Ciencia y Tecnología
Nadie ha encontrado a la gallina de los huevos de oro, pero por el precio de los huevos en el supermercado lo parece

De nada sirve andarnos por las ramas: los huevos están caros. Muy caros. Y no es una impresión personal. Según el Instituto Nacional de Estadística, han subido un 15,9% en lo que llevamos de año y, según la OCU, el crecimiento has sido de 105% con respecto a 2021.
Cuando, hace unos meses, comentábamos que el precio de los huevos había subido tanto en EEUU que habían empezado a pasarlos de contrabando por la frontera de México, no esperábamos que la crisis llegara a España con la misma fuerza.
Pero ya le tenemos aquí.
¿Y por qué pasa todo esto? Como siempre, la subida es multifactorial. Como explicábamos este mes de marzo, la primera clave es la propia demanda. El sector ha registrado un aumento que se remonta ya al 2024, con una subida del 8%, muy superior a la anotada por la carne o los refrigerados.
Y no puede extrañar a nadie: en coyunturas de marcada tendencia inflacionista, la gente se pasa de forma natural a opciones más baratas y los huevos, con encarecimiento o sin él, son una fuente de proteínas económica. Pero la situación, claro está, no se queda ahí.
Más cosas. Muchas más cosas. Al incremento de la oferta, hay que sumar el encarecimiento de costes. No solo es el fin de las bonificaciones en la factura eléctrica, el encarecimiento de la mano de obra o el boom del precio del grano en el mundo posterior a la invasión de Ucrania; es que la regulación que pretende eliminar las jaulas ha sometido al sector a más incertidumbres de las habituales.
Y luego está la gripe.
Un fantasma recorre las granjas del mundo. Con más de 300 millones de aves muertas, el mundo vive uno de los peores brotes (sino el peor) de gripe aviar que se recuerdan. Y, sorprendentemente, España la había esquivado. Es verdad que todos sospechábamos que no era una situación que fuera a durar demasiado: 2025 se estrenó con Portugal notificando el primer foco de gripe altamente patógena. Parecía cuestión de tiempo.
Por ello, teniendo en cuenta que la gripe fue uno de los factores clave en los problemas de los norteamericanos con los huevos, este artículo es la “crónica de una crisis anunciada”.
Porque, a día de hoy, además de los 45 focos silvestres, hay once focos en aves de corral en todo el país. Y no hay que olvidar que el hecho de detectar una sola ave enferma conlleva “el sacrificio del 100% de la cabaña avícola de la explotación afectada”.
O sea, que a los problemas de demanda y costes, se suman los de oferta.
¿Qué podemos esperar? A estas alturas de 2025, todo parece indicar que solo hay un escenario encima de la mesa: el de unos precios de huevos que van a seguir creciendo. El motivo es sencillo. No hay ni uno de los factores que están detrás de la “ovoflacción” que parezca que vaya a mejorarse.
De hecho, la tormenta sanitaria, regulatoria y macroeconómica solo puede hacer que (al menos temporalmente) la oferta se hunda aún más.
Como decía al principio, según el INE el huevo es el alimento que más ha subido de precio en 2025. Y el problema empieza a ser otro: que esa subida pueda arrastrar al resto de productos de primera necesidad (y a las proteínas más baratas) a lo largo de 2026. Lo que está claro es que nadie ha encontrado a las gallinas de los huevos de oro.
Imagen | Being organic in EU
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La noticia
Nadie ha encontrado a la gallina de los huevos de oro, pero por el precio de los huevos en el supermercado lo parece
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Jiménez
.
De nada sirve andarnos por las ramas: los huevos están caros. Muy caros. Y no es una impresión personal. Según el Instituto Nacional de Estadística, han subido un 15,9% en lo que llevamos de año y, según la OCU, el crecimiento has sido de 105% con respecto a 2021. Cuando, hace unos meses, comentábamos que el precio de los huevos había subido tanto en EEUU que habían empezado a pasarlos de contrabando por la frontera de México, no esperábamos que la crisis llegara a España con la misma fuerza. Pero ya le tenemos aquí.¿Y por qué pasa todo esto? Como siempre, la subida es multifactorial. Como explicábamos este mes de marzo, la primera clave es la propia demanda. El sector ha registrado un aumento que se remonta ya al 2024, con una subida del 8%, muy superior a la anotada por la carne o los refrigerados. Y no puede extrañar a nadie: en coyunturas de marcada tendencia inflacionista, la gente se pasa de forma natural a opciones más baratas y los huevos, con encarecimiento o sin él, son una fuente de proteínas económica. Pero la situación, claro está, no se queda ahí.
En Xataka
Los huevos están tan caros en Estados Unidos que hay gente optando por una solución desesperada: alquilar gallinas
Más cosas. Muchas más cosas. Al incremento de la oferta, hay que sumar el encarecimiento de costes. No solo es el fin de las bonificaciones en la factura eléctrica, el encarecimiento de la mano de obra o el boom del precio del grano en el mundo posterior a la invasión de Ucrania; es que la regulación que pretende eliminar las jaulas ha sometido al sector a más incertidumbres de las habituales.
Y luego está la gripe.
Un fantasma recorre las granjas del mundo. Con más de 300 millones de aves muertas, el mundo vive uno de los peores brotes (sino el peor) de gripe aviar que se recuerdan. Y, sorprendentemente, España la había esquivado. Es verdad que todos sospechábamos que no era una situación que fuera a durar demasiado: 2025 se estrenó con Portugal notificando el primer foco de gripe altamente patógena. Parecía cuestión de tiempo.
Por ello, teniendo en cuenta que la gripe fue uno de los factores clave en los problemas de los norteamericanos con los huevos, este artículo es la “crónica de una crisis anunciada”.
Porque, a día de hoy, además de los 45 focos silvestres, hay once focos en aves de corral en todo el país. Y no hay que olvidar que el hecho de detectar una sola ave enferma conlleva “el sacrificio del 100% de la cabaña avícola de la explotación afectada”.
O sea, que a los problemas de demanda y costes, se suman los de oferta.
¿Qué podemos esperar? A estas alturas de 2025, todo parece indicar que solo hay un escenario encima de la mesa: el de unos precios de huevos que van a seguir creciendo. El motivo es sencillo. No hay ni uno de los factores que están detrás de la “ovoflacción” que parezca que vaya a mejorarse. De hecho, la tormenta sanitaria, regulatoria y macroeconómica solo puede hacer que (al menos temporalmente) la oferta se hunda aún más. Como decía al principio, según el INE el huevo es el alimento que más ha subido de precio en 2025. Y el problema empieza a ser otro: que esa subida pueda arrastrar al resto de productos de primera necesidad (y a las proteínas más baratas) a lo largo de 2026. Lo que está claro es que nadie ha encontrado a las gallinas de los huevos de oro.Imagen | Being organic in EUEn Xataka | Estados Unidos lleva meses hundido en un encarecimiento extremo de los huevos. España afronta ahora el mismo problema
– La noticia
Nadie ha encontrado a la gallina de los huevos de oro, pero por el precio de los huevos en el supermercado lo parece
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Jiménez
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