Ciencia y Tecnología
China acaba de poner a prueba el Fujian con tres aviones distintos. La catapulta electromagnética ya no es teoría, es práctica

La cubierta de un portaaviones siempre ha sido un escenario de tensión: cada despegue es una coreografía milimétrica que combina acero y ruido. Durante más de seis décadas, esa escena estuvo dominada por el vapor. Ahora, con el Fujian, ese guion también se escribe con electricidad. No hablamos de un experimento a puerta cerrada, sino de una demostración pública en cubierta con varios aviones diferentes, el tipo de prueba que deja constancia de que la catapulta electromagnética está operando en condiciones reales.
La demostración no fue casual. Coincidió con los actos por el 80º aniversario de la victoria en la guerra contra Japón y la Segunda Guerra Mundial, donde el protagonismo también pasó por el mar. De acuerdo con el Ministerio de Defensa, el Fujian sirvió de plataforma para tres modelos distintos: los cazas J-15T y J-35 y el avión de alerta temprana KJ-600. Los tres realizaron despegues asistidos por catapulta y aterrizajes con cable de frenado, marcando un nuevo capítulo en su preparación.
Qué se probó. Según Xinhua, la fase de entrenamiento sirvió para comprobar la interacción entre la catapulta electromagnética, el sistema de frenado y distintos tipos de aeronaves. La Marina explicó que los ejercicios confirmaron la “buena compatibilidad” de los equipos y que el Fujian dispone ya de capacidad de “plena cubierta inicial”. En la práctica significa que puede organizar operaciones de lanzamiento y recuperación de manera secuenciada, preparando el terreno para una integración más amplia de su ala embarcada.
De vapor a electromagnetismo: Durante mucho tiempo, las catapultas de vapor marcaron la rutina de despegue en los portaaviones. El sistema estadounidense EMALS introdujo un cambio de paradigma: en lugar de vapor a presión, emplea energía eléctrica acumulada y convertida en fuerza de lanzamiento. Ya está instalado en el USS Gerald R. Ford (CVN-78), primer portaaviones en incorporarlo. La Armada de EEUU asegura que ofrece mayor control de aceleración, menos desgaste en aviones y cubierta y capacidad para impulsar desde drones ligeros hasta cazas pesados. La transición reduce mantenimiento y abre el abanico operativo.
Tres aviones, tres misione. El J-15T es la evolución de un veterano caza naval, adaptado para operar con catapultas. Su papel es asegurar la continuidad de la aviación embarcada mientras llegan modelos más avanzados. El J-35, en cambio, representa el salto hacia la quinta generación: un caza furtivo con mayor alcance y sensores modernos. Completa el trío el KJ-600, un avión de alerta temprana pensado para ampliar el radar del grupo de combate y coordinar operaciones a cientos de kilómetros.
Dónde está el Fujian hoy. El portaaviones comenzó sus pruebas de mar en mayo de 2024 y, desde entonces, ha seguido un calendario progresivo. Se han realizado ajustes de sistemas y comprobaciones de estabilidad, al tiempo que se ensayan operaciones en cubierta. Los últimos ejercicios muestran que el buque dispone de una capacidad inicial para operar con diferentes aeronaves, pero aún no ha alcanzado el nivel de plena operatividad que requiere un grupo aeronaval en misiones de largo alcance.
Solo dos con catapulta EM. Hasta la fecha, únicamente dos armadas han conseguido integrar catapultas electromagnéticas en portaaviones en servicio. Como señalamos más arriba, Estados Unidos opera catapultas electromagnéticas en la clase Gerald R. Ford y China ha demostrado su funcionamiento en el Fujian. Estas experiencias sitúan a ambas armadas en una categoría tecnológica elevada, mientras que el resto de países sigue empleando sistemas de vapor o carece de catapultas. Es un hito que refleja la escala de inversión y desarrollo industrial necesarios para llegar hasta aquí.
Qué cambia en cubierta. La catapulta electromagnética abre un abanico de posibilidades que antes eran más limitadas. Permite lanzar drones o aeronaves ligeras con la misma seguridad que un caza de gran tonelaje, y lo hace con menos vibración y estrés mecánico. Para la tripulación, el entorno de trabajo es más silencioso y menos caluroso. En la práctica, significa que los portaaviones que adoptan este sistema pueden sostener un mayor número de salidas diarias con menos mantenimiento entre operaciones.
De la prueba al servicio. Las maniobras realizadas este mismo mes no equivalen todavía a disponer de un portaaviones plenamente operativo. El Fujian sigue en fase temprana: necesita acumular muchas más horas de mar y certificar maniobras en condiciones diversas antes de poder sostener un ala embarcada en campaña. El Ministerio de Defensa habla de un hito, pero también reconoce que falta recorrido. La transición de la demostración a la capacidad real será gradual y dependerá de cómo respondan los sistemas en escenarios más exigentes.
El Fujian ha pasado de ser un proyecto envuelto en especulaciones a un portaaviones que muestra en cubierta cómo funciona su catapulta electromagnética. Lo conseguido este mes es un hito visible, aunque aún parcial. China entra así en un club reducido en el que cada despegue eléctrico es mucho más que un gesto técnico: es una declaración de intenciones. El futuro dirá cuánto tarda en convertir estas maniobras en la rutina de una flota capaz de operar con continuidad en alta mar.
Imágenes | Ministerio de Defensa Nacional (1, 2, 3, 4, 5) |
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La noticia
China acaba de poner a prueba el Fujian con tres aviones distintos. La catapulta electromagnética ya no es teoría, es práctica
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
.
La cubierta de un portaaviones siempre ha sido un escenario de tensión: cada despegue es una coreografía milimétrica que combina acero y ruido. Durante más de seis décadas, esa escena estuvo dominada por el vapor. Ahora, con el Fujian, ese guion también se escribe con electricidad. No hablamos de un experimento a puerta cerrada, sino de una demostración pública en cubierta con varios aviones diferentes, el tipo de prueba que deja constancia de que la catapulta electromagnética está operando en condiciones reales.La demostración no fue casual. Coincidió con los actos por el 80º aniversario de la victoria en la guerra contra Japón y la Segunda Guerra Mundial, donde el protagonismo también pasó por el mar. De acuerdo con el Ministerio de Defensa, el Fujian sirvió de plataforma para tres modelos distintos: los cazas J-15T y J-35 y el avión de alerta temprana KJ-600. Los tres realizaron despegues asistidos por catapulta y aterrizajes con cable de frenado, marcando un nuevo capítulo en su preparación.Qué se probó. Según Xinhua, la fase de entrenamiento sirvió para comprobar la interacción entre la catapulta electromagnética, el sistema de frenado y distintos tipos de aeronaves. La Marina explicó que los ejercicios confirmaron la “buena compatibilidad” de los equipos y que el Fujian dispone ya de capacidad de “plena cubierta inicial”. En la práctica significa que puede organizar operaciones de lanzamiento y recuperación de manera secuenciada, preparando el terreno para una integración más amplia de su ala embarcada.
De vapor a electromagnetismo: Durante mucho tiempo, las catapultas de vapor marcaron la rutina de despegue en los portaaviones. El sistema estadounidense EMALS introdujo un cambio de paradigma: en lugar de vapor a presión, emplea energía eléctrica acumulada y convertida en fuerza de lanzamiento. Ya está instalado en el USS Gerald R. Ford (CVN-78), primer portaaviones en incorporarlo. La Armada de EEUU asegura que ofrece mayor control de aceleración, menos desgaste en aviones y cubierta y capacidad para impulsar desde drones ligeros hasta cazas pesados. La transición reduce mantenimiento y abre el abanico operativo.Tres aviones, tres misione. El J-15T es la evolución de un veterano caza naval, adaptado para operar con catapultas. Su papel es asegurar la continuidad de la aviación embarcada mientras llegan modelos más avanzados. El J-35, en cambio, representa el salto hacia la quinta generación: un caza furtivo con mayor alcance y sensores modernos. Completa el trío el KJ-600, un avión de alerta temprana pensado para ampliar el radar del grupo de combate y coordinar operaciones a cientos de kilómetros.
Dónde está el Fujian hoy. El portaaviones comenzó sus pruebas de mar en mayo de 2024 y, desde entonces, ha seguido un calendario progresivo. Se han realizado ajustes de sistemas y comprobaciones de estabilidad, al tiempo que se ensayan operaciones en cubierta. Los últimos ejercicios muestran que el buque dispone de una capacidad inicial para operar con diferentes aeronaves, pero aún no ha alcanzado el nivel de plena operatividad que requiere un grupo aeronaval en misiones de largo alcance.
Solo dos con catapulta EM. Hasta la fecha, únicamente dos armadas han conseguido integrar catapultas electromagnéticas en portaaviones en servicio. Como señalamos más arriba, Estados Unidos opera catapultas electromagnéticas en la clase Gerald R. Ford y China ha demostrado su funcionamiento en el Fujian. Estas experiencias sitúan a ambas armadas en una categoría tecnológica elevada, mientras que el resto de países sigue empleando sistemas de vapor o carece de catapultas. Es un hito que refleja la escala de inversión y desarrollo industrial necesarios para llegar hasta aquí.
Qué cambia en cubierta. La catapulta electromagnética abre un abanico de posibilidades que antes eran más limitadas. Permite lanzar drones o aeronaves ligeras con la misma seguridad que un caza de gran tonelaje, y lo hace con menos vibración y estrés mecánico. Para la tripulación, el entorno de trabajo es más silencioso y menos caluroso. En la práctica, significa que los portaaviones que adoptan este sistema pueden sostener un mayor número de salidas diarias con menos mantenimiento entre operaciones.
De la prueba al servicio. Las maniobras realizadas este mismo mes no equivalen todavía a disponer de un portaaviones plenamente operativo. El Fujian sigue en fase temprana: necesita acumular muchas más horas de mar y certificar maniobras en condiciones diversas antes de poder sostener un ala embarcada en campaña. El Ministerio de Defensa habla de un hito, pero también reconoce que falta recorrido. La transición de la demostración a la capacidad real será gradual y dependerá de cómo respondan los sistemas en escenarios más exigentes.
En Xataka
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Imágenes | Ministerio de Defensa Nacional (1, 2, 3, 4, 5) |
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– La noticia
China acaba de poner a prueba el Fujian con tres aviones distintos. La catapulta electromagnética ya no es teoría, es práctica
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
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