Deportes
Por qué los equipos podrían abandonar el neumático blando de Pirelli en Bakú

Azerbaiyán puede llevar casi una década en el calendario de F1, pero este fin de semana probablemente traerá muchas incógnitas.
Una de ellas está provocada por la decisión de Pirelli de llevar compuestos un paso más blandos que el año pasado, algo que ya ha hecho en varias carreras esta temporada con el objetivo de alejar a los equipos de la estrategia por defecto de una sola parada.
Uno de los compuestos que llevará a Bakú es el C6, el neumático más blando de todos los que tiene Pirelli en F1, que generó opiniones divididas en su debut en Imola, y de nuevo en Mónaco y Montreal. La sensación general con el C6 ha sido que ofrece poco en cuanto a ganancia de tiempo por vuelta respecto al C5, que solía ser el más blando de la gama, pero se comporta de forma muy diferente.
Los pilotos señalaron dificultades para alcanzar su pico de rendimiento, o bien que ese pico pasaba demasiado rápido y caía en picado antes de acabar sus vueltas de ataque. Varios equipos informaron de que la superficie exterior comenzaba a moverse en exceso cuando la temperatura se disparaba, dando a los pilotos sensaciones extrañas que minaban la confianza.
El trazado urbano de Bakú tiene una configuración única que probablemente causará problemas para mantener los neumáticos en la “ventana” de funcionamiento correcta. Con 6 km, es más largo que muchos circuitos, y presenta un carácter dividido: la mayoría de sus 20 curvas se concentran en los primeros 3,8 km, seguidos de una recta de 2,2 km.
Se estima que los neumáticos pierden alrededor de 40ºC al final de la recta, ya que sufren menos esfuerzo a alta velocidad que en los sectores iniciales, repletos de curvas. Dado que la ventana de funcionamiento típica está entre 95ºC y 110ºC, esto significa que cuando los coches llegan a la curva 1, sus neumáticos estarán prácticamente a la misma temperatura que cuando salieron de las mantas térmicas en el pitlane.
Por este motivo ha habido discusiones entre los ingenieros sobre si el neumático “medio” C5 sería una mejor elección que el C6, del que se sabe bastante menos porque solo se ha usado tres veces esta temporada.

Foto de: Peter Fox / Getty Images
Esto ya se sabía antes del fin de semana. Pero otro factor ha entrado en juego antes del GP de Azerbaiyán: la previsión meteorológica.
Se espera que la temperatura ambiente del viernes ronde los 22ºC, nueve menos que en la jornada de entrenamientos de 2024. Se prevén lluvias para sábado y domingo.
Esto hará aún más delicadas las decisiones estratégicas a las que se enfrenten los equipos, teniendo en cuenta los problemas conocidos de pérdida de temperatura de los neumáticos al llegar a la curva 1. Esa curva es la zona de frenada más exigente del calendario mundial, con mayores cargas g incluso que la primera chicane de Monza.
Los bloqueos a alta velocidad son un riesgo constante en cada vuelta, y un solo plano podría comprometer un juego de neumáticos entero. Las temperaturas más bajas del aire y del asfalto aumentan aún más este riesgo.
Dada la pequeña diferencia de rendimiento entre el C5 y el C6 —Pirelli la estima en dos décimas de segundo—, es muy probable que los equipos opten por quedarse con un compuesto que conocen para las sesiones más críticas.
Las primeras pistas han llegado durante los entrenamientos libres: los equipos que han usado un juego extra de blandos en comparación con su plan habitual, puede que se estén guardando un juedo de medios C5 para la clasificación del sábado por la tarde. Incluso es posible que algunos intenten reservar hasta tres juegos.
Usar medios en clasificación no sería una estrategia sin precedentes. Durante el fin de semana de Imola, George Russell logró el tercer puesto en la parrilla usando C5 en lugar de C6, táctica que repitió en Canadá, donde se hizo con la pole.
Aunque se espera que Mercedes siga este camino de nuevo, otros —principalmente Aston Martin Racing— probablemente lo imiten. La situación quedará más clara si, como se anticipa, los equipos consumen más juegos de blandos de lo habitual: una señal inequívoca de que los neumáticos con flanco rojo no serán los únicos utilizados en la clasificación.