunstancias. Esas circunstancias, por ejemplo, deja con el paso del tiempo algunas concesiones caducadas o concesiones que nunca han salido a concurso. Es especialmente grave en las líneas de autobús donde paralelamente opera una de alta velocidad ferroviaria ya que el tren es mucho más competitivo en precio y tiempo. Eso sí, el principal afectado del abandono de estas líneas son los vecinos de los pueblos con paradas intermedias.
En Xataka
El AVE a Galicia ha conseguido lo que parecía imposible en un Santiago-Madrid: aerolíneas que tiran la toalla
¿Y qué sucede con los viajes internacionales? Desde hace tiempo, Europa quiere liberalizar el sector, como ha hecho con los trenes. Pese a ello, España se está resistiendo y aunque en un primer momento se propuso saltar al modelo de competencia directa, finalmente se quiere mantener el sistema concesional pero con profundos cambios en el mapa actual.
Con este sistema, se impiden los servicios mediante cabotaje. Es decir, que la empresa recoja y entregue pasajeros dentro de un mismo país a lo largo de una ruta internacional. Es el argumento de Avanza y Alsa para defender la última sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que ha dado la razón a Dinamarca ante la apertura de un expediente de la Comisión Europea.
Sin embargo, el caso que ambas compañías esgrimen es poco representativo del debate abierto en España.
En Xataka
España tiene un grave problema con sus líneas de autobús rurales y se ha propuesto hacerlo aún más grande
¿Qué ha pasado en Dinamarca? Dinamarca tiene regulado el servicio de autobuses discrecionales que operan mediante cabotaje en el país a un máximo de siete días naturales en un mes. La fórmula se aplica también con otros tiempos en Francia, como esgrimen ambas compañías en un comunicado recogido por 20Minutos.
Entendiendo que esto contravenía las normas comunitarias, la Comisión Europea ha abierto un expediente a Dinamarca pero el Tribunal de Justicia de la Unión Europea lo cierra al entender que Dinamarca no impide el servicio, solo lo regula. Es decir, una empresa puede actuar con un servicio discrecional mediante cabotaje pero dentro de las normas que establece el país.
Pero… ¿qué es discrecional? Aquí está gran parte de la cuestión. Los organismos europeos han estado discutiendo si Dinamarca permite o no servicio de cabotaje mediante rutas discrecionales pero no rutas regulares.
Las rutas discrecionales son aquellas que no tienen una ruta fija o unos tiempos establecidos. Es decir, no salen siempre el mismo día de la semana y a la misma hora desde una ciudad concreta, por poner un ejemplo. Son las rutas típicas para viajes de turistas o peñistas que se mueven a ver un partido de fútbol a otro país.
La limitación de esos siete días consecutivos dentro de un mismo mes que aplica Dinamarca está pensado para que empresas extranjeras no hagan competencia desleal a sus compañías nacionales, ofreciendo un servicio regulado camuflado de discrecional.
En Xataka
Me he subido al primer autobús autónomo que funciona por Barcelona. No he notado ninguna diferencia con uno normal
¿Implicaciones en España? Ninguna. Es lo que defienden desde FlixBus. La empresa de viajeros sostiene que esta normativa, al contrario de lo que señala Avanza y Alsa, no tiene nada que ver con las rutas regulares e internacionales que empresas como ellos plantean para nuestro país. Rutas en las que utilizarían el cabotaje para hacer más eficiente la línea. Ponen como ejemplo la ruta entre Tréveris (Alemania) y Madrid que FlixBus ha solicitado con paradas intermedias en Zaragoza y Barcelona que los pasajeros podrían utilizar para moverse dentro del territorio nacional. La línea no ha sido autorizada y desde FlixBus apelan a la resolución del pasado 16 de abril de la Comisión Europea que obliga a España a abrir sus líneas a este servicio. A esta decisión España interpuso un recurso que fue desestimado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.¿Qué está haciendo España? Poner todas las trabas a la entrada de nuevos actores o la liberalización de las líneas de autobús, como se exige desde Europa. La aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible el 8 de octubre de 2025 eliminaba el artículo 50 en el que se permitía autorizar ciertas rutas en libre competencia. Es decir, de momento, la batalla por abrir nuevas rutas internacionales que permitan el traslado de viajeros dentro de un mismo país sigue adelante. España tiene la obligación de cumplir, si nos atenemos a lo exigido por la Comisión Europea pero, de momento, sigue sin dar luz verde a esta posibilidad. Foto | FlixBus y Eleazer GlezEn Xataka | Hasta hace pocos años los pueblos entre Madrid y Valencia tenían tren y autobús. Ahora solo tienen un problema: el AVE
– La noticia
Hay empresas extranjeras de autobuses intentando competir con Alsa y Avanza. Y España se lo está poniendo imposible
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
.