La Selección Mexicana vive una etapa de esta estabilidad bajo el mando de Javier Aguirre, quien regresó en 2024 por tercera ocasión al banquillo nacional, nuevamente como “bombero”, tras una crisis deportiva. Desde su regreso el 7 de septiembre del año pasado, el equipo ha disputado 16 partidos con un balance sólido de 11 victorias, 3 empates y solo dos derrotas.
Pero lo realmente llamativo no son solo sus resultados postivos, sino la coincidencia exacta con sus dos procesos anteriores al frente del Tri. En sus primeros 16 encuentros tanto en 2001 como en 2009, Aguirre firmó el mismo balance de 11-3-2. La historia parece repetirse cada vez que el “Vasco” toma las riendas de México
En su primera etapa (2001-2022), Aguirre llegó a la mitad del proceso eliminatorio rumbo al Mundial de Corea-Japón, el equipo estaba al borde del fracaso y logró encaminarlo a la clasificación con una marca inicial de 11 triunfos, tres empates y dos derrotas en sus primeros 16 partidos. Este proceso terminócon 27 juegos totales y una efectividad del 66%
En su segunda etapa de 2009 a 2010 el escenario fue similar, México tambaleaba en su camino a Sudáfrica, Aguirre tomó el control, logró revertir el panorama y nuevamente registró 11-3-2 en sus primeros 16 partidos, cerrando su ciclo con 37 partidos: 20 victorias y un 58% de rendimiento.
No es casualidad que Aguirre haya sido elegido en tres momentos críticos para la Selección Mexicana, su perfil disciplinado, su conocimiento del entorno y su historial exitoso lo convierte en un serio candidato para las emergencias. Hoy, en 2025, sus números se vuelven a repetir al pie de la letra con sus procesos anteriores.
Aunque no ha logrado trascender en instancias de eliminación en los mundiales, ahora tendrá su revancha en el Mundial de 2026, donde serán anfitriones con Estados Unidos y canadá.
