Influencers: ¿la estrategia fallida de los políticos dominicanos?

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Los influencers continúan siendo una mala apuesta para los políticos dominicanos que tratan de imponer narrativa mediante estas personas o personajes  que en el futuro reciente no han sido efectivos en términos electorales.

En las elecciones del 2020 Gonzalo Castillo, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), utilizó  una gran cantidad de recursos económicos para el pago de una batería de los llamados influencers, sin embargo los resultados fueron adversos.

En la actualidad esa práctica sigue intacta, a pesar de los resultados funestos. Con frecuencia observamos a políticos oficialistas, opositores y funcionarios, recurrir a esa práctica, desconociendo que esa influencia de las redes y medios digitales no  siempre se extrapola a las urnas.

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Aquí  por tradición el votante “no liga la leche con el limón” y establece una diferencia clara entre lo social, deportivo, religioso y política, dejando claro que una cosa es la admiración y otra es influir en su decisión electoral.

El presidente Luis Abanider, los expresidentes Leonel Fernández e Hipólito Mejía han sido  frecuentes en el programa que produce Santiago Matías, Alofoke, el mayor influyente digital del país.

La alcaldesa del Distrito Nacional y aspirante a la nominación presidencial por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), la pasada semana dejó clara su amistad con Alofoke y que incluso cuando nació el hijo de este, ella y su esposo lo visitaron.

 Bolívar Valera ha sido el único influencer que ha logrado un cargo por elección popular, al ser electo como diputado en el 2020, pero con el apoyo del  entonces presidente Danilo Medina.

 Con  frecuencia cada vez más políticos se dejan atrapar por la cantidad de seguidores que puede tener un influencer  en las redes  con la intención de  lograr simpatía electoral.

Muchas de estas personas que se dedican a hacer promociones en las redes sociales (Instagram, Tik Tok, X, Facebook y Youtube)  cobran una gran cantidad de dinero por cada post (publicación) siendo sus principales clientes los políticos con aspiraciones y funcionarios públicos.