George Russell vivió uno de esos domingos que parecen escritos en piloto automático. En un Gran Premio de Estados Unidos dominado de principio a fin por Max Verstappen, el británico de Mercedes se quedó atrapado en tierra de nadie: sin ritmo para atacar a los McLaren F1 ni presión por detrás, y con la sensación de que todo se decidió en los primeros segundos de carrera.
“Tuve una buena salida, pero cuando Max cubrió a Lando pensé que él se iría al exterior para defender su posición… no lo hizo, se quedó detrás y me pilló por sorpresa, me pasaron y fue frustrante”, explicó Russell tras acabar sexto en Austin. “Ya antes de la carrera tenía la sensación de que donde terminaras la primera curva, ahí acabarías, y por desgracia fue exactamente así”.
El de Mercedes había arrancado desde la cuarta posición, pero la confusión en la arrancada le costó dos puestos. Desde entonces, su carrera fue un ejercicio de contención. El W16 no tuvo ritmo para inquietar a Oscar Piastri y, pese a una segunda posición en la sprint gracias al toque entre los McLaren, el domingo fue un baño de realidad: Mercedes sigue lejos del ritmo de los dos equipos que marcan la pauta en la mayoría de ocasiones.
Russell lo resumió con crudeza: “Si hubiera salido de la curva uno en cuarta posición, con la estrategia de Charles quizá podría haber acabado tercero. Pero ahora, sin degradación de neumáticos, no hay delta de ritmo. Entre el coche más rápido y el más lento del top 6 hay dos o tres décimas, y para adelantar necesitas medio segundo. Por eso no ves adelantamientos”.
El británico también reflexionó sobre el eterno debate del neumático Pirelli y la falta de espectáculo: “Pirelli reciba las críticas que reciba, nunca gana. Si hay mucha degradación, decimos que no podemos empujar; si no la hay, decimos que las carreras son aburridas. Lo ideal sería un neumático con el que puedas ir a fondo, pero que a los 15 giros se caiga a pedazos y obligue a hacer dos o tres paradas. Pero eso es mucho más fácil decirlo que hacerlo”.
La carrera de Austin fue una más en una tendencia que preocupa a varios pilotos: la de los grandes premios de una sola parada, previsibles y sin margen para la estrategia. “Incluso en la sprint de ayer, Carlos no pudo adelantar al Ferrari que tenía delante, y hace unos años eso no habría pasado. Es simplemente por la falta de degradación”, lamentó.
Por último, Russell valoró el dominio de Red Bull Racing y el estado del campeonato: “No esperaba que fueran lentos, pero si Lando hubiera estado ahí después de la primera vuelta, creo que habría luchado con Max. Ayer en la sprint estuve solo una décima detrás. No diría que Red Bull es el coche a batir, pero desde el parón de verano están en una posición increíble”.
Con su sexto puesto, el británico minimizó daños en un fin de semana en el que Ferrari volvió a recortar distancias en el Mundial de Constructores gracias al podio de Leclerc y la cuarta plaza de Hamilton. Mercedes sigue en la pelea por el subcampeonato, pero Austin dejó claro que la batalla está más apretada que nunca… y que a veces, como dijo el propio Russell, la carrera se decide antes incluso de la primera curva.