Ciencia y Tecnología
OpenAI está demostrando ser capaz de superar en viralidad a Meta. Se suponía que su misión no era esa

OpenAI ha lanzado Sora, su aplicación social con la que invita a los usuarios a crear vídeos cortos generados por IA y compartirlos luego en dicha red. El producto ha resultado ser un éxito viral inmediato, extremadamente simple de usar y altamente adictivo. Tanto que ha dejado totalmente atrás a la empresa que teóricamente dominaba a la perfección este segmento.
Qué ha pasado. Las redes sociales tradicionales se están llenando de vídeos generados con Sora 2, el nuevo y llamativo modelo de generación de vídeo por IA. La expectación parece incluso haber superado la que ya generó Veo 3, el modelo de Google, pero es que aquí OpenAI no se ha conformado con ofrecer este modelo, sino que lo ha acompañado de una aplicación móvil que es en realidad una nueva red social. Una en la que todo el contenido son esos vídeos e imágenes generados con Sora.
Meta Vibes, en ridículo. La primera sorpresa no es tanto que la aplicación haya tenido éxito, sino que haya dejado a Meta Vibes en un absoluto segundo plano. La empresa liderada por Mark Zuckerberg anunciaba pocos días antes de Sora 2 su nueva red social totalmente dedicada al contenido generado por IA tan solo días antes de la de OpenAI, pero el impacto, al menos en cuanto al “ruido” generado en redes sociales, es mínimo. Hay quien critica que Vibes está “a medio cocinar” y es “obtusa” por la dificultad a la hora de usarla frente a la de OpenAI. Lo que ha logrado la empresa de Altman es ganar en esta nueva carrera por la economía de la atención.
Giro estratégico de OpenAI. Pero lo realmente destacable de este lanzamiento es que parece plantear un giro estratégico de OpenAI. La compañía liderada por Sam Altman lleva tiempo prometiendo que tendremos una AGI en unos pocos miles de días.
Esa difusa promesa contrasta con una realidad: GPT-5 es un buen modelo, pero no representa un salto especialmente llamativo respecto al estado del arte actual. Y ante esa lenta evolución y progresión, la solución parece ser ofrecer juguetes de IA. Ya lo hicieron con las imágenes estilo Studio Ghibli, pero Sora 2 y la app de Sora van aún más allá. Son juguetes de IA… peligrosos.
AI Slop. Este modelo contribuye aún más a ese futuro en el que la “bazofia generada por IA” (AI Slop) se convierta en el tipo de contenido más extendido en redes sociales e internet. Pero además hay (entre otros) un potencial y gigantesco problema de privacidad con los “cameos” de Sora, que pueden acabar ayudando a que la generación de deepfakes se dispare.
El futuro era una fábrica de memes. Ese éxito viral de la app Sora hace que se difumine la línea entre creadores y consumidores de contenido y hace más que nunca que quienes lo consumen acaben creándolo y realimenten el fenómeno. Y eso convierte a la IA en una fábrica de memes, y no en una tecnología que nos ayude a solucionar problemas reales. Es cierto que hay sectores que la están aprovechando en ámbitos profesionales, pero el peligro está en que el foco de la IA acabe estando en el entretenimiento y en contenidos que además pueden acabar siendo tóxicos.
La killer-app de la IA era crear vídeos. ChatGPT y la IA siguen sin tener una “killer app” práctica definitiva: ayudan (cada vez más, cierto) a los programadores, resumen documentos y reescriben correos, pero de momento los modelos actuales parecen quedarse cortos en su promesa de revolucionar nuestro mundo. OpenAI ha sabido comercializar la tecnología mejor que nadie, pero no porque cure el cáncer o solucione las desigualdades económicas: ha hecho que cualquiera pueda crear vídeos absurdos e irresistibles.
El ChatGPT del vídeo ha llegado. Lo cierto es que pese a quien pese, este es un momento singular más en la frenética evolución de la IA. Si DALL-E y ChatGPT fueron esos puntos de inflexión para la IA que generaba imágenes y texto respectivamente, Veo 3 y Sora 2 han demostrado que el vídeo generado por IA está preparado para el mainstream, para el consumo masivo, aunque su valor a largo plazo pueda ser cuestionable. Desde luego su uso como centro de una nueva era del entretenimiento lo es.
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La noticia
OpenAI está demostrando ser capaz de superar en viralidad a Meta. Se suponía que su misión no era esa
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Pastor
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OpenAI ha lanzado Sora, su aplicación social con la que invita a los usuarios a crear vídeos cortos generados por IA y compartirlos luego en dicha red. El producto ha resultado ser un éxito viral inmediato, extremadamente simple de usar y altamente adictivo. Tanto que ha dejado totalmente atrás a la empresa que teóricamente dominaba a la perfección este segmento.Qué ha pasado. Las redes sociales tradicionales se están llenando de vídeos generados con Sora 2, el nuevo y llamativo modelo de generación de vídeo por IA. La expectación parece incluso haber superado la que ya generó Veo 3, el modelo de Google, pero es que aquí OpenAI no se ha conformado con ofrecer este modelo, sino que lo ha acompañado de una aplicación móvil que es en realidad una nueva red social. Una en la que todo el contenido son esos vídeos e imágenes generados con Sora.
En Xataka
La nueva red social de OpenAI es divertidísima y adictiva. Tanto que es fácil olvidar lo que esconde detrás
Meta Vibes, en ridículo. La primera sorpresa no es tanto que la aplicación haya tenido éxito, sino que haya dejado a Meta Vibes en un absoluto segundo plano. La empresa liderada por Mark Zuckerberg anunciaba pocos días antes de Sora 2 su nueva red social totalmente dedicada al contenido generado por IA tan solo días antes de la de OpenAI, pero el impacto, al menos en cuanto al “ruido” generado en redes sociales, es mínimo. Hay quien critica que Vibes está “a medio cocinar” y es “obtusa” por la dificultad a la hora de usarla frente a la de OpenAI. Lo que ha logrado la empresa de Altman es ganar en esta nueva carrera por la economía de la atención.Giro estratégico de OpenAI. Pero lo realmente destacable de este lanzamiento es que parece plantear un giro estratégico de OpenAI. La compañía liderada por Sam Altman lleva tiempo prometiendo que tendremos una AGI en unos pocos miles de días. Esa difusa promesa contrasta con una realidad: GPT-5 es un buen modelo, pero no representa un salto especialmente llamativo respecto al estado del arte actual. Y ante esa lenta evolución y progresión, la solución parece ser ofrecer juguetes de IA. Ya lo hicieron con las imágenes estilo Studio Ghibli, pero Sora 2 y la app de Sora van aún más allá. Son juguetes de IA… peligrosos.
AI Slop. Este modelo contribuye aún más a ese futuro en el que la “bazofia generada por IA” (AI Slop) se convierta en el tipo de contenido más extendido en redes sociales e internet. Pero además hay (entre otros) un potencial y gigantesco problema de privacidad con los “cameos” de Sora, que pueden acabar ayudando a que la generación de deepfakes se dispare.
El futuro era una fábrica de memes. Ese éxito viral de la app Sora hace que se difumine la línea entre creadores y consumidores de contenido y hace más que nunca que quienes lo consumen acaben creándolo y realimenten el fenómeno. Y eso convierte a la IA en una fábrica de memes, y no en una tecnología que nos ayude a solucionar problemas reales. Es cierto que hay sectores que la están aprovechando en ámbitos profesionales, pero el peligro está en que el foco de la IA acabe estando en el entretenimiento y en contenidos que además pueden acabar siendo tóxicos.
La killer-app de la IA era crear vídeos. ChatGPT y la IA siguen sin tener una “killer app” práctica definitiva: ayudan (cada vez más, cierto) a los programadores, resumen documentos y reescriben correos, pero de momento los modelos actuales parecen quedarse cortos en su promesa de revolucionar nuestro mundo. OpenAI ha sabido comercializar la tecnología mejor que nadie, pero no porque cure el cáncer o solucione las desigualdades económicas: ha hecho que cualquiera pueda crear vídeos absurdos e irresistibles.
El ChatGPT del vídeo ha llegado. Lo cierto es que pese a quien pese, este es un momento singular más en la frenética evolución de la IA. Si DALL-E y ChatGPT fueron esos puntos de inflexión para la IA que generaba imágenes y texto respectivamente, Veo 3 y Sora 2 han demostrado que el vídeo generado por IA está preparado para el mainstream, para el consumo masivo, aunque su valor a largo plazo pueda ser cuestionable. Desde luego su uso como centro de una nueva era del entretenimiento lo es.
En Xataka | Diferenciar el contenido IA en Internet es cada vez más difícil. La solución pasa por algo similar a los filetes
– La noticia
OpenAI está demostrando ser capaz de superar en viralidad a Meta. Se suponía que su misión no era esa
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Pastor
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