Los Cowboys esta semana van a recibir en el AT&T Stadium a los Packers por la Cuarta Fecha de la NFL. Duelo que representará más que un choque de cascos: los actores de una de las novelas más polémicas en la liga se volverán a encontrar. El magnate al mando del equipo de la Estrella, Jerry Jones, recibirá en Dallas a Micah Parsons, su ex cazamariscales estrella.
Este partido podría representar uno de los juegos más importantes en la historia de la temporada regular de la franquicia. ¿Exageración? Puede ser, aunque no para todos, pues Parsons ha sido de los mejores defensores que jamás ha tenido Cowboys, por lo que su regreso a Dallas acaparará con todos los titulares.
Fue a finales de agosto cuando se anunció la llegada del linebacker ProBowl Micah Parsons a los Green Bay Packers. Pero mucho antes de eso, la ‘novela’ entre él y el dueño de Dallas (Jones) se hizo pública. El magnate aseguró que no se permitiría ser chantajeado por un jugador y muchos menos por su agente, Dave Mulugheta.
Por su parte, Micah fue visto recostado en una camilla durante el último juego de pretemporada, sin su uniforme puesto como una protesta a la falta de un acuerdo contractual. La actitud pareció ser la gota que derramó el vaso en la paciencia de Jerry Jones, quien prefirió traspasarlo a los Packers que ofrecerle más dinero.
El dueño de Dallas sigue afirmando que la salida del cazamariscales no fue una decisión que tomó con el estómago, sino con la cabeza. Asimismo, aseguró que no habrá homenaje para el exjugador. Durante cuatro temporadas, Parsons se consolidó como el alma de la defensa con 256 tacleadas, 112 golpes al quarterback y 52.5 capturas.
Sin embargo, Jerry Jones cerró la puerta a cualquier tributo: “No creo que sea apropiado”, declaró el propietario de los Cowboys. “Emmitt [Smith] fue otra historia. Pero no pretendo menospreciar a Micah. Creo que Micah ya tiene suficiente aceptación. Solo necesitamos demostrar que tenemos antídotos para eso”, finalizó.
