Llegó el último día de la temporada y los New York Mets, pese a tener una de las nóminas más lucrativas del béisbol de Grandes Ligas, están al borde del colapso. Los chicos dirigidos por Carlos Mendoza afrontan el cierre de la campaña regular con la obligación de ganar en Miami y esperar por un tropiezo de Cincinnati en Milwaukee, por lo que no dependen de sí mismos para apuntarse a la fiesta de los playoffs.
La situación es de emergencia máxima para los neoyorkinos, que no han logrado estabiizar su rendimiento en 2025, alternando episodios solventes con otros de muchas incertidumbres. Por esos constantes altibajos llegan al último día de la contienda más pendientes de lo que hagan sus rivales que de su propia suerte en el diamante.
Los Mets tienen 83 victorias y 78 derrotas y aspiran al último puesto de los comodines de la Liga Nacional, pero su balance es idéntico al de los Reds, ante quienes perdieron su duelo particular. Cincinnati ganó cuatro de los seis partidos contra la franquicia de Queens este año, por lo que si terminan empatados los neoyorkinos se quedarían fuera.
Este sería un fracaso de grandes magnitudes para Steve Cohen y David Stearns, los capataces de una organización que no ha escatimado en gastos con tal de formar una novena competitiva. Solo en 2025 su estimado de pagos en salarios supera los 300 millones de dólares, un contraste muy significativo, por ejemplo, con Cincinnati, quienes tienen en sus manos eliminarlos con una nómina que no supera los 120 millones.
Para poner en perspectiva a diferencia económica entre las dos escuadras, solo Juan Soto (salario anual de 61.8 millones), Francisco Lindor (34.1) y Pete Alonso (30.1) superan todo lo que gana el equipo de los Reds.
Aunque deben estar muy pendientes de Cincinnati, los Mets tienen que hacer su parte del trabajo y ganar este domingo en Miami para no acabar ellos mismos con sus aspiraciones. Esto, contrario a lo que parece, no es tan sencillo, porque los Marlins han logrado seis éxitos en los 11 duelos que han celebrado en 2025, incluido un duro revés el pasado viernes.
Para el último encuentro del año, los Mets dependerán de Sean Manaea, quien ha tenido un año difícil entre lesiones y bajo rendimiento. El zurdo presenta efectividad de 5.80 y solo ha aportado dos victorias en 14 salidas al centro del diamante. Definitivamente, esto no es lo que el equipo esperaba de un lanzador al que le pagan 25 millones de dólares.
Para evitar sustos, los neoyorkinos tratarán de asegurar la victoria desde el rectángulo ofensivo, donde concentran sus mayores fortalezas. Juan Soto, Francisco Lindor y Pete Alonso, todos con temporadas brillantes a nivel individual, lideran el ataque de los metropolitanos, que se medirán al talentoso Edwin Cabrera.
El dominicano está envuelto en su mejor campaña de MLB, con topes personales en entradas lanzadas (132.2), victorias (siete), ponches (143) y tasa de boletos (2.9). Sin embargo, los Mets se le atraviesan a Cabrera, quien ha permitido 25 carreras en nueve salidas contra los neoyorkinos desde que debutó en Grandes Ligas en 2021.
Su última salida contra ellos fue a finales de agosto pasado y lo pasó mal, pues aceptó tres jonrones y seis anotaciones en solo cuatro entradas de labor. Si corrige el rumbo este domingo puede amargarle la vida a los Mets en el momento más crítico de la temporada.
El pasado 5 de septiembre, los Reds terminaron a seis juegos completos de los Mets en la batalla por el último comodín de la Liga Nacional. Parecía que estaban enterrados, pero desde entonces han ganado 13 partidos de los 20 que han celebrado, mientras los neoyorkinos se han desplomado con 13 derrotas en ese mismo lapso.
Lo llamativo es que Cincinnati ha conseguido salir a flote barriendo a los Cubs y ganando series particulares frente a los Mets, los Padres y los Brewers, rivales de máxima consideración. Tres de estos oponentes ya tienen boleto seguro a la postemporada y aspiraciones de llevarse el banderín de la Liga Nacional.
Su último partido del año será en Milwaukee, el mejor equipo de Las Mayores en 2025. Muy duro reto para mantener el pulso con los Mets y eliminarlos de los playoffs.
