En el Allegiant Stadium, Terence Crawford escribió una de las páginas más grandes de su carrera al derrotar por decisión unánime a Canelo Álvarez. Con esta victoria, el estadounidense dejó su récord en 42-0 y sorprendió al mundo del boxeo al imponerse a la mayor figura de la última era.
A sus 37 años, Crawford no solo pelea contra rivales en el ring, también contra el tiempo y los riesgos del deporte. Durante la previa del combate, ya había señalado que quiere retirarse en sus propios términos: “Siempre digo que me iba a retirar del boxeo, no iba a dejar que el boxeo me retirara”, comentó.
Voces autorizadas consideran que este es el momento perfecto para colgar los guantes. El comentarista de UFC, Jon Anik, afirmó que un récord perfecto de 42-0 sería un cierre dorado: “¿Qué más se puede hacer después de ganarle a Canelo?”, expresó tras la histórica victoria.
Sin embargo, el boxeo suele ofrecer razones para continuar. Una revancha con Álvarez parece complicada, aunque el atractivo económico podría hacerlo posible. Además, nombres como David Benavidez o Christian Mbili suenan como potenciales contrincantes si Crawford decide seguir en el ring.
Más allá de la decisión que tome, el legado de Terence Crawford ya está asegurado. Ha conquistado múltiples divisiones, vencido a cada rival que enfrentó y derribado a la mayor estrella de la última década. Ahora la pregunta es inevitable: ¿se retirará invicto en la cima o regalará una última función a los fanáticos?
