Cuando los Dodgers aseguraron la firma de Roki Sasaki en el último invierno, la sensación era que habían encontrado a su próximo as de rotación. Su historial en Japón, donde lanzó un juego perfecto en la NPB, lo presentaba como la joya que podía reforzar un cuerpo de lanzadores ya de por sí sólido.
Pero la temporada no se desarrolló como se esperaba. Sasaki sufrió problemas físicos y su debut en MLB fue más complicado de lo proyectado. Ante el riesgo de perderlo para el resto del año, la organización tomó una decisión audaz: moverlo al bullpen y explotar su recta de más de 100 millas por hora en cortas apariciones.
El resultado fue inmediato, pues en el Juego 2 del Wild Card contra los Reds, el derecho necesitó apenas 11 lanzamientos para retirar la entrada, con dos ponches incluidos. Esa actuación no solo dio confianza al equipo, sino que también abrió la puerta al debate sobre si será su destino el bullpen o si volverá a la rotación.
El propio Sasaki fue honesto al hablar sobre el cambio: “La dificultad de lanzar como relevista es la manera de calentar; me toma tiempo. En playoffs puedo hacerlo porque tengo la resistencia de un abridor“, explicó.
Aunque dejó claro que no se ve como relevista a tiempo completo, su rendimiento lo ha convertido en pieza clave para esta postemporada. En tanto Dave Roberts ha reiterado su confianza en el as nipón.
Yo sí lo usaría en momentos de alta presión. El escenario no le queda grande y confío plenamente en él
Dave Roberts
La realidad es que la confianza en Sasaki responde a una urgencia mayor. El bullpen de Dodgers ha sido un dolor de cabeza en el cierre de campaña.Tanner Scott, fichado como cerrador estrella, colapsó en septiembre con tres salvamentos desperdiciados y una efectividad de 7.50. Blake Treinen tampoco logró estabilidad, mientras Alex Vesia y Henriquez batallaron con el control.
En el Juego 1 de la serie quedó expuesto: tras una joya de siete entradas de Blake Snell, el relevo se desmoronó al permitir múltiples carreras en apenas un inning. Esa inconsistencia obliga a Roberts a apostar por brazos jóvenes como Sasaki, aunque no sea su rol natural.
De cara al futuro, el plan es regresarlo a la rotación en 2026, donde pueda desarrollar todo su potencial como abridor. Por ahora, su presencia representa un alivio en un momento crítico y, al mismo tiempo, mantiene vivo el sueño de que la apuesta por el japonés realmente comience a dar resultados.
