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Marc Márquez, el campeón que volvió del infierno

La carrera de Marc Márquez estuvo siempre ligada al éxito. Desde muy pequeño, el corredor de Cervera empezó a ganar en categorías en la que los rivales le pasaban, en algunos casos, más de 30 centímetros de altura. Además de joven de edad, el español era pequeño de talla, lo que hacia que llamara aún más la atención verle en los podios de los circuitos de pueblo en los que competía de niño.
Pero la tenacidad de Márquez era acorde a su talento y valentía, y se abrió paso hasta llegar al campeonato del mundo de velocidad, al que accedió en 2018, con 15 años recién cumplidos. La calidad del menudo corredor y su sonrisa, permitieron a su entonces manager conseguir una moto KTM y el respaldo de la petrolera Repsol, que desde el primer momento quiso asociar su imagen a la Marc.
En su primera carrera, el 13 de abril de aquel año en Estoril (Portugal), terminó 18º, a a 51.6 segundos del vencedor, Simone Corsi. Todos los pilotos que tomaron parte que aquella carrera, 34 además de Marc, están ya retirados, aunque uno de ellos, Takaaki Nakagami, competía este domingo con wildcard de Honda en su papel de piloto de pruebas.
Trece grandes premios disputó Marc en su primer año en el Mundial, y solo necesitó seis carreras para alcanzar su primer podio y único aquel año, el tercer puesto en el GP de Gran Bretaña. Repitió en 2009, con un tercer puesto en Jerez como único podio de la temporada, la primera con el equipo oficial Red Bull KTM Motosport, que vio en Marc al piloto en el que se convertiría.
No tardó mucho, en 2010, en su tercer año en el campeonato y de nuevo con el equipo de Aki Ajo, arrancó la temporada con un tercer puesto en Qatar. Las ganas del joven Márquez de ganar eran tantas que en la vuelta de calentamiento previa a la salida del GP de España se cayó, y no pudo tomar parte en la carrera. En Francia repitió el tercer puesto, segundo del año y cuarto de su carrera. Hasta que, por fin, logró la primera victoria.
La primera de 99 victorias mundialistas
El primer triunfo de Márquez en el Mundial de 125cc llegó en Mugello (Italia) el 6 de junio de 2010, compartiendo podio con Nico Terol y Pol Espargaró, y con Johann Zarco ya en la parrilla del campeonato. Desde entonces, para Marc se abrieron las puertas del éxito, logrando aquel año 12 poles, diez victorias y un total de 12 podios en 17 salidas, lo que le valió para ganar su primer título mundial a la edad de 17 años, y la promoción inmediata a la categoría de Moto2.

La primera victoria de Marc Márquez fue en Mugello 2010, en la clase de 125cc
Foto de: Gold and Goose Photography / LAT Images / via Getty Images
En su primer año en la clase intermedia la repercusión de Marc empezó a ser tan potente que los patrocinadores se peleaban para poner su nombre en el mono del español. Incluso la petrolera Repsol y el banco CX, casi acaban a golpes por hacerse con la porción más grande del carenado de la Suter del ‘Team CatalunyaCaixa Repsol’.
Pese a la gran expectación levantada en torno a él, Márquez se cayó a 16 vueltas del final en su debut en la clase intermedia, en Qatar, y también se fue al suelo en la siguiente carrera, en Jerez, y en la tercera, en Portugal, aunque en Estoril levantó la moto como pudo y acabó la carrera 21º.
Tres ceros en tres carreras empezaron a disparar algunas alarmas, pero Marc acabó con los murmullos encadenando once podios en las doce siguientes carreras, incluidas siete victorias que parecía que le iban a llevar directo al título.
Sin embargo, la primera lesión seria de la vista de Marc llegó en el GP de Malasia, una caída en los entrenamientos libres en Sepang le acarrearon un episodio de diplopía en el ojo izquierdo, con visión doble y borrosa, además de episodios de mareos. Marc, que salió de Japón líder del Mundial, acabó perdiendo el campeonato de Moto2 a manos de Stefan Bradl en las dos últimas carreras del año, en las que no pudo tomar parte.
Honda le ficha en secreto con un año de antelación
El disgusto del español fue monumental, ya que ganando siete carreras fue segundo detrás de Bradl, que acabó campeón con solo cuatro victorias, pero con 23 puntos más. Pese a no ser campeón, el desempeño de Marc abrió los ojos del gigante HRC, que por medio de su entonces director general, Livio Suppo, alcanzó un acuerdo en secreto para que el español subiera a MotoGP en 2013, pese a que el reglamento de aquel momento impedía a los rookies debutar con un equipo oficial de fábrica, y debían hacerlo con una estructura satélite.
El año de espera antes de subir a la clase reina, fue un paseo militar para Marc en Moto2, sumando nueve victorias, catorce podios y siete poles en 17 grandes premios, logrando su segunda corona mundial con solo 19 años. Ya en ese momento (2012), Márquez atesoraba 26 victorias.

Marc Márquez en su primera presentación como piloto de Honda en MotoGP
Foto de: Repsol Media
El poder de Honda y, sobre todo, la arrolladora popularidad que había alcanzado Márquez antes de llegar a MotoGP, llevó a Dorna a aceptar un cambio de reglas para que el #93 debutara en la clase mayor con el considerado entonces mejor equipo del mundo, el Repsol Honda.
En su primera temporada, Marc debutó con un podio en Qatar y logró su primera victoria en MotoGP en el GP de las Américas, el 21 de abril, con solo 20 años y 63 días, estableciendo el récord de ser el piloto más joven en conseguirlo, una marca aún vigente hoy en día.
Ese año Marc sorprendió a propios y extraños, y se fue hasta las seis victorias y 16 podios en 18 grandes premios, sumando 334 puntos y convirtiéndose en campeón del mundo por tercera vez, y primera de MotoGP, el más joven en conseguirlo, con 20 años y 266 días, marca aún vigente.
2014 fue otro paseo militar para el corredor español. Ganó las diez primeras carreras de la temporada de forma consecutiva, otro récord, y sumó tres triunfos más en las ocho últimas, para un total de 13 victorias y 362 puntos que le auparon a su segunda corona de MotoGP, primero también el lograrlo tan joven.
La pesadilla de 2015
La temporada 2015, seguramente, sería la segunda que Marc borraría de su trayectoria deportiva. Problemas de configuración de la moto y un neumático que no se adaptó a la RC213V, dejó al piloto de Honda en manos de los formidables pilotos de Yamaha, Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Marc solo pudo ganar cinco carreras aquel año y sumar 242 puntos, que le dejaron fuera de la lucha por el título muy pronto, aunque para historia quedará el ‘Sepang clash’ con la patada de Rossi a Márquez y la victoria final de Lorenzo, impidieron el décimo título del #46.
Para Márquez, con solo 22 años, lidiar con toda aquella situación le dejó marcado para el resto de su carrera, y por más que siempre trató de recomponer la relación, nunca más, hasta ahora, se ha producido acercamiento alguno entre, seguramente, los dos mejores pilotos de la historia.

El Sepang clash entre Valentino Rossi y Marc Márquez, un episodio negro de la historia de MotoGP
Foto de: Gold and Goose Photography / LAT Images / via Getty Images
La respuesta fue contundente. Marc ganó los títulos de 2016, 2017 y 2018 con una moto inferior, sumando ‘solo’ cinco, seis y nueve victorias, consecutivamente, y sin alcanzar, ni de cerca, los 362 puntos de 2014.
El mejor año de Marc, sin embargo, estaba por llegar. En la temporada 2019 el de Honda sumó 12 victorias, 18 podios y 420 puntos para completar su mejor año hasta entonces, acumulando ya ocho coronas mundiales, seis en la clase reina, con solo 26 años y toda una vida deportiva por delante…
El accidente de Jerez 2020
Al menos eso parecía en ese momento, que Marc tenía toda la vida por delante para sumar títulos, victorias y batir todos los récords. Sin embargo, llegó la pandemia, se retrasó el inicio de la temporada 2020, se redujo el número de carreras y se concentraron los grandes premios en pocos circuitos.
El primer fin de semana del curso iba a ser el GP de España, el Jerez, el 19 de julio. Márquez salía tercero en parrilla, pero no estaba dispuesto a dejarse ganar por nadie aquel día. Dos vueltas necesitó Marc para ponerse primero, pero en la quinta vuelta se hizo un largo y cayó a la 17ª posición y, desde ahí, inició una remontada formidable: en la décima vuelta ya iba el décimo; en la 18ª ya iba sexto y en la 21ª vuelta, a cuatro del final, ya estaba en posición de podio, tercero, por detrás de Fabio Quartararo y Maverick Viñales, que los tenia bastante por delante. Podría haberlo dejado ahí, pero Marc no quiso perder aquella carrera y cometió un error en la curva 3, cayendo en la escapatoria, donde el neumático delantero de su Honda le golpeo el brazo derecho y le partió el humero.

Captura de TV del vuelo de Marc Márquez en su caída en Jerez 2020
Foto de: Motorsport.com
Tras ser operado de urgencia el martes, el piloto voló de nuevo a Jerez el viernes con la intención de tomar parte en el GP de Andalucía, que se celebraba el fin de semana del 26 de julio. Tras una discusión entre el piloto, los médicos, el representante y el equipo, Marc salió a pista el sábado en el FP3, dio 18 vueltas y sufrió la rotura de la placa que le sostenía el húmero fracturado.
Caída al abismo
“De lo único que me arrepiento en mi carrera, es de haber vuelto a subirme a la moto después de la operación de 2020”. Con los años, Marc llegó a admitir que se había precipitado y equivocado con aquella decisión. El de Honda se perdió toda la temporada 2020, y en los tres siguientes años estuvo luchando con su lesión, disputó 41 carreras y añadió tres victorias a su palmarés, pero tuvo que pasar hasta tres veces más por el quirófano.

Marc mostrando su cicatriz durante unas vacaciones tras su cuarta operación
Foto de: Redes Sociales Marc Márquez
Fue un calvario de cuatro años de dolor, rehabilitación, cambio de mánager, de hábitos, de residencia y, sobre todo de incertidumbre. “Lo más duro era que no sabía si iba a poder volver a ser competitivo”, recordaba en el documental ‘All In’. En esa misma película, una de las escenas más impactantes fue grabada en un avión privado, cuando Marc, señalando las cuatro cicatrices de su brazo derecho, decía: “Yo esto lo he hecho para volver a ganar, con vosotros o sin vosotros”, en referencia a Honda que no le estaba dando una moto para pelear por las victorias.
La salida de Honda
En 2023 Marc Márquez se dio cuenta de que necesitaba una Ducati para demostrarse que era capaz de volver a ganar, y pese a tener un año más de contrato con Honda, hasta final de 2024, le pidió al fabricante de Tokio, al que le había entregado seis títulos de MotoGP y 54 victorias, que le liberara de esa última temporada. Honda, accedió.
El destino de Márquez fue el equipo satélite Gresini, una estructura pequeña pero ambiciosa y muy familiar, en la que Alex Márquez llevaba ya dos años compitiendo tras salir de también de Honda. Marc renunció a un sueldo para poder correr con una Ducati GP23 y ya prácticamente recuperado, empezó a volver a divertirse encima de la moto.

Alex Márquez, Gresini Racing, Nadia Padovani, Propietaria y directora de del equipo Gresini, Marc Márquez, Gresini Racing
Foto de: Gresini Racing
No fue inmediato, necesitó 12 carreras, hasta el GP de Aragón, para lograr la victoria, la primera de su vida en MotoGP con una moto que no fuera la Honda. Pero tal era la seguridad de Ducati en Márquez que antes de lograr su primer podio, en Jerez, en la cuarta carrera, ya tenían claro que era su hombre para el equipo oficial en 2024. Marc llegó al garaje oficial de la fábrica de Borgo Panigale en 2025 con 32 años, ocho títulos, seis de MotoGP, y con 83 victorias mundialistas, 57 en la clase reina.
Volver de los infiernos
Nunca nadie había ‘desaparecido’ de la elite con 26 años, había estados un año en blanco y tres más entrando y saliendo del quirófano para volver a triunfar. Sin embargo, Marc creyó que podía hacerlo y Ducati le siguió en su sueño poniendo a su disposición la mejor moto que hoy en día pueda tener un piloto.
El resultado fue una explosión de victorias, hasta 11 en las 16 primeras carreras de la temporada, siete seguidas entre Aragón y Hungría, y teniendo la primera bola de campeonato en Japón, a falta de seis grandes premios para concluir el curso. Un circuito de Motegi en el que ya celebró tres títulos hasta el de hoy y en el que ahora Márquez ha completado el mayor ‘comeback’ de la historia del deporte y, sin duda, la vuelta de un campeón que cayó al abismo de las tinieblas y que ha vuelto del infierno para conseguir su novena corona mundial y séptima de la categoría reina, un hito para la historia del deporte mundial.