Realme Note 70T, análisis: tener batería para varios días por menos de 100 euros es posible

Se va acabando el año para una Realme que ha tenido un 2025 cargado de grandes alegrías. Ha dejado claro que la submarca de Oppo que comenzó a rebufo tiene teléfonos de altos vuelos que nada envidian del resto de fabricantes Android. Y no solo por su gama alta con exponentes como el Realme GT7 Pro, sino también por una gama media y de entrada que guarda una gran relación calidad-precio. Sucede de forma similar con este nuevo Realme Note 70T que he probado durante unas semanas para traer este análisis.

Tras experimentar el segmento medio y de entrada con los Realme C71, Realme 14 5G y Realme 14 Pro+, toca revisar lo que ha traído el sucesor del Realme Note 60 del curso pasado. Y aunque no me ha supuesto ninguna sorpresa (parecidos razonables con el Realme C71) no me he encontrado una mala experiencia: por apenas 100 euros no se puede pedir más.

Ficha técnica del Realme Note 70T

Se luce a su manera

Este nuevo Realme Note 70T entra por los ojos, sin necesidad de muchas “florituras” en materiales y construcción. La firma china no se arriesga con un Android grande, como marcan los cánones, pero a la vez cómodo en mano y muy firme. Su trasera me gustó desde el primer momento: plana, textura mate que no atrapa huellas fácilmente.

De igual manera, su módulo de cámaras no es demasiado prominente ni llamativo, queda sencillo, elegante y estiloso, alojado en un cuadrado con esquinas redondeadas al más puro estilo Apple. No es radicalmente distinto al de otros móviles mencionados, pero sí me parece acertado el cambio: el habitual módulo rectangular destacada demasiado. Este es más sutil, y en mi opinión, le da un toque elegante.

Por cierto, parte trasera en un perfecto policarbonato acabado con un brilli brilli que lo viste bien en la unidad que he podido revisar, en color dorado. La novedad en esta es la inclusión de un anillo LED configurable (segunda vez que lo hace Realme tras el C71) con varias funciones cosas que más adelante describiré; por lo demás, sin sorpresas para lo bueno y malo en esta carcasa trasera.

Que ahora la mayoría de lanzamientos vengan con esta construcción a mí me gusta. Me explico: en Android ha habido mucha diversidad en el tratamiento de la conexión de las partes traseras y posteriores, pero en los últimos tiempos esta tendencia se ha homogeneizado. Y esa viene conformada por laterales y caras planas, que resulta en un cuerpo más “cuadrado”. Como digo, me gusta, porque aunque se pierde algo en ergonomía respecto a una trasera con curvas, dan mayor sensación de robustez.

Aunque los materiales son de gama de entrada, la botonera creo que podría tener margen de mejora: sus botones de volumen y desbloqueo son agradables al tacto, pero estaría mejor que proporcionaran un feedback más clicky. Da la sensación de que se terminarán hundiendo con el uso. Por lo demás, no hay sorpresa en el reparto de elementos: en el canto izquierdo se aloja la ranura para SIM, en el inferior el único altavoz, un puerto USB-C, un micro y el olvidado puerto jack de 3,5 mm.

No es un móvil pesado, el plástico ayuda mucho a contener el gramaje, y sí es bastante grande, producto de una pantalla que sigue la tendencia del mercado. Lo que no consigo explicarme es la necesidad de añadir el apellido ‘Note’ en pleno 2025 cuando la media de tamaño en pulgadas supera las 6,5. Excepto modelos base en la gama alta, Android se ha pasado a unas diagonales que son excesivas para mí. Comprendo que una gran parte de los consumidores utiliza el móvil para mucho contenido multimedia, pero la portabilidad lleva tiempo resintiéndose.

Hablando de la pantalla, se nota que estamos ante un teléfono económico: sus biseles son notables, sobre todo esa barbilla inferior que estropea la sensación “todo pantalla”. Poco a poco iremos viendo paneles más ajustados al frontal, es cuestión de tiempo. Respecto a la recorte superior, volvemos un lustro atrás, con la inclusión de un notch tipo gota.

Una pantalla del pasado

Empacar una buena pantalla con un presupuesto ajustado es difícil. Realme vuelve a optar por un panel IPS muy modesto: resolución HD+, brillo máximo de 563 nits, tasa de refresco a 90 hercios… en realidad es difícil pedir más.

En esta gama de entrada, para nada es una mala pantalla, aunque su fortaleza parte de lo básico: ofrecer una pantalla grande en este segmento de mercado. Tampoco presume de contraste, que de hecho es de las más notables faltas. Por otro lado, la interpretación del color es mejorable: tiende a saturar mucho.

Como decía, un móvil barato con una pantalla muy grande para consumir contenido en streaming. Y eso, lo hace con solvencia y sin perjudicar demasiado a la experiencia de usuario. Tiene decentes ángulos de visión, pero se oscurece en cuanto se voltea un poco. Tampoco me termina de convencer la respuesta táctil: hay unos milisegundos que se notan sobremanera al hacer scroll por la web.

Realme pone en su Android opciones para personalizar esta pantalla, como el «Modo de color de pantalla»: suelo quedarme con el modo «Vívido» en los móviles de este fabricante, pero en esta ocasión lo he preferido «Natural». Me parece que así la pantalla se ajusta mejor a la realidad, sin sobresaturarla con colores tan exagerados.

¿Tiene problemas este panel de 6,78 pulgadas? Para mí, el único es su tamaño y eso no es motivo de queja, sino cuestión de gustos. Obviamente, hay mucha diferencia con las buenas AMOLED que están llegando a la gama media, pero quien se queda en este presupuesto no encontrará mayores impedimentos.

En el exterior, tampoco sufre, por más que el brillo máximo no consigue toserle al de terminales más punteros. En el sur de España con sol de septiembre no he tenido dificultad para usarlo mientras caminaba por la calle, ahora bien, no es muy brillante.

Por otro lado, Realme no menciona ninguna capa adicional que la proteja, así que hay que andar con cuidado. Se agradece que venga con un plástico preinstalado, porque el cristal parece débil ante rayaduras.

Biometría

Lo bueno de la diversidad de Android es que, ni siquiera en la gama de entrada hay que prescindir de los dos métodos de desbloqueo biométrico. Este Realme Note 70T incluye un sensor de huellas dactilares, pero no en su pantalla como la gran mayoría de smartphones actuales.

Se sitúa sobre el botón de desbloqueo, por lo que es complicado errar al poner el dedo encima. Eso sí, muy mejorable: en más de una ocasión he terminado usando el PIN, porque falla más de lo que debería. Usar el “truco” de registrar doblemente la huella palia sus errores de forma parcial.

Tampoco es el más rápido, de ahí que habilitara a los pocos días el reconocimiento facial. Este está basado en la cámara frontal como ocurre en cualquier otro Android reciente, y si bien no es veloz ni se entiende con poca luz, me evita usar el errático sensor de huellas.

No pasa con mucha solvencia este apartado, y es que tiene pinta que ha sido uno de los puntos donde la firma china más ha incidido en reducir el coste de fabricación del dispositivo. Una lástima, pues se agradecería un método más robusto para desbloquear rápidamente este Realme Note 70T.

Audio

Pero no es el único componente donde hay un evidente recorte: el audio se ve afectado por el bajo presupuesto del terminal. Sin que suponga mucha alarma, pero sí es de mencionar: tenemos un único altavoz situado en la parte inferior. Nada de sonido estéreo, ni usando el altavoz de llamadas, y este solitario parlante es bastante justito.

Graves inexistentes, altos que terminan muy enturbiados en niveles de volumen altos… la experiencia de sonido queda empañada. Aunque sí he de decir que, para llamadas y no perderse una notificación, el volumen máximo cumple en cualquier entorno.

Es totalmente diferente con auriculares Bluetooth: un sonido sin retardos, nítido y que, evidentemente, depende más del accesorio en sí. Este Realme permite códecs Bluetooth de dos tipos: AAC o SBC, los más comunes. Debido al chip Unisoc, no es compatible con los aptX de Qualcomm, en mi caso no los he echado de menos.

Nada de audio espacial ni Dolby Atmos, pero Realme pone su «OReality Audio» que intenta acercarse al concepto de sonido envolvente. En este caso, poca diferencia hay: el modo «Teatro/Cine» hace subir un poco más el volumen, pero como digo, este altavoz no puede dar más de sí.

Ok en el día a día, sin pedirle mucho

En este segmento de mercado no es posible esperar un rendimiento impecable, y el último Realme C71 que analicé se parece demasiado en el hardware interno a este Note 70T. Chip de Unisoc enfocado en la eficiencia, memorias de pasadas generaciones… ¿El resultado? Un Android que se toma cualquier tarea con bastante relax.

Instalar aplicaciones de Play Store y exigirle velocidad en ejecutar otra mientras no es posible. Si ya quedaba claro por el precio que el rendimiento no sería su punto fuerte, queda demostrado tras probarlo durante estas semanas.

También digo, esta lentitud no llega a ser desesperante más allá de algunas pantallas de carga con tiempos superiores a los de chips más potentes, pero no he sufrido ningún bloqueo reseñable tampoco. El software aligerado de Realme ayuda a que no haya excesivos lags, aunque creo que es hora de ver una experiencia de usuario más fluida también en esta gama.

Cuando no tengo muchas aplicaciones en segundo plano, la tasa de refresco y sus consiguientes 90 FPS se mantienen en la mayor parte de escenarios. Salvo en apps con más demanda de potencia, como YouTube, donde la interfaz ‘petardea’ más de lo debido.

La potencia bruta del Unisoc T7250 se puede poner en perspectiva respecto a sus principales competidores gracias a los benchmarks. Que todo sea dicho, no son mucho más potentes que este chip, como puedes ver a continuación en esta tabla.

No es un móvil para jugar, y la culpa no la tiene el procesador sino la GPU Mali-G57 MP1 que equipa en el SoC. No permite ejecutar títulos demandantes en lo gráfico como ‘Fortnite’, aunque cumple para partidas casuales en ‘Call of Duty: Warzone’ y sufre con ‘Genshin Impact’, apenas 25 fps en este último con todas las opciones gráficas minimizadas.

Eso sí, esta eficiencia se refleja en la poca generación de calor: tras una hora, solo se aprecia un poco más de temperatura, que para nada es molesta. Nada de aplicaciones propias de IA más allá de la opcional Gemini de Google, en ningún momento se olvida que estamos ante un gama de entrada.

No lo llames móvil, llámalo powerbank

¿Qué esperar de un teléfono con una enorme batería de 6.000 mAh, una pantalla de menor resolución y un chip enfocado en la eficiencia? Pues debería cumplir holgadamente y ofrecer, al menos, un par de días de autonomía. ¿Lo consigue? Por supuesto. 

No era spoiler para mí, dado que el recurrentemente mencionado Realme C71 que analicé hace poco comparte gran parte del plantel de especificaciones con este. De hecho, solo pierde lo mejor de su apartado de batería. Y eso implica que aguante como un campeón fuera del enchufe y también que su carga rápida ya no lo sea.

Realme lleva este 2025 dando un gran motivo de compra en todo su portfolio de móviles Android desde aquí: tanto la gama alta con el Realme GT7 Pro y la media con el Realme 14 Pro+ ha dado un salto en la densidad energética de sus baterías. Y que eso ocurra en la gama de entrada es un lujazo.

Sea o no sea esta batería de tipo silicio-carbono, lo cierto es que es una maravilla despreocuparse porque el móvil vaya a morir. No he llegado a los cuatro días como en el C71 pero sí a algo más de 72 horas sin pasar por el enchufe. En este ciclo, con un total de nueve horas y media de pantalla.

Lo bueno es que, en ciclos más intensivos, alcanza las dos jornadas con diez horas de pantalla activa aproximadamente, lo que asegura una buenísima autonomía con uso mixto de navegación web, llamadas, fotos, algo de GPS… solo puede resentirse dramáticamente exprimiendo el teléfono en juegos o tareas de edición para las que no ha sido pensado.

Una lástima, eso sí, la ‘rascada’ de carga rápida: en la diferencia de 30-40 euros con el Realme C71 se pierden 45 vatios de carga. Porque este Realme Note 70T solo tiene 15 vatios, una velocidad de carga muy justita en este 2025. Sumada a la gran pila incluida en su interior, conlleva que deba estar casi tres horas cargando. 

Es demasiado, pero he de reconocer que, dada su autonomía, lo he cargado siempre por la noche mientras duermo, así que cero problemas por mi parte. Ahora bien, para usuarios que necesiten una carga exprés y descuiden el porcentaje, no hay margen de maniobra.

Por cierto, el cargador incluido en la caja se está convirtiendo en un rara avis, algo que cobra muchísimo más sentido en esta gama de entrada. Que suceda en teléfonos de 1.000 euros tiene menos perdón, y en este caso tampoco es raro que tengamos uno por casa compatible con esta carga “rápida”.

Android recortado… y susceptible de mejora

El software de este Realme Note 70T es un viejo conocido. En cuanto a la versión de Android y su capa de personalización, llega con Android 15 bajo una variante recortada de Realme UI. Esto provoca que la cercanía al Android puro sea muy alta, ya que la experiencia se aleja de la capa completa de sus hermanos mayores y se acerca más a un Android AOSP.

La decisión es lógica para aligerar el sistema en un hardware contenido, y se traduce en animaciones y transiciones reducidas al mínimo, aunque también delata una falta de pulido en ciertos detalles como ya detecté en el otro gama de entrada de Realme.

Pese a esta simpleza, hay varias funciones destacadas que se mantienen. Explorando los ajustes, me he topado con opciones prácticas como un “modo bolsillo” para evitar toques accidentales, gestos con la pantalla apagada para lanzar aplicaciones o una barra lateral inteligente totalmente personalizable, demostrando que no por ser barato renuncia a la utilidad.

Sobre las funciones de IA, como era de esperar, no hay rastro de la suite avanzada de Realme, pero sí contamos con el paquete de Google: tanto Gemini como su vertiente de asistente, como la función ‘Rodea para buscar’ están presentes, aunque con una fluidez notablemente inferior a la de otros terminales.

¿Cómo de longevo será este software? Lo cierto es que Realme no es de las que mejor actualiza, y no creo que pruebe demasiadas versiones de Android. En el momento de hacer la review, cuenta con el parche de seguridad de agosto de 2025 y Android 15. Considerando que Android 16 lleva pocos meses fuera, no es castigable.

Pero si hay un punto donde la experiencia se enturbia, es en el bloatware. El problema más grave de este teléfono (y casi toda la gama de entrada, para ser justo) es la avalancha de aplicaciones y juegos preinstalados que nos recibe al configurarlo. Afortunadamente, la mayoría se pueden desinstalar, pero siempre me deja una primera impresión negativa.

Una única (y cumplidora) cámara

En un mercado donde los módulos de cámara parecen una competición por ver quién pone más círculos, este Realme Note 70T no engaña, tal y como los últimos lanzamientos de la firma china. Vemos dos sensores en la trasera, pero en la práctica, solo podremos disparar con uno de ellos. El segundo es un sensor de profundidad testimonial que asiste al modo retrato, una estrategia muy habitual en la gama más económica.

La cámara principal es un sensor de 13 megapíxeles con una apertura f/2.2, mientras que en el frontal encontramos una cámara para selfies de 5 megapíxeles. La aplicación de cámara es la vieja conocida de Realme, muy sencilla y con los modos justos y necesarios para un terminal de este tipo, sin sorpresas como el modo “Pro” que sí vimos en otros modelos de la casa.

Si nos ceñimos a los resultados, la cámara principal se comporta de forma decente cuando la luz acompaña, como se puede apreciar en las fotografías. En escenas diurnas, el nivel de detalle es aceptable para un móvil de este precio y el procesado de color, aunque tiende a saturar un poco los tonos, resulta agradable para redes sociales. 

Sin embargo, sufre bastante con el rango dinámico; en cuanto hay zonas de sombra y luces altas en la misma escena, tiende a quemar los cielos o a dejar las sombras demasiado oscuras, sin término medio. Es un defecto pasable en este rango de precios, porque la nitidez es buena.

La aplicación de cámara ofrece un acceso directo a un zoom digital x2. Teniendo en cuenta que no hay teleobjetivo, el resultado es el esperado: un recorte del sensor principal que pierde algo de nitidez. Es un zoom que puede servir para salir del paso si necesitamos reencuadrar algo, pero no esperaba milagros en el detalle fino. No obstante, tampoco puedo ponerle muchas pegas, más allá del sharpening que acusa.

Si de día la cámara principal se mostraba decente, cuando cae la luz la historia cambia por completo. Como era de esperar en un móvil de este precio, a la cámara del Realme Note 70T no le sienta nada bien la noche. En escenas con algo de luz artificial, como podemos ver en las fotos de interior, la cámara “salva los muebles” y consigue una imagen usable. Sin embargo, en cuanto salimos al exterior, sus limitaciones se hacen evidentes: las luces de la ciudad aparecen sobreexpuestas y las zonas oscuras pierden todo el detalle, mostrando mucho ruido.

El zoom digital x2, que de día podía ser útil en alguna ocasión, se vuelve prácticamente inservible por la noche. Como se aprecia en la comparativa, el resultado es una imagen muy procesada, con un efecto “acuarelado” que destruye cualquier detalle y que nos recuerda de inmediato que estamos ante un sensor muy modesto.

No todo son malas noticias, eso sí. La diferencia entre disparar en modo automático y usar el “Modo noche” es abismal. El software hace un buen trabajo al procesar la escena durante unos segundos, logrando levantar la exposición, recuperar bastante información y controlar un poco mejor las luces altas. No hace milagros, pero si quieres sacar una foto casual por la noche, es absolutamente imprescindible usar este modo.

La cámara frontal, por su parte, me ha dejado una sensación sorprendentemente correcta. A pesar de sus 5 megapíxeles, el modo retrato funciona bastante bien, con un recorte que, sin ser perfecto, no comete errores graves en zonas complicadas como el pelo o el contorno de las gafas. El nivel de detalle es justo, como era de esperar por la resolución, pero el procesado general y el desenfoque del fondo son más que decentes para un móvil muy económico.

Realme Note 70T, la opinión y nota de Xataka

El Realme Note 70T llega para renovar la gama más económica de la compañía, y lo hace con una propuesta casi calcada a la de su hermano, el Realme C71. Por un precio que se sitúa en los 100 euros, es evidente que estamos ante un terminal de entrada, con los recortes que ello conlleva en casi todos los apartados: desde una pantalla con resolución HD+ hasta un rendimiento que es justito.

Lo que más me ha sorprendido, para bien, es su brutal autonomía: es un móvil hecho para olvidarse del enchufe durante días. Sin embargo, esta virtud queda empañada una carga de 15W que se hace eterna. ¿Lo elegiría por encima de rivales directos? Es una decisión complicada. Si tu único y absoluto requisito es la máxima autonomía por el mínimo dinero posible, y no te importa esperar casi tres horas para cargarlo, este Note 70T tiene un nicho muy claro.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas y cómo hacemos estas reviews.

En Xataka | Mejores móviles por menos de 200 euros (2025). La opinión de los expertos de Xataka

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La noticia

Realme Note 70T, análisis: tener batería para varios días por menos de 100 euros es posible

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Pepu Ricca

.

​Se va acabando el año para una Realme que ha tenido un 2025 cargado de grandes alegrías. Ha dejado claro que la submarca de Oppo que comenzó a rebufo tiene teléfonos de altos vuelos que nada envidian del resto de fabricantes Android. Y no solo por su gama alta con exponentes como el Realme GT7 Pro, sino también por una gama media y de entrada que guarda una gran relación calidad-precio. Sucede de forma similar con este nuevo Realme Note 70T que he probado durante unas semanas para traer este análisis.Tras experimentar el segmento medio y de entrada con los Realme C71, Realme 14 5G y Realme 14 Pro+, toca revisar lo que ha traído el sucesor del Realme Note 60 del curso pasado. Y aunque no me ha supuesto ninguna sorpresa (parecidos razonables con el Realme C71) no me he encontrado una mala experiencia: por apenas 100 euros no se puede pedir más.

Índice de Contenidos (10)

Ficha técnica del Realme Note 70T

Se luce a su manera

Una pantalla del pasado

Biometría

Audio

Ok en el día a día, sin pedirle mucho

No lo llames móvil, llámalo powerbank

Android recortado… y susceptible de mejora

Una única (y cumplidora) cámara

Realme Note 70T, la opinión y nota de Xataka

Ficha técnica del Realme Note 70T

Realme Note 70T

PANTALLA

Panel de 6,74 pulgadasResolución HD+ (1.600 x 720 píxeles)Refresco de 90 Hz563 nits de pico de brillo

DIMENSIONES Y PESO

167,2 x 76,6 x 7,94 mm201 gramos

PROCESADOR

UNISOC T7250

RAM

4 GBRAM dinámica de hasta 12 GB

ALMACENAMIENTO

64 / 128 / 256 GB

CÁMARA FRONTAL

5 MP, f/2,2

CÁMARA TRASERA

Principal de 13 MP f/2,2Sensor de profundidad

BATERÍA

6.000 mAhCarga de 15 W

SISTEMA OPERATIVO

Android 15 + realme UI

CONECTIVIDAD

4GWiFi acBluetooth 5.2GPSUSB-C

OTROS

Lector de huellas en el lateralAltavoz lineal con OReality Audio

PRECIO

109,99 euros

Se luce a su manera

Este nuevo Realme Note 70T entra por los ojos, sin necesidad de muchas “florituras” en materiales y construcción. La firma china no se arriesga con un Android grande, como marcan los cánones, pero a la vez cómodo en mano y muy firme. Su trasera me gustó desde el primer momento: plana, textura mate que no atrapa huellas fácilmente.De igual manera, su módulo de cámaras no es demasiado prominente ni llamativo, queda sencillo, elegante y estiloso, alojado en un cuadrado con esquinas redondeadas al más puro estilo Apple. No es radicalmente distinto al de otros móviles mencionados, pero sí me parece acertado el cambio: el habitual módulo rectangular destacada demasiado. Este es más sutil, y en mi opinión, le da un toque elegante.

La trasera del Realme Note 70T es elegante, aunque sus materiales denotan que estamos ante un terminal económico

Por cierto, parte trasera en un perfecto policarbonato acabado con un brilli brilli que lo viste bien en la unidad que he podido revisar, en color dorado. La novedad en esta es la inclusión de un anillo LED configurable (segunda vez que lo hace Realme tras el C71) con varias funciones cosas que más adelante describiré; por lo demás, sin sorpresas para lo bueno y malo en esta carcasa trasera.

El «Pulse Light» de Realme recupera una de las viejas señas de identidad de Android: el LED de notificaciones

Que ahora la mayoría de lanzamientos vengan con esta construcción a mí me gusta. Me explico: en Android ha habido mucha diversidad en el tratamiento de la conexión de las partes traseras y posteriores, pero en los últimos tiempos esta tendencia se ha homogeneizado. Y esa viene conformada por laterales y caras planas, que resulta en un cuerpo más “cuadrado”. Como digo, me gusta, porque aunque se pierde algo en ergonomía respecto a una trasera con curvas, dan mayor sensación de robustez.Aunque los materiales son de gama de entrada, la botonera creo que podría tener margen de mejora: sus botones de volumen y desbloqueo son agradables al tacto, pero estaría mejor que proporcionaran un feedback más clicky. Da la sensación de que se terminarán hundiendo con el uso. Por lo demás, no hay sorpresa en el reparto de elementos: en el canto izquierdo se aloja la ranura para SIM, en el inferior el único altavoz, un puerto USB-C, un micro y el olvidado puerto jack de 3,5 mm.

El lateral izquierdo alberga solo la ranura para tarjetas SIM

No es un móvil pesado, el plástico ayuda mucho a contener el gramaje, y sí es bastante grande, producto de una pantalla que sigue la tendencia del mercado. Lo que no consigo explicarme es la necesidad de añadir el apellido ‘Note’ en pleno 2025 cuando la media de tamaño en pulgadas supera las 6,5. Excepto modelos base en la gama alta, Android se ha pasado a unas diagonales que son excesivas para mí. Comprendo que una gran parte de los consumidores utiliza el móvil para mucho contenido multimedia, pero la portabilidad lleva tiempo resintiéndose.Hablando de la pantalla, se nota que estamos ante un teléfono económico: sus biseles son notables, sobre todo esa barbilla inferior que estropea la sensación “todo pantalla”. Poco a poco iremos viendo paneles más ajustados al frontal, es cuestión de tiempo. Respecto a la recorte superior, volvemos un lustro atrás, con la inclusión de un notch tipo gota.Una pantalla del pasado

Empacar una buena pantalla con un presupuesto ajustado es difícil. Realme vuelve a optar por un panel IPS muy modesto: resolución HD+, brillo máximo de 563 nits, tasa de refresco a 90 hercios… en realidad es difícil pedir más.En esta gama de entrada, para nada es una mala pantalla, aunque su fortaleza parte de lo básico: ofrecer una pantalla grande en este segmento de mercado. Tampoco presume de contraste, que de hecho es de las más notables faltas. Por otro lado, la interpretación del color es mejorable: tiende a saturar mucho.Como decía, un móvil barato con una pantalla muy grande para consumir contenido en streaming. Y eso, lo hace con solvencia y sin perjudicar demasiado a la experiencia de usuario. Tiene decentes ángulos de visión, pero se oscurece en cuanto se voltea un poco. Tampoco me termina de convencer la respuesta táctil: hay unos milisegundos que se notan sobremanera al hacer scroll por la web.

La pantalla se ve bien sin demasiados alardes. Su mayor pecado es una resolución HD+ de otra época

Realme pone en su Android opciones para personalizar esta pantalla, como el «Modo de color de pantalla»: suelo quedarme con el modo «Vívido» en los móviles de este fabricante, pero en esta ocasión lo he preferido «Natural». Me parece que así la pantalla se ajusta mejor a la realidad, sin sobresaturarla con colores tan exagerados.¿Tiene problemas este panel de 6,78 pulgadas? Para mí, el único es su tamaño y eso no es motivo de queja, sino cuestión de gustos. Obviamente, hay mucha diferencia con las buenas AMOLED que están llegando a la gama media, pero quien se queda en este presupuesto no encontrará mayores impedimentos.En el exterior, tampoco sufre, por más que el brillo máximo no consigue toserle al de terminales más punteros. En el sur de España con sol de septiembre no he tenido dificultad para usarlo mientras caminaba por la calle, ahora bien, no es muy brillante.Por otro lado, Realme no menciona ninguna capa adicional que la proteja, así que hay que andar con cuidado. Se agradece que venga con un plástico preinstalado, porque el cristal parece débil ante rayaduras.BiometríaLo bueno de la diversidad de Android es que, ni siquiera en la gama de entrada hay que prescindir de los dos métodos de desbloqueo biométrico. Este Realme Note 70T incluye un sensor de huellas dactilares, pero no en su pantalla como la gran mayoría de smartphones actuales.

Se sitúa sobre el botón de desbloqueo, por lo que es complicado errar al poner el dedo encima. Eso sí, muy mejorable: en más de una ocasión he terminado usando el PIN, porque falla más de lo que debería. Usar el “truco” de registrar doblemente la huella palia sus errores de forma parcial.

El lector de huellas se sitúa en el botón de desbloqueo, a la vieja usanza

Tampoco es el más rápido, de ahí que habilitara a los pocos días el reconocimiento facial. Este está basado en la cámara frontal como ocurre en cualquier otro Android reciente, y si bien no es veloz ni se entiende con poca luz, me evita usar el errático sensor de huellas.

No pasa con mucha solvencia este apartado, y es que tiene pinta que ha sido uno de los puntos donde la firma china más ha incidido en reducir el coste de fabricación del dispositivo. Una lástima, pues se agradecería un método más robusto para desbloquear rápidamente este Realme Note 70T.

Audio

Pero no es el único componente donde hay un evidente recorte: el audio se ve afectado por el bajo presupuesto del terminal. Sin que suponga mucha alarma, pero sí es de mencionar: tenemos un único altavoz situado en la parte inferior. Nada de sonido estéreo, ni usando el altavoz de llamadas, y este solitario parlante es bastante justito.

El Realme Note 70T solo monta un altavoz, por cierto, con un sonido alto pero justo de calidad

Graves inexistentes, altos que terminan muy enturbiados en niveles de volumen altos… la experiencia de sonido queda empañada. Aunque sí he de decir que, para llamadas y no perderse una notificación, el volumen máximo cumple en cualquier entorno.Es totalmente diferente con auriculares Bluetooth: un sonido sin retardos, nítido y que, evidentemente, depende más del accesorio en sí. Este Realme permite códecs Bluetooth de dos tipos: AAC o SBC, los más comunes. Debido al chip Unisoc, no es compatible con los aptX de Qualcomm, en mi caso no los he echado de menos.Nada de audio espacial ni Dolby Atmos, pero Realme pone su «OReality Audio» que intenta acercarse al concepto de sonido envolvente. En este caso, poca diferencia hay: el modo «Teatro/Cine» hace subir un poco más el volumen, pero como digo, este altavoz no puede dar más de sí.Ok en el día a día, sin pedirle mucho

En este segmento de mercado no es posible esperar un rendimiento impecable, y el último Realme C71 que analicé se parece demasiado en el hardware interno a este Note 70T. Chip de Unisoc enfocado en la eficiencia, memorias de pasadas generaciones… ¿El resultado? Un Android que se toma cualquier tarea con bastante relax.Instalar aplicaciones de Play Store y exigirle velocidad en ejecutar otra mientras no es posible. Si ya quedaba claro por el precio que el rendimiento no sería su punto fuerte, queda demostrado tras probarlo durante estas semanas.También digo, esta lentitud no llega a ser desesperante más allá de algunas pantallas de carga con tiempos superiores a los de chips más potentes, pero no he sufrido ningún bloqueo reseñable tampoco. El software aligerado de Realme ayuda a que no haya excesivos lags, aunque creo que es hora de ver una experiencia de usuario más fluida también en esta gama.Cuando no tengo muchas aplicaciones en segundo plano, la tasa de refresco y sus consiguientes 90 FPS se mantienen en la mayor parte de escenarios. Salvo en apps con más demanda de potencia, como YouTube, donde la interfaz ‘petardea’ más de lo debido.La potencia bruta del Unisoc T7250 se puede poner en perspectiva respecto a sus principales competidores gracias a los benchmarks. Que todo sea dicho, no son mucho más potentes que este chip, como puedes ver a continuación en esta tabla.

realme note 70T

realme c71

realme c67

xiaomi redmi 14c

Motorola Moto G55 5G

procesador

UNISOC T7250

UNISOC T7250

Qualcomm Snapdragon 685

MediaTek Helio G81 Ultra

MediaTek Dimensity 7025

ram

6 GB

8 GB

8 GB

8 GB

8 GB

geekbench 6.0 (single / multi)

436 / 1.428

437 / 1.471

474 / 1.588

413 / 1.411

1.020/ 2.424

3D MARK Wild Life Unlimited

567

568

No se pudo ejecutar

604

No se pudo ejecutar

PCMARK WORK

9.008

9.177

7.391

9.474

13.169

No es un móvil para jugar, y la culpa no la tiene el procesador sino la GPU Mali-G57 MP1 que equipa en el SoC. No permite ejecutar títulos demandantes en lo gráfico como ‘Fortnite’, aunque cumple para partidas casuales en ‘Call of Duty: Warzone’ y sufre con ‘Genshin Impact’, apenas 25 fps en este último con todas las opciones gráficas minimizadas.Eso sí, esta eficiencia se refleja en la poca generación de calor: tras una hora, solo se aprecia un poco más de temperatura, que para nada es molesta. Nada de aplicaciones propias de IA más allá de la opcional Gemini de Google, en ningún momento se olvida que estamos ante un gama de entrada.No lo llames móvil, llámalo powerbank

¿Qué esperar de un teléfono con una enorme batería de 6.000 mAh, una pantalla de menor resolución y un chip enfocado en la eficiencia? Pues debería cumplir holgadamente y ofrecer, al menos, un par de días de autonomía. ¿Lo consigue? Por supuesto. No era spoiler para mí, dado que el recurrentemente mencionado Realme C71 que analicé hace poco comparte gran parte del plantel de especificaciones con este. De hecho, solo pierde lo mejor de su apartado de batería. Y eso implica que aguante como un campeón fuera del enchufe y también que su carga rápida ya no lo sea.Realme lleva este 2025 dando un gran motivo de compra en todo su portfolio de móviles Android desde aquí: tanto la gama alta con el Realme GT7 Pro y la media con el Realme 14 Pro+ ha dado un salto en la densidad energética de sus baterías. Y que eso ocurra en la gama de entrada es un lujazo.

Sea o no sea esta batería de tipo silicio-carbono, lo cierto es que es una maravilla despreocuparse porque el móvil vaya a morir. No he llegado a los cuatro días como en el C71 pero sí a algo más de 72 horas sin pasar por el enchufe. En este ciclo, con un total de nueve horas y media de pantalla.Lo bueno es que, en ciclos más intensivos, alcanza las dos jornadas con diez horas de pantalla activa aproximadamente, lo que asegura una buenísima autonomía con uso mixto de navegación web, llamadas, fotos, algo de GPS… solo puede resentirse dramáticamente exprimiendo el teléfono en juegos o tareas de edición para las que no ha sido pensado.

Una lástima, eso sí, la ‘rascada’ de carga rápida: en la diferencia de 30-40 euros con el Realme C71 se pierden 45 vatios de carga. Porque este Realme Note 70T solo tiene 15 vatios, una velocidad de carga muy justita en este 2025. Sumada a la gran pila incluida en su interior, conlleva que deba estar casi tres horas cargando. Es demasiado, pero he de reconocer que, dada su autonomía, lo he cargado siempre por la noche mientras duermo, así que cero problemas por mi parte. Ahora bien, para usuarios que necesiten una carga exprés y descuiden el porcentaje, no hay margen de maniobra.Por cierto, el cargador incluido en la caja se está convirtiendo en un rara avis, algo que cobra muchísimo más sentido en esta gama de entrada. Que suceda en teléfonos de 1.000 euros tiene menos perdón, y en este caso tampoco es raro que tengamos uno por casa compatible con esta carga “rápida”.Android recortado… y susceptible de mejora

El software de este Realme Note 70T es un viejo conocido. En cuanto a la versión de Android y su capa de personalización, llega con Android 15 bajo una variante recortada de Realme UI. Esto provoca que la cercanía al Android puro sea muy alta, ya que la experiencia se aleja de la capa completa de sus hermanos mayores y se acerca más a un Android AOSP.La decisión es lógica para aligerar el sistema en un hardware contenido, y se traduce en animaciones y transiciones reducidas al mínimo, aunque también delata una falta de pulido en ciertos detalles como ya detecté en el otro gama de entrada de Realme.Pese a esta simpleza, hay varias funciones destacadas que se mantienen. Explorando los ajustes, me he topado con opciones prácticas como un “modo bolsillo” para evitar toques accidentales, gestos con la pantalla apagada para lanzar aplicaciones o una barra lateral inteligente totalmente personalizable, demostrando que no por ser barato renuncia a la utilidad.

Sobre las funciones de IA, como era de esperar, no hay rastro de la suite avanzada de Realme, pero sí contamos con el paquete de Google: tanto Gemini como su vertiente de asistente, como la función ‘Rodea para buscar’ están presentes, aunque con una fluidez notablemente inferior a la de otros terminales.¿Cómo de longevo será este software? Lo cierto es que Realme no es de las que mejor actualiza, y no creo que pruebe demasiadas versiones de Android. En el momento de hacer la review, cuenta con el parche de seguridad de agosto de 2025 y Android 15. Considerando que Android 16 lleva pocos meses fuera, no es castigable.Pero si hay un punto donde la experiencia se enturbia, es en el bloatware. El problema más grave de este teléfono (y casi toda la gama de entrada, para ser justo) es la avalancha de aplicaciones y juegos preinstalados que nos recibe al configurarlo. Afortunadamente, la mayoría se pueden desinstalar, pero siempre me deja una primera impresión negativa.Una única (y cumplidora) cámara

En un mercado donde los módulos de cámara parecen una competición por ver quién pone más círculos, este Realme Note 70T no engaña, tal y como los últimos lanzamientos de la firma china. Vemos dos sensores en la trasera, pero en la práctica, solo podremos disparar con uno de ellos. El segundo es un sensor de profundidad testimonial que asiste al modo retrato, una estrategia muy habitual en la gama más económica.La cámara principal es un sensor de 13 megapíxeles con una apertura f/2.2, mientras que en el frontal encontramos una cámara para selfies de 5 megapíxeles. La aplicación de cámara es la vieja conocida de Realme, muy sencilla y con los modos justos y necesarios para un terminal de este tipo, sin sorpresas como el modo “Pro” que sí vimos en otros modelos de la casa.

Si nos ceñimos a los resultados, la cámara principal se comporta de forma decente cuando la luz acompaña, como se puede apreciar en las fotografías. En escenas diurnas, el nivel de detalle es aceptable para un móvil de este precio y el procesado de color, aunque tiende a saturar un poco los tonos, resulta agradable para redes sociales. Sin embargo, sufre bastante con el rango dinámico; en cuanto hay zonas de sombra y luces altas en la misma escena, tiende a quemar los cielos o a dejar las sombras demasiado oscuras, sin término medio. Es un defecto pasable en este rango de precios, porque la nitidez es buena.

La aplicación de cámara ofrece un acceso directo a un zoom digital x2. Teniendo en cuenta que no hay teleobjetivo, el resultado es el esperado: un recorte del sensor principal que pierde algo de nitidez. Es un zoom que puede servir para salir del paso si necesitamos reencuadrar algo, pero no esperaba milagros en el detalle fino. No obstante, tampoco puedo ponerle muchas pegas, más allá del sharpening que acusa.

Si de día la cámara principal se mostraba decente, cuando cae la luz la historia cambia por completo. Como era de esperar en un móvil de este precio, a la cámara del Realme Note 70T no le sienta nada bien la noche. En escenas con algo de luz artificial, como podemos ver en las fotos de interior, la cámara “salva los muebles” y consigue una imagen usable. Sin embargo, en cuanto salimos al exterior, sus limitaciones se hacen evidentes: las luces de la ciudad aparecen sobreexpuestas y las zonas oscuras pierden todo el detalle, mostrando mucho ruido.

El zoom digital x2, que de día podía ser útil en alguna ocasión, se vuelve prácticamente inservible por la noche. Como se aprecia en la comparativa, el resultado es una imagen muy procesada, con un efecto “acuarelado” que destruye cualquier detalle y que nos recuerda de inmediato que estamos ante un sensor muy modesto.

No todo son malas noticias, eso sí. La diferencia entre disparar en modo automático y usar el “Modo noche” es abismal. El software hace un buen trabajo al procesar la escena durante unos segundos, logrando levantar la exposición, recuperar bastante información y controlar un poco mejor las luces altas. No hace milagros, pero si quieres sacar una foto casual por la noche, es absolutamente imprescindible usar este modo.

La cámara frontal, por su parte, me ha dejado una sensación sorprendentemente correcta. A pesar de sus 5 megapíxeles, el modo retrato funciona bastante bien, con un recorte que, sin ser perfecto, no comete errores graves en zonas complicadas como el pelo o el contorno de las gafas. El nivel de detalle es justo, como era de esperar por la resolución, pero el procesado general y el desenfoque del fondo son más que decentes para un móvil muy económico.

Realme Note 70T, la opinión y nota de Xataka

El Realme Note 70T llega para renovar la gama más económica de la compañía, y lo hace con una propuesta casi calcada a la de su hermano, el Realme C71. Por un precio que se sitúa en los 100 euros, es evidente que estamos ante un terminal de entrada, con los recortes que ello conlleva en casi todos los apartados: desde una pantalla con resolución HD+ hasta un rendimiento que es justito.Lo que más me ha sorprendido, para bien, es su brutal autonomía: es un móvil hecho para olvidarse del enchufe durante días. Sin embargo, esta virtud queda empañada una carga de 15W que se hace eterna. ¿Lo elegiría por encima de rivales directos? Es una decisión complicada. Si tu único y absoluto requisito es la máxima autonomía por el mínimo dinero posible, y no te importa esperar casi tres horas para cargarlo, este Note 70T tiene un nicho muy claro.

6,0

Diseño
6

Pantalla
5,5

Rendimiento
5,5

Cámara
5,75

Software
6

Batería
7,5

A favor

Una autonomía sobresaliente, para olvidarse del enchufe durante días
Mantiene el puerto jack de 3,5 mm
Un precio que ronda los 100 euros, muy difícil de batir

En contra

Rendimiento muy justo
La carga de 15W es extremadamente lenta para una batería tan grande
Pantalla con resolución HD+ y una respuesta táctil mejorable
Un único altavoz

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas y cómo hacemos estas reviews.En Xataka | Mejores móviles por menos de 200 euros (2025). La opinión de los expertos de Xataka

– La noticia

Realme Note 70T, análisis: tener batería para varios días por menos de 100 euros es posible

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Pepu Ricca

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