Salud y Bienestar

Los programas de prevención de obesidad infantil para padres son ineficaces, según estudio

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<p>&ZeroWidthSpace;<&sol;p>&NewLine;<p>EL NUEVO DIARIO&comma; LONDRES&period; – Los programas dirigidos a progenitores para prevenir la obesidad y sobrepeso infantil son insuficientes para abordar un problema de salud que afecta a unos 37 millones de menores de cinco años en todo el mundo&comma; según reveló este miércoles un estudio publicado en The Lancet&period;<&sol;p>&NewLine;<p>Así lo expone un meta-análisis de 31 ensayos clínicos de 10 países entre una población de casi 29&period;000 individuos&comma; el cual no halló evidencias de que ciertas estrategias preventivas aplicadas hasta los 12 meses de edad tengan impacto en el índice de masa corporal &lpar;IMC&rpar; al cumplir aproximadamente los dos años&period;<&sol;p>&NewLine;<p>Los autores de esta investigación&comma; liderada por la Universidad de Sydney &lpar;Australia&rpar;&comma; subrayan la necesidad de repensar los enfoques conductuales actuales y destacan la necesidad de llevar a cabo una acción de salud pública más amplia&comma; coordinada y con recursos&period;<&sol;p>&NewLine;<p>La obesidad y sobrepeso infantil&comma; recuerdan&comma; tienen repercusiones significativas en la salud a largo plazo&comma; por lo que la prevención temprana es clave para evitar que se manifiesten en las primeras etapas de desarrollo del menor&period;<&sol;p>&NewLine;<p>A este respecto&comma; la Organización Mundial de la Salud &lpar;OMS&rpar; recomienda a progenitores y cuidadores medidas preventivas desde el mismo embarazo&comma; y ofrece orientaciones sobre alimentación saludable&comma; sueño o actividad física en la primera infancia&period;<&sol;p>&NewLine;<p>En consecuencia&comma; muchos gobiernos&comma; dicen los autores&comma; centran sus esfuerzos preventivos en diseñar programas para progenitores y cuidadores&comma; que adquieren habilidades y conocimientos a través&comma; por ejemplo&comma; de «clases comunitarias&comma; visitas domiciliarias o intercambio de información por mensajes de texto&comma; correo electrónico o aplicaciones»&period;<&sol;p>&NewLine;<p>«La obesidad se debe&comma; en gran medida&comma; a factores ambientales y socioeconómicos que las personas no pueden modificar&period; Los progenitores desempeñan un papel fundamental&comma; pero nuestro estudio destaca que no se puede esperar que reduzcan los niveles de obesidad infantil por sí solos»&comma; señala en un comunicado la principal autora&comma; Kylie Hunter&comma; de la Universidad de Sydney&period;<&sol;p>&NewLine;<p>Sostiene que es necesario acometer «una acción más amplia y coordinada en toda la sociedad» para facilitar la toma de decisiones respecto a «opciones saludables&comma; independientemente de dónde vivan»&comma; en referencia a las dificultades en países más pobres&period;<&sol;p>&NewLine;<p>«Además del apoyo a los progenitores&comma; necesitamos políticas coordinadas que mejoren la asequibilidad de los alimentos saludables&comma; aumenten el acceso a espacios verdes y regulen la publicidad de alimentos poco saludables para combatir la obesidad infantil»&comma; apunta Hunter&period;<&sol;p>&NewLine;<p>La ineficacia de los programas dirigidos a progenitores podría relacionarse&comma; entre otras razones&comma; por el hecho de que el primer año de vida de un niño les puede resultar «abrumador y estresante» y limita su capacidad «para participar plenamente en cambios de comportamiento»&comma; indica la coautora Anna Lene Seidler&comma; de la Universidad de Rostock &lpar;Alemania&rpar;&period;<&sol;p>&NewLine;<p>Asimismo -prosigue-&comma; las familias más afectadas por la obesidad infantil&comma; que a menudo pertenecen a las clases socioeconómicas más bajas&comma; también son las que tienen menos probabilidades de acceder a los programas de atención temprana&period;<&sol;p>&NewLine;<p>«Simplemente&comma; carecen de los recursos o el tiempo para asistir y adherirse a estos programas&comma; especialmente en la actual crisis del coste de la vida&period; Los cambios a nivel de políticas destinados a crear entornos más saludables para todos los niños tienen más probabilidades de llegar a estas familias»&comma; plantea Seidler&period;<&sol;p>&NewLine;<p>Agrega que&comma; en entornos sociales más amplios&comma; como guarderías y escuelas&comma; «las estrategias encaminadas a crear hábitos saludables para los niños directamente en estos contextos pueden ser más efectivas»&period;<&sol;p>&NewLine;<div class&equals;"jp-relatedposts">&NewLine;<h3 class&equals;"jp-relatedposts-headline"><em>Relacionado<&sol;em><&sol;h3>&NewLine;<&sol;div>&NewLine;<footer class&equals;"entry-footer border pt-3 pb-2 px-3 mb-4">&NewLine;&Tab;&Tab;&Tab;&Tab;&Tab;&Tab;&Tab;Sección <a href&equals;"https&colon;&sol;&sol;elnuevodiario&period;com&period;do&sol;portada&sol;" rel&equals;"category tag">Portada<&sol;a>&comma; <a href&equals;"https&colon;&sol;&sol;elnuevodiario&period;com&period;do&sol;salud&sol;" rel&equals;"category tag">Salud<&sol;a>Tagged <a href&equals;"https&colon;&sol;&sol;elnuevodiario&period;com&period;do&sol;tag&sol;alemania&sol;" rel&equals;"tag">Alemania<&sol;a>&comma; <a href&equals;"https&colon;&sol;&sol;elnuevodiario&period;com&period;do&sol;tag&sol;australia&sol;" rel&equals;"tag">australia<&sol;a>&comma; 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