Los Miami Dolphins continúan cayendo en este inicio de temporada. Ahora frente a New England Patriots, con marcador de 27-33 consuman una segunda derrota que además de aumentar la presión en la interna de Miami también ha dejado en evidencia la falta de química entre Tyreek Hill y Tua Tagovailoa.
Un gesto de frustración del receptor tras un pase errado dejó al descubierto la falta de confianza entre ambas estrellas y abrió el debate sobre el futuro inmediato del equipo.
Tras un pase largo mal ejecutado, Tyreek Hill levantó los brazos y sacudió la cabeza antes de dirigirse al banco. Fue un gesto claro, cargado de molestia, que reflejó el malestar del receptor estrella con su mariscal de campo.
Tyreek Hill terminó el partido con seis recepciones, 109 yardas y un aporte sólido en estadísticas, pero su lenguaje corporal mostró algo más profundo: una relación deteriorada que viene de meses atrás.
No es la primera vez que el jugador deja ver su incomodidad. La temporada pasada ya había expresado públicamente su deseo de un posible cambio de equipo tras la eliminación frente a los Jets.
A primera vista, Tua Tagovailoa tuvo un partido aceptable: 315 yardas aéreas, dos touchdowns y una intercepción. Sin embargo, sus fallas llegaron en momentos decisivos. En el último cuarto, un par de castigos retrasaron la ofensiva y un pase profundo a Tyreek Hill se quedó corto, abriendo la puerta a una captura.
Poco después, una intercepción de Marte Mapu permitió a los Patriots ampliar su ventaja con un gol de campo.
Los errores no terminaron ahí, pues en la última serie ofensiva, más penalizaciones y dos capturas consecutivas acabaron con cualquier esperanza de remontada. La sensación fue clara: Miami no supo ejecutar bajo presión, y la conexión entre su quarterback y su receptor principal no funcionó.
La tensión entre Hill y Tagovailoa no es nueva. Tras la eliminación de la temporada pasada, el receptor llegó a decir que estaba considerando su futuro lejos de Miami. Más tarde se disculpó con Tua y el vestidor, pero las declaraciones dejaron cicatrices.
En la Semana 3 los Dolphins se enfrentarán a los Bills, un partido que podría terminar con el despido de Mike McDaniels en caso de acumular una tercera derrota consecutiva, por lo que la presión en Miami se encuentra en su punto máximo y esto se ve reflejado también en la relación entre las estrellas del equipo.
