Ciencia y Tecnología
Descubren que un pez usa los dientes de su frente para aparearse

Un estudio revela que el “pez rata” macho desarrolla dientes en la cabeza para aferrarse a su pareja bajo el mar durante el apareamiento.
Un estudio revela que el “pez rata” macho desarrolla dientes en la cabeza para aferrarse a su pareja bajo el mar durante el apareamiento.
No es fácil aparearse cuando se es un pez sin extremidades en las profundidades del océano. Pero el pez rata, o quimera moteada (spotted ratfish), tiene una estrategia inusual: los machos usan un apéndice en la frente —llamado tenaculum— para aferrarse a la hembra durante el apareamiento y mantener la pareja unida en el agua.
Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) revela que este apéndice está recubierto de dientes.
“No, son completamente dientes”, explicó la bióloga marina Karly Cohen, de la Universidad de Washington, según el portal Science Daily. “Iguales a los dientes de tu boca, la de tu gato o la del propio pez rata”.
Hasta ahora se pensaba que los dientes solo se formaban dentro de la boca, pero el hallazgo desafía esa idea. “Esto pone de relieve la flexibilidad de algo que consideramos fundamental en los vertebrados”, señaló Cohen. “Es fascinante ver cómo algo tan importante —los dientes— aparece de una forma tan inesperada”, agregó.
Mismo desarrollo dental
Los investigadores analizaron 40 ejemplares de quimera moteada en aguas de Puget Sound (Washington) y descubrieron que los dientes del tenaculum están incrustados en una banda de tejido llamada lámina dental, la misma que forma los dientes de la mandíbula en otros vertebrados.
El paleontólogo Aaron LeBlanc, del King’s College de Londres, que no participó en la investigación, se mostró sorprendido: “Pensé que el apéndice estaría cubierto de dentículos, pero demostraron que se desarrollan exactamente igual que los dientes. Es simplemente extraño”, dijo al medio CBC Radio Canada.
Los machos usan el tenaculum tanto para sujetar a las hembras como para alejar rivales, mientras que las hembras desarrollan solo una protuberancia temprana que nunca se convierte en dientes.
Una curiosa adaptación evolutiva
Una pista sobre su origen proviene de fósiles de la quimera prehistórica Helodus simplex, que ya mostraba una estructura similar hace más de 300 millones de años, lo que sugiere que esta adaptación tiene profundas raíces evolutivas.
“Tenemos evidencia experimental y fósil que muestra cómo estos peces cooptaron un programa preexistente de formación de dientes para crear un nuevo dispositivo esencial para la reproducción”, explicó Michael Coates, coautor del estudio, de acuerdo con Science Daily.
Para Cohen, el misterio continúa: “No estoy del todo segura de por qué las hembras conservan la capacidad de desarrollarlas, o para qué las usan. Sería increíble poder averiguarlo”, concluye.
Este descubrimiento no solo amplía el conocimiento sobre las quimeras, sino que también ofrece una nueva perspectiva sobre la evolución de los dientes en los vertebrados, cuestionando viejas ideas sobre su origen y desarrollo.
Editado por Erick Elola con información de Science Daily, CBC y Smithsonian Magazine.
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