Ciencia y Tecnología
Una de las apps más descargadas para iPhone paga por grabar llamadas para entrenar modelos de IA. Es un desastre de seguridad

La venta de datos personales no es una hipótesis, es una realidad en expansión. Basta mirar a Spotify: recientemente apareció un servicio que pagaba a quienes entregaban su perfil y sus resúmenes de escucha para revenderlos a empresas tecnológicas. El planteo resultaba tan simple como inquietante, porque convertía en mercancía algo tan inocente como nuestros hábitos musicales. Neon repite el esquema, pero lo traslada a un terreno mucho más sensible, las llamadas telefónicas, donde la intimidad se vuelve el producto.
Estamos hablando de una app que decidió convertir las llamadas telefónicas en el nuevo oro digital. Su propuesta es directa: “habla, graba y cobra”. Promete a los usuarios ganar “cientos o incluso miles de dólares al año” simplemente permitiendo que sus conversaciones se transformaran en material de entrenamiento para sistemas de inteligencia artificial. El gancho funcionó. En cuestión de días pasó de la irrelevancia a situarse dentro de los tres primeros puestos en la categoría Redes sociales en la App Store de Estados Unidos.
Cómo funciona Neon. El mecanismo de Neon está diseñado para que cada llamada se traduzca en dinero. Promete pagar 30 céntimos de dólar por minuto cuando dos usuarios de la app hablaban entre sí, 15 céntimos si la llamada es con alguien externo y establece un tope de 30 dólares diarios. A eso suma un sistema de referidos que ofrece 30 dólares por cada nuevo usuario. La grabación, según su política, afecta siempre al emisor y, cuando ambos usaban Neon, a las dos partes.
Condiciones de uso. Más allá de los pagos, el verdadero alcance de Neon está en sus términos de servicio. Allí los usuarios otorgan a la compañía una licencia “mundial, exclusiva, irrevocable y transferible” sobre sus grabaciones. Ese permiso incluye derechos para vender, modificar, crear obras derivadas y distribuir el audio en cualquier formato, presente o futuro. A ello se añade un apartado de funciones en fase beta, sin garantías ni responsabilidad en caso de fallos. La amplitud de esa cesión hace difícil prever hasta dónde puede llegar el uso de las grabaciones.
Dónde está disponible y qué tan popular es. El éxito inicial de Neon fue tan rápido como inesperado. Al momento de escribir este artículo, se sitúa como número 2 de las aplicaciones sociales más descargadas en la App Store de Estados Unidos. La aplicación, no obstante, parece restringida a ese mercado: en pruebas realizadas desde España no figura entre las disponibles ni permite su descarga.
El fallo de seguridad. La historia dio un giro inesperado cuando un análisis técnico reveló que Neon no protegía la información de sus propios usuarios. Según descubrió TechCrunch, basta con crear una cuenta y revisar el tráfico de red con una herramienta como Burp Suite para acceder a datos ajenos. Poco después del aviso, el fundador cerró los servidores y envió un correo anunciando una pausa ‘por seguridad’, sin mencionar la filtración. Lo que quedó expuesto fue especialmente delicado:
- Números de teléfono asociados a las cuentas
- Enlaces públicos a grabaciones de audio
- Transcripciones completas de llamadas
- Metadatos con duración, fecha y pagos obtenidos
Que quedaran accesibles números de teléfono, grabaciones y transcripciones no es un fallo menor. Con esos datos, se podrían reconstruir conversaciones privadas y asociarlas a personas concretas. Los riesgos van desde intentos de suplantación de identidad hasta la creación de voces sintéticas.
Lo que Neon asegura frente a lo que sabemos, Neon defiende que sus procesos protegen a los usuarios: anonimización de conversaciones, eliminación de información personal y venta solo a empresas revisadas. Sin embargo, el fallo demostró que esos sistemas no son infalibles. La comunicación oficial tras el cierre temporal hablaba de “añadir capas extra de seguridad”, pero omite reconocer la filtración.
La caída de Neon no borra la pregunta de fondo: ¿qué precio tiene nuestra intimidad cuando la inteligencia artificial demanda más y más datos? El modelo de pagar por llamadas puede reaparecer en otras formas y en otros mercados, porque la necesidad de entrenar sistemas seguirá creciendo. Lo sucedido en Estados Unidos es un aviso temprano de que no hablamos de ciencia ficción, sino de propuestas reales que ya tocan la puerta del usuario. La decisión, en última instancia, es personal.
Imágenes | Xataka con Gemini 2.5 | Captura de pantalla | Neon
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La noticia
Una de las apps más descargadas para iPhone paga por grabar llamadas para entrenar modelos de IA. Es un desastre de seguridad
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
.
La venta de datos personales no es una hipótesis, es una realidad en expansión. Basta mirar a Spotify: recientemente apareció un servicio que pagaba a quienes entregaban su perfil y sus resúmenes de escucha para revenderlos a empresas tecnológicas. El planteo resultaba tan simple como inquietante, porque convertía en mercancía algo tan inocente como nuestros hábitos musicales. Neon repite el esquema, pero lo traslada a un terreno mucho más sensible, las llamadas telefónicas, donde la intimidad se vuelve el producto.Estamos hablando de una app que decidió convertir las llamadas telefónicas en el nuevo oro digital. Su propuesta es directa: “habla, graba y cobra”. Promete a los usuarios ganar “cientos o incluso miles de dólares al año” simplemente permitiendo que sus conversaciones se transformaran en material de entrenamiento para sistemas de inteligencia artificial. El gancho funcionó. En cuestión de días pasó de la irrelevancia a situarse dentro de los tres primeros puestos en la categoría Redes sociales en la App Store de Estados Unidos.Cómo funciona Neon. El mecanismo de Neon está diseñado para que cada llamada se traduzca en dinero. Promete pagar 30 céntimos de dólar por minuto cuando dos usuarios de la app hablaban entre sí, 15 céntimos si la llamada es con alguien externo y establece un tope de 30 dólares diarios. A eso suma un sistema de referidos que ofrece 30 dólares por cada nuevo usuario. La grabación, según su política, afecta siempre al emisor y, cuando ambos usaban Neon, a las dos partes.
Condiciones de uso. Más allá de los pagos, el verdadero alcance de Neon está en sus términos de servicio. Allí los usuarios otorgan a la compañía una licencia “mundial, exclusiva, irrevocable y transferible” sobre sus grabaciones. Ese permiso incluye derechos para vender, modificar, crear obras derivadas y distribuir el audio en cualquier formato, presente o futuro. A ello se añade un apartado de funciones en fase beta, sin garantías ni responsabilidad en caso de fallos. La amplitud de esa cesión hace difícil prever hasta dónde puede llegar el uso de las grabaciones.
Dónde está disponible y qué tan popular es. El éxito inicial de Neon fue tan rápido como inesperado. Al momento de escribir este artículo, se sitúa como número 2 de las aplicaciones sociales más descargadas en la App Store de Estados Unidos. La aplicación, no obstante, parece restringida a ese mercado: en pruebas realizadas desde España no figura entre las disponibles ni permite su descarga.
El fallo de seguridad. La historia dio un giro inesperado cuando un análisis técnico reveló que Neon no protegía la información de sus propios usuarios. Según descubrió TechCrunch, basta con crear una cuenta y revisar el tráfico de red con una herramienta como Burp Suite para acceder a datos ajenos. Poco después del aviso, el fundador cerró los servidores y envió un correo anunciando una pausa ‘por seguridad’, sin mencionar la filtración. Lo que quedó expuesto fue especialmente delicado:
Números de teléfono asociados a las cuentasEnlaces públicos a grabaciones de audioTranscripciones completas de llamadasMetadatos con duración, fecha y pagos obtenidos
Que quedaran accesibles números de teléfono, grabaciones y transcripciones no es un fallo menor. Con esos datos, se podrían reconstruir conversaciones privadas y asociarlas a personas concretas. Los riesgos van desde intentos de suplantación de identidad hasta la creación de voces sintéticas.Lo que Neon asegura frente a lo que sabemos, Neon defiende que sus procesos protegen a los usuarios: anonimización de conversaciones, eliminación de información personal y venta solo a empresas revisadas. Sin embargo, el fallo demostró que esos sistemas no son infalibles. La comunicación oficial tras el cierre temporal hablaba de “añadir capas extra de seguridad”, pero omite reconocer la filtración.
En Xataka
Necesitamos una IA de la que poder fiarnos y que no “alucine”. En OpenAI creen tener la solución al problema
La caída de Neon no borra la pregunta de fondo: ¿qué precio tiene nuestra intimidad cuando la inteligencia artificial demanda más y más datos? El modelo de pagar por llamadas puede reaparecer en otras formas y en otros mercados, porque la necesidad de entrenar sistemas seguirá creciendo. Lo sucedido en Estados Unidos es un aviso temprano de que no hablamos de ciencia ficción, sino de propuestas reales que ya tocan la puerta del usuario. La decisión, en última instancia, es personal.Imágenes | Xataka con Gemini 2.5 | Captura de pantalla | NeonEn Xataka | Una nueva generación de robots promete precisión y eficiencia. También abre la puerta a riesgos de ciberespionaje
– La noticia
Una de las apps más descargadas para iPhone paga por grabar llamadas para entrenar modelos de IA. Es un desastre de seguridad
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
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