Ciencia y Tecnología
La pregunta no es si Alcaraz trabaja 37,5 horas: es si los jefes realmente hacen los horarios que reclaman a sus empleados

El debate sobre la jornada laboral en España vuelve a estar en el centro de atención tras las declaraciones de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, en el Forbes Spain Economic Summit, quien defendió la cultura del esfuerzo como respuesta a las propuestas para reducir la jornada laboral. “¿Tú crees que Carlitos [Alcaraz] trabaja 37 horas y media a la semana? No. Es la cultura del esfuerzo, de sufrir, de saber qué pierdes y qué ganas”.
La respuesta del representante de la principal patronal en España mantiene la línea de oposición a la propuesta de reducción de jornada laboral que el Congreso tumbó hace algunas semanas. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la negativa de Garamendi a declarar abiertamente si él mismo trabajaba más de las 40 horas semanales que marca la ley.
Reacciones a las declaraciones de Garamendi. La comparación que Garamendi entre Carlos Alcaraz, tenista profesional, y la inmensa mayoría de la población activa ha desatado reacciones tanto desde el Ministerio de Trabajo como de los sindicatos. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha apuntado que Garamendi “con machismo rampante no sabe lo que es trabajar 40 horas a la semana”, asegurando que no va a “permitir que quienes cobran 25 veces el salario mínimo nos den lecciones de la reducción de jornada”.
Por su parte, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha calificado las declaraciones de Garamendi de “injustas, provocadoras, populistas y surrealistas”, y ha añadido que “Nunca en la historia de nuestro país los jóvenes se han esforzado tanto para llegar a final de mes”.
Más allá de la jornada laboral. Dejando de lado el alegato por la cultura del esfuerzo del representante de la patronal mayoritaria en España sobre la cultura del esfuerzo de los empleados, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) muestran que los empleados en España, además de sus jornadas laborales ordinarias, hicieron un total de 7.009.800 horas extraordinarias, lo cual supone un incremento con respecto a las 6.935.300 del mismo periodo de 2024.
De esas horas, 2.821.300 de horas a la semana fueron horas extraordinarias no remuneradas. Es decir, que los empleados trabajaron horas más allá de su jornada, pero su empresa no las abonó. De acuerdo a un informe elaborado por CCOO en septiembre de 2024, con este excedente de horas extra se podrían haber creado hasta 62.880 empleos a tiempo completo. El año pasado, cerca de 419.000 empleados dedicaron una media de 6,3 horas semanales a trabajar sin remuneración.
¿Cuánto tiempo trabajan los jefes? Si bien las cifras de la jornada laboral para los empleados están recogidas en decenas de estadísticas anuales, no existe un registro formal de las horas que dedican los jefes y propietarios. Es frecuente que, al ser preguntados, estos respondan que su jornada es de 24 horas y que trabajan “de sol a sol”.
No obstante, estudios independientes indican que las horas de trabajo efectivo pueden ser notablemente inferiores a las percibidas o declaradas por los dirigentes. Según una investigación de la London School of Economics, los CEOs que afirman trabajar más de 55 horas semanales, en realidad solo dedicaban unas 35 horas a tareas profesionales reales, mientras el resto de su tiempo se distribuía entre actividades personales, ocio, gimnasio y eventos institucionales.
¿Qué es trabajar? La definición de qué es trabajo y qué no, está perfectamente definida en las distintas leyes que regulan la jornada laboral y los deberes de los trabajadores. Cuando surge alguna discrepancia, la justicia no duda en dibujar con detalle ese límite entre lo que es tiempo de trabajo y lo que no.
Sin embargo, esos límites no parecen aplicarse con la misma precisión a los emprendedores y empresarios que dirigen sus compañías que, sin dudar de su ahínco y sacrifico, no se rigen por los mismos controles horarios y normas que sus empleados. Esa falta de control hace que entren en juego valoraciones subjetivas sobre el tiempo y el esfuerzo que, objetivamente, podría considerarse tiempo efectivo de trabajo.
Las turbojornadas de Elon Musk y el 996. En Silicon Valley, la tendencia de los CEO de presentarse como superempleados capaces de hacer 120 horas semanales sin flaquear tiene en Elon Musk a su máximo representante. Recientemente, otros empresarios de Silicon Valley, como Lucy Guo, han comenzado a abogar por jornadas de 80 a 100 horas semanales bajo el denominado “996” (de nueve de la mañana a nueve de la noche, seis días por semana) como paradigma de la cultura del esfuerzo. Sin embargo, de nuevo, lo que nunca se especifica cuántas de esas horas se dedican a tareas productivas relacionadas directamente con su trabajo al frente de sus empresas.
Un ejemplo lo tenemos en el propio Elon Musk, que tras exigir más de 80 horas señales (y gratis) a sus empleados en DOGE, tuvo que ver cómo los inversores de Tesla le pedían que, al menos, dedique 40 horas a la semana a ejercer de CEO de Tesla para sacarla de la crisis.
El sesgo de percepción del trabajo. Según un análisis realizado por el Bureau of Labor Statistics de EEUU, la sobreestimación puede alcanzar hasta un 10% en la autopercepción del tiempo dedicado a tareas laborales. Esta distorsión afecta tanto a empleados como directivos, que, movidos por el deseo de impresionar o de reforzar la cultura del esfuerzo, pueden considerar que trabajan mucho más de lo que realmente lo hacen.
En el contexto español, este sesgo puede agravar la narrativa planteada por Garamendi y los defensores de jornadas maratonianas, pero los datos concretos procedentes de fuentes oficiales y estudios internacionales señalan que la percepción y la realidad de las horas de trabajo efectivo pueden estar separadas por varios puntos porcentuales. La problemática es que, al no existir un registro oficial de horas trabajadas para los jefes y propietarios, persiste la duda de si sus jornadas cumplen realmente los estándares que públicamente defienden para sus plantillas.
Imagen | Dvids, Flickr (Emiliano García-Page)
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La noticia
La pregunta no es si Alcaraz trabaja 37,5 horas: es si los jefes realmente hacen los horarios que reclaman a sus empleados
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
.
El debate sobre la jornada laboral en España vuelve a estar en el centro de atención tras las declaraciones de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, en el Forbes Spain Economic Summit, quien defendió la cultura del esfuerzo como respuesta a las propuestas para reducir la jornada laboral. “¿Tú crees que Carlitos [Alcaraz] trabaja 37 horas y media a la semana? No. Es la cultura del esfuerzo, de sufrir, de saber qué pierdes y qué ganas”.
La respuesta del representante de la principal patronal en España mantiene la línea de oposición a la propuesta de reducción de jornada laboral que el Congreso tumbó hace algunas semanas. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la negativa de Garamendi a declarar abiertamente si él mismo trabajaba más de las 40 horas semanales que marca la ley.
Reacciones a las declaraciones de Garamendi. La comparación que Garamendi entre Carlos Alcaraz, tenista profesional, y la inmensa mayoría de la población activa ha desatado reacciones tanto desde el Ministerio de Trabajo como de los sindicatos. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha apuntado que Garamendi “con machismo rampante no sabe lo que es trabajar 40 horas a la semana”, asegurando que no va a “permitir que quienes cobran 25 veces el salario mínimo nos den lecciones de la reducción de jornada”.
Por su parte, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha calificado las declaraciones de Garamendi de “injustas, provocadoras, populistas y surrealistas”, y ha añadido que “Nunca en la historia de nuestro país los jóvenes se han esforzado tanto para llegar a final de mes”.
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Más allá de la jornada laboral. Dejando de lado el alegato por la cultura del esfuerzo del representante de la patronal mayoritaria en España sobre la cultura del esfuerzo de los empleados, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) muestran que los empleados en España, además de sus jornadas laborales ordinarias, hicieron un total de 7.009.800 horas extraordinarias, lo cual supone un incremento con respecto a las 6.935.300 del mismo periodo de 2024.
De esas horas, 2.821.300 de horas a la semana fueron horas extraordinarias no remuneradas. Es decir, que los empleados trabajaron horas más allá de su jornada, pero su empresa no las abonó. De acuerdo a un informe elaborado por CCOO en septiembre de 2024, con este excedente de horas extra se podrían haber creado hasta 62.880 empleos a tiempo completo. El año pasado, cerca de 419.000 empleados dedicaron una media de 6,3 horas semanales a trabajar sin remuneración.
¿Cuánto tiempo trabajan los jefes? Si bien las cifras de la jornada laboral para los empleados están recogidas en decenas de estadísticas anuales, no existe un registro formal de las horas que dedican los jefes y propietarios. Es frecuente que, al ser preguntados, estos respondan que su jornada es de 24 horas y que trabajan “de sol a sol”.
No obstante, estudios independientes indican que las horas de trabajo efectivo pueden ser notablemente inferiores a las percibidas o declaradas por los dirigentes. Según una investigación de la London School of Economics, los CEOs que afirman trabajar más de 55 horas semanales, en realidad solo dedicaban unas 35 horas a tareas profesionales reales, mientras el resto de su tiempo se distribuía entre actividades personales, ocio, gimnasio y eventos institucionales.
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¿Qué es trabajar? La definición de qué es trabajo y qué no, está perfectamente definida en las distintas leyes que regulan la jornada laboral y los deberes de los trabajadores. Cuando surge alguna discrepancia, la justicia no duda en dibujar con detalle ese límite entre lo que es tiempo de trabajo y lo que no.
Sin embargo, esos límites no parecen aplicarse con la misma precisión a los emprendedores y empresarios que dirigen sus compañías que, sin dudar de su ahínco y sacrifico, no se rigen por los mismos controles horarios y normas que sus empleados. Esa falta de control hace que entren en juego valoraciones subjetivas sobre el tiempo y el esfuerzo que, objetivamente, podría considerarse tiempo efectivo de trabajo.
Las turbojornadas de Elon Musk y el 996. En Silicon Valley, la tendencia de los CEO de presentarse como superempleados capaces de hacer 120 horas semanales sin flaquear tiene en Elon Musk a su máximo representante. Recientemente, otros empresarios de Silicon Valley, como Lucy Guo, han comenzado a abogar por jornadas de 80 a 100 horas semanales bajo el denominado “996” (de nueve de la mañana a nueve de la noche, seis días por semana) como paradigma de la cultura del esfuerzo. Sin embargo, de nuevo, lo que nunca se especifica cuántas de esas horas se dedican a tareas productivas relacionadas directamente con su trabajo al frente de sus empresas.
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El sesgo de percepción del trabajo. Según un análisis realizado por el Bureau of Labor Statistics de EEUU, la sobreestimación puede alcanzar hasta un 10% en la autopercepción del tiempo dedicado a tareas laborales. Esta distorsión afecta tanto a empleados como directivos, que, movidos por el deseo de impresionar o de reforzar la cultura del esfuerzo, pueden considerar que trabajan mucho más de lo que realmente lo hacen.
En el contexto español, este sesgo puede agravar la narrativa planteada por Garamendi y los defensores de jornadas maratonianas, pero los datos concretos procedentes de fuentes oficiales y estudios internacionales señalan que la percepción y la realidad de las horas de trabajo efectivo pueden estar separadas por varios puntos porcentuales. La problemática es que, al no existir un registro oficial de horas trabajadas para los jefes y propietarios, persiste la duda de si sus jornadas cumplen realmente los estándares que públicamente defienden para sus plantillas.
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Imagen | Dvids, Flickr (Emiliano García-Page)
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