Ciencia y Tecnología
La última moda entre ricos son los retiros exclusivos para escribir. Los expertos no creen que salga algo demasiado bueno de ahí

La burbuja del los retiros de lujo sigue creciendo emparejándose con todo tipo de aficiones. Clases de pintura, escultura, cerámica, fotografía o joyería ya tenemos con miras cada vez más altas a clientes cada vez más ricos. El fenómeno del wellness luxury sigue expandiéndose y la última esfera en recibir sus correspondientes cursos prácticos para gente muy acomodada ha sido la de la escritura. Dicho de otro modo: si te mueres de hambre siendo escritor o escritora es porque quieres, está tirado vivir de la escritura (siempre que tuvieras mucho dinero ya previamente, claro).
Retiros de lujo para escritores. Los retiros de lujo para escritores son analizados a fondo en artículos como este de Slate, que aunque garantiza que el coste de la experiencia que describe es muy elevado, también deja claro que los resultados estrictamente literarios no están garantizados. Son experiencias exclusivas que combinan escritura con actividades como masajes, yoga, paseos a caballo, gastronomía gourmet y recorridos culturales en destinos como Guatemala, a bordo de un crucero de lujo con todo tipo de clases y tutorías, Francia o la Toscana. Lo único que hace falta para participar en ellos es tener la suficiente cintura económica y el tiempo libre disponible, no talento ni experiencia en el mundo de la escritura.
‘Llamadme Ismael’, versión wellness luxury. Es decir, más que con el taller de escritura en la librería de tu barrio, estos retiros tienen que ver con la tendencia del wellness luxury que mencionábamos: retiros que combinan hobbies del populacho con prácticas holísticas exclusivas como meditaciones guiadas, pranayama, masajes especializados, spa con terapias ancestrales y gastronomía orgánica gourmet (sic). Esto existe pero si no has oido hablar de ello, quizás es porque queda fuera de tu esfera de posibilidades. Pásate por webs de este tipo de experiencias, como Sansara Resort en la costa del Pacífico, y ya decides si está pensado para tu bolsillo o sigues llevando tus borradores a la librería de tu barrio.
Estafa emocional. Richard Z. Santos, autor del artículo, habla directamente de una “estafa” emocional y financiera: en los últimos 15 años, el tiempo que dura su carrera literaria, ha observado cómo ha crecido este mercado de talleres, sesiones, y retiros para mejorar la escritura, pero la reciente ola de destinos turísticos y costosos para escritores no garantiza nada. Estos retiros de lujo son accesibles bajo pago directo y sin filtro de calidad, son más un producto de lujo y una experiencia turística que un espacio de formación seria. Es más, algunos escritores han reportado que estos retiros pueden resultar emocionalmente agotadores o contraproducentes si se está trabajando material sensible o traumático sin apoyo psicológico adecuado.
Las barreras. Santos habla de que los participantes de este tipo de retiros son mayormente mujeres blancas con buena estabilidad económica, lo que planta una barrera socioeconómica y de diversidad racial importante. Todo lo contrario a lo que sucede con retiros “reales”, prestigiosos y con tradición, como Yaddo o Bread Loaf, que trabajan con procesos rigurosos de selección basados en méritos literarios y ofrecen becas para quien no pueda pagarlos, y así sumar diversidad social y étnica.
Paga y recibirás. La industria del turismo de lujo y el wellness se intenta revestir de experiencias que venden habilidades o formación, y así dejar de transmitir una imagen de indolencia o poco compromiso con otros escalafones sociales. Pero el nombre “pay-to-play” que se suele adjudicar a estos retiros es por algo: el hecho de pagar no garantiza nada. Y mucho menos en algo que exige cierto compromiso, como la creación artística.
Foto de Darius Bashar en Unsplash
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La noticia
La última moda entre ricos son los retiros exclusivos para escribir. Los expertos no creen que salga algo demasiado bueno de ahí
fue publicada originalmente en
Xataka
por
John Tones
.
La burbuja del los retiros de lujo sigue creciendo emparejándose con todo tipo de aficiones. Clases de pintura, escultura, cerámica, fotografía o joyería ya tenemos con miras cada vez más altas a clientes cada vez más ricos. El fenómeno del wellness luxury sigue expandiéndose y la última esfera en recibir sus correspondientes cursos prácticos para gente muy acomodada ha sido la de la escritura. Dicho de otro modo: si te mueres de hambre siendo escritor o escritora es porque quieres, está tirado vivir de la escritura (siempre que tuvieras mucho dinero ya previamente, claro).Retiros de lujo para escritores. Los retiros de lujo para escritores son analizados a fondo en artículos como este de Slate, que aunque garantiza que el coste de la experiencia que describe es muy elevado, también deja claro que los resultados estrictamente literarios no están garantizados. Son experiencias exclusivas que combinan escritura con actividades como masajes, yoga, paseos a caballo, gastronomía gourmet y recorridos culturales en destinos como Guatemala, a bordo de un crucero de lujo con todo tipo de clases y tutorías, Francia o la Toscana. Lo único que hace falta para participar en ellos es tener la suficiente cintura económica y el tiempo libre disponible, no talento ni experiencia en el mundo de la escritura.’Llamadme Ismael’, versión wellness luxury. Es decir, más que con el taller de escritura en la librería de tu barrio, estos retiros tienen que ver con la tendencia del wellness luxury que mencionábamos: retiros que combinan hobbies del populacho con prácticas holísticas exclusivas como meditaciones guiadas, pranayama, masajes especializados, spa con terapias ancestrales y gastronomía orgánica gourmet (sic). Esto existe pero si no has oido hablar de ello, quizás es porque queda fuera de tu esfera de posibilidades. Pásate por webs de este tipo de experiencias, como Sansara Resort en la costa del Pacífico, y ya decides si está pensado para tu bolsillo o sigues llevando tus borradores a la librería de tu barrio.
En Xataka
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Estafa emocional. Richard Z. Santos, autor del artículo, habla directamente de una “estafa” emocional y financiera: en los últimos 15 años, el tiempo que dura su carrera literaria, ha observado cómo ha crecido este mercado de talleres, sesiones, y retiros para mejorar la escritura, pero la reciente ola de destinos turísticos y costosos para escritores no garantiza nada. Estos retiros de lujo son accesibles bajo pago directo y sin filtro de calidad, son más un producto de lujo y una experiencia turística que un espacio de formación seria. Es más, algunos escritores han reportado que estos retiros pueden resultar emocionalmente agotadores o contraproducentes si se está trabajando material sensible o traumático sin apoyo psicológico adecuado.
Las barreras. Santos habla de que los participantes de este tipo de retiros son mayormente mujeres blancas con buena estabilidad económica, lo que planta una barrera socioeconómica y de diversidad racial importante. Todo lo contrario a lo que sucede con retiros “reales”, prestigiosos y con tradición, como Yaddo o Bread Loaf, que trabajan con procesos rigurosos de selección basados en méritos literarios y ofrecen becas para quien no pueda pagarlos, y así sumar diversidad social y étnica.
Paga y recibirás. La industria del turismo de lujo y el wellness se intenta revestir de experiencias que venden habilidades o formación, y así dejar de transmitir una imagen de indolencia o poco compromiso con otros escalafones sociales. Pero el nombre “pay-to-play” que se suele adjudicar a estos retiros es por algo: el hecho de pagar no garantiza nada. Y mucho menos en algo que exige cierto compromiso, como la creación artística.Foto de Darius Bashar en Unsplash
– La noticia
La última moda entre ricos son los retiros exclusivos para escribir. Los expertos no creen que salga algo demasiado bueno de ahí
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Xataka
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John Tones
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