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Salud y Bienestar

¡Salud mental en rojo! La urgencia de actuar antes de que sea tarde

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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – Más de mil millones de personas en el mundo padecen algún trastorno de salud mental, según los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Condiciones como la ansiedad y la depresión, que afectan a personas de todas las edades y niveles socioeconómicos, no solo generan un enorme sufrimiento humano, sino que también representan un costo económico global cercano a un billón de dólares al año.

Pese a que muchos países han reforzado sus políticas y programas de salud mental, la OMS alerta que es urgente aumentar la inversión y la acción en todo el mundo para garantizar servicios que protejan y promuevan la salud mental de la población.

Recientemente, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, enfatiza: “Invertir en salud mental significa invertir en las personas, las sociedades y las economías. Es una medida que ningún país puede permitirse descuidar. La atención a la salud mental no debe considerarse un privilegio, sino un derecho básico para todos”.

De acuerdo con el informe World Mental Health Today, los trastornos de salud mental son la segunda causa de discapacidad prolongada y contribuyen a aumentar los años de vida saludable perdidos, generar gastos en atención y ocasionar pérdidas económicas sustanciales. El suicidio, una de sus consecuencias más devastadoras, causó aproximadamente 727,000 muertes en 2021, siendo una de las principales causas de defunción entre jóvenes.

Aunque los países han logrado ciertos avances en políticas y planes de salud mental, el Mental Health Atlas 2024 evidencia que solo el 45 % de las naciones tiene legislación que cumple plenamente los estándares internacionales de derechos humanos. La inversión promedio sigue siendo apenas el 2 % del presupuesto total en salud, con profundas disparidades entre países ricos y pobres.

El Atlas revela además que la transición hacia modelos de atención comunitaria avanza lentamente y la hospitalización psiquiátrica sigue siendo predominante, muchas veces sin consentimiento del paciente y con estancias prolongadas. A pesar de esto, hay señales de progreso: el 71 % de los países integra la salud mental en la atención primaria y los programas de telemedicina y servicios ambulatorios han aumentado, aunque de manera desigual.

La realidad dominicana: avances y desafíos

En República Dominicana, los datos locales reflejan la magnitud de este desafío global. El Servicio Nacional de Salud (SNS) informó que entre enero y septiembre de 2025 se realizaron 247,687 consultas externas en salud mental, un incremento de 24,440 atenciones respecto al mismo período de 2024. De estas, 176,017 fueron consultas de psicología y 71,670 de psiquiatría.

Mario Lama, director ejecutivo del SNS, explicó que este crecimiento es resultado de un trabajo continuo para garantizar el acceso a servicios de salud mental de calidad, mediante la integración de personal especializado y la capacitación constante. Actualmente, la red pública cuenta con más de 1,000 profesionales en salud mental, incluyendo 146 psiquiatras, 77 médicos residentes y 1,028 psicólogos, además de 16 unidades de intervención en crisis estratégicamente ubicadas.

El SNS ha implementado programas de formación como talleres de síndrome de burnout, manejo del estrés, autocuidado y Estrategia mhGAP, que permiten la identificación temprana de trastornos mentales y la derivación oportuna a niveles especializados.

De su lado, Unicef en República Dominicana refuerza la importancia de la atención en niños, niñas y adolescentes. Carlos Carrera, representante de la agencia, indicó que 1 de cada 10 menores experimentará un trastorno de salud mental y lamentablemente la mayoría no recibe atención clínica adecuada. Unicef ha promovido iniciativas como la Línea Familiar Contigo, que ha atendido 755 casos entre enero y julio de 2024, incluidos 130 menores de 17 años, y detectado 214 casos de riesgo severo, relacionados con conductas suicidas, violencia y abuso.

Según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), la tasa de suicidio en personas de seis años o más osciló entre 6.60 y 7.13 por cada 100,000 habitantes entre 2019 y 2023, con un ligero aumento en 2023.

En ese sentido, diversos actores sociales han alertado sobre la necesidad urgente de políticas preventivas, educación emocional y servicios accesibles para la población joven.

 

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