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Ciencia y Tecnología

Porsche tiene claro que el futuro de los coches eléctricos depende de una cosa: cargarlos como el cepillo de dientes

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Porsche tiene claro que el futuro de los coches eléctricos depende de una cosa: cargarlos como el cepillo de dientes

Si algo vamos a ver en el IAA de Múnich, son coches SUV. Es lógico si tenemos en cuenta la importancia de este tipo de vehículos en el mercado, pero la novedad llega por la motorización. El gran salón del automóvil europeo se ha convertido en la pasarela de los eléctricos del futuro y marcas como Volkswagen, Mercedes o Leapmotor son un ejemplo. Pero hay una que no sólo quiere presentar un coche eléctrico más: quiere redefinir la manera de cargar el coche gracias a la carga inductiva.

A partir de mañana y hasta el 14 de septiembre, Porsche volverá a mostrar su nuevo Porsche Cayenne Electric y, curiosamente, en el comunicado de prensa de la compañía sólo se han detallado dos características: su pintura ‘electrofluorescente’ y algo que han bautizado como ‘Porsche Wireless Charge’.

Como su nombre indica, se trata de una plataforma de carga inalámbrica, como un MagSafe, pero para el coche. Con todo lo bueno y malo que eso conlleva.

Porsche Wireless Charge

Antes de nada, cargar el coche de forma inalámbrica no es algo nuevo. BMW presentó su sistema hace unos años para el BMW 530e, en 2011 ya comentamos que la compañía alemana estaba desarrollando esa tecnología junto a Siemens y hasta marcas de terceros empezaron a producir sus soluciones.

Básicamente, se trata de plataformas que colocamos en el suelo y sobre las que aparcamos el coche. Dependiendo de dónde esté colocada la bobina inductiva que permite transferir la energía del cargador a la batería del coche, lo único que debemos hacer es alinear dicha bobina con el cargador y listo, el coche empezará a cargar. Para orientarnos, la pantalla de infoentretenimiento nos dará información sobre la ubicación de la plataforma.

Lo que sí es nuevo es la potencia. Si BMW usaba un sistema con una potencia de carga de hasta 3,2 kW, Porsche saca pecho afirmando que serán los primeros en comercializar un sistema de carga de 11 kW. “La carga inductiva se aplica a teléfonos inteligentes o cepillos de dientes eléctricos”, comenta la compañía. Y el funcionamiento de su sistema es, literalmente, igual que el que tenemos en los móviles que usamos a diario, pero a lo grande.

La placa del suelo no necesita estar conectada a una caja en la pared o a una unidad de control y cuenta con una bobina transmisora que transfiere mediante un campo magnético la energía a la bobina receptora del coche. Lo hace mediante el aire y es la bobina del vehículo la que convierte esta energía en corriente continua que ya puede ser almacenada en las baterías. Esta bobina está entre las ruedas delanteras y afirman que está protegida contra las piedras y los efectos atmosféricos.

Carga inalámbrica coche

En la pantalla vemos la plataforma de carga y tenemos ayudas para alinear las bobinas

Tiene unas dimensiones considerables con 1,17 metros de longitud, 78 centímetros de ancho y seis centímetros de alto y la marca afirma que puede conectarse tanto en garaje -obvio- como en una plaza al aire libre. Pesa 50 kilos y el Cayenne Electric será el primer modelo “disponible opcionalmente con la preinstalación Porsche Wireless Charge y la placa Porsche Wireless”.

Un detalle interesante es que la placa cuenta con un detector de movimiento e interrumpe la carga automáticamente si un ser vivo se interpone entre el vehículo y la placa.

Cargar un coche como cargas un móvil tiene sus inconvenientes

Hay una cuestión importante que debe estar sobre la mesa. Si tienes un móvil con carga inalámbrica, habrás comprobado que se calienta mucho más cuando se carga, así que cuando lo cargamos con el cable, y eso que la carga inalámbrica suele ser menos potente. Esto es debido a que, si con el cable se llega a cotas altísimas de eficiencia de transmisión de energía, con la carga inalámbrica no ocurre lo mismo.

Carga inalámbrica coche

En el proceso se produce una pérdida de energía en forma de calor, y esto es lo que impide que la potencia sea tan elevada, es lo que calienta el teléfono y, además, necesita más energía para funcionar. Para minimizar esa pérdida de energía, cuando el Cayenne está cargando sobre la base, automáticamente baja su perfil para estar lo más cerca posible de la base, y Porsche afirma que la eficiencia de la transferencia lleva hasta el 90%, por lo que sólo un 10% se pierde en forma de calor. Ese calor, por cierto, no debería impactar directamente en la batería, ya que la bobina de carga no está tan pegada a las baterías como en un móvil.

Aunque este “pero” esté sobre la mesa, es evidente la ganancia en comodidad que suponen los sistemas de carga inalámbrica. En casa ya lo vemos con los móviles o los cepillos de dientes, pero en un coche puede ser clave al facilitar la instalación del punto de carga en casa. Y no sólo en casa: imagina una gran flota profesional de vehículos eléctricos que se cargan en su plaza sin necesidad de instalar un punto de carga para cada uno o para cada dos coches. Incluso puntos de carga inalámbricos en la vía pública.

La expansión de la red de carga es crucial para la adopción de coches eléctricos. Lo hemos visto recientemente en Países Bajos, donde se ha visto un aumento significativo de los puntos de carga, siendo junto a Noruega –paraíso de los eléctricos– uno de los países europeos con la mejor infraestructura de cargadores. “La facilidad de uso, la utilidad para el día a día y la infraestructura de carga siguen siendo factores decisivos para la aceptación de la movilidad eléctrica”, afirman desde Porsche, y plataformas de carga inalámbrica pueden suponer un punto diferenciador en ese cambio de movilidad.

De momento, 11 kW es una potencia máxima ridícula si la comparamos con los 400 kW de CC al que puede cargar el Cayenne por cable, pero lo bueno de que marcas como BMW en su día y Porsche ahora vayan implementando este tipo de sistemas es que, poco a poco, la potencia subirá y llegará a coches de gamas inferiores. De hecho, que esta tecnología debute en el Cayenne es una declaración de intenciones: es el coche más popular de la marca (en cuanto a ventas).

A fin de cuentas, es algo que ya vimos con los móviles. Y muchos coches ya son más un smartphone con ruedas que un coche.

En Xataka | BYD quiere desafiar a los híbridos europeos con el Seal 6 DM-i: promete 105 km eléctricos y hasta 1.505 km de autonomía total


La noticia

Porsche tiene claro que el futuro de los coches eléctricos depende de una cosa: cargarlos como el cepillo de dientes

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Alejandro Alcolea

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​Si algo vamos a ver en el IAA de Múnich, son coches SUV. Es lógico si tenemos en cuenta la importancia de este tipo de vehículos en el mercado, pero la novedad llega por la motorización. El gran salón del automóvil europeo se ha convertido en la pasarela de los eléctricos del futuro y marcas como Volkswagen, Mercedes o Leapmotor son un ejemplo. Pero hay una que no sólo quiere presentar un coche eléctrico más: quiere redefinir la manera de cargar el coche gracias a la carga inductiva.A partir de mañana y hasta el 14 de septiembre, Porsche volverá a mostrar su nuevo Porsche Cayenne Electric y, curiosamente, en el comunicado de prensa de la compañía sólo se han detallado dos características: su pintura ‘electrofluorescente’ y algo que han bautizado como ‘Porsche Wireless Charge’.Como su nombre indica, se trata de una plataforma de carga inalámbrica, como un MagSafe, pero para el coche. Con todo lo bueno y malo que eso conlleva.Porsche Wireless ChargeAntes de nada, cargar el coche de forma inalámbrica no es algo nuevo. BMW presentó su sistema hace unos años para el BMW 530e, en 2011 ya comentamos que la compañía alemana estaba desarrollando esa tecnología junto a Siemens y hasta marcas de terceros empezaron a producir sus soluciones.

Básicamente, se trata de plataformas que colocamos en el suelo y sobre las que aparcamos el coche. Dependiendo de dónde esté colocada la bobina inductiva que permite transferir la energía del cargador a la batería del coche, lo único que debemos hacer es alinear dicha bobina con el cargador y listo, el coche empezará a cargar. Para orientarnos, la pantalla de infoentretenimiento nos dará información sobre la ubicación de la plataforma.Lo que sí es nuevo es la potencia. Si BMW usaba un sistema con una potencia de carga de hasta 3,2 kW, Porsche saca pecho afirmando que serán los primeros en comercializar un sistema de carga de 11 kW. “La carga inductiva se aplica a teléfonos inteligentes o cepillos de dientes eléctricos”, comenta la compañía. Y el funcionamiento de su sistema es, literalmente, igual que el que tenemos en los móviles que usamos a diario, pero a lo grande.

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La placa del suelo no necesita estar conectada a una caja en la pared o a una unidad de control y cuenta con una bobina transmisora que transfiere mediante un campo magnético la energía a la bobina receptora del coche. Lo hace mediante el aire y es la bobina del vehículo la que convierte esta energía en corriente continua que ya puede ser almacenada en las baterías. Esta bobina está entre las ruedas delanteras y afirman que está protegida contra las piedras y los efectos atmosféricos.

En la pantalla vemos la plataforma de carga y tenemos ayudas para alinear las bobinas

Tiene unas dimensiones considerables con 1,17 metros de longitud, 78 centímetros de ancho y seis centímetros de alto y la marca afirma que puede conectarse tanto en garaje -obvio- como en una plaza al aire libre. Pesa 50 kilos y el Cayenne Electric será el primer modelo “disponible opcionalmente con la preinstalación Porsche Wireless Charge y la placa Porsche Wireless”.Un detalle interesante es que la placa cuenta con un detector de movimiento e interrumpe la carga automáticamente si un ser vivo se interpone entre el vehículo y la placa.Cargar un coche como cargas un móvil tiene sus inconvenientesHay una cuestión importante que debe estar sobre la mesa. Si tienes un móvil con carga inalámbrica, habrás comprobado que se calienta mucho más cuando se carga, así que cuando lo cargamos con el cable, y eso que la carga inalámbrica suele ser menos potente. Esto es debido a que, si con el cable se llega a cotas altísimas de eficiencia de transmisión de energía, con la carga inalámbrica no ocurre lo mismo.

En el proceso se produce una pérdida de energía en forma de calor, y esto es lo que impide que la potencia sea tan elevada, es lo que calienta el teléfono y, además, necesita más energía para funcionar. Para minimizar esa pérdida de energía, cuando el Cayenne está cargando sobre la base, automáticamente baja su perfil para estar lo más cerca posible de la base, y Porsche afirma que la eficiencia de la transferencia lleva hasta el 90%, por lo que sólo un 10% se pierde en forma de calor. Ese calor, por cierto, no debería impactar directamente en la batería, ya que la bobina de carga no está tan pegada a las baterías como en un móvil.Aunque este “pero” esté sobre la mesa, es evidente la ganancia en comodidad que suponen los sistemas de carga inalámbrica. En casa ya lo vemos con los móviles o los cepillos de dientes, pero en un coche puede ser clave al facilitar la instalación del punto de carga en casa. Y no sólo en casa: imagina una gran flota profesional de vehículos eléctricos que se cargan en su plaza sin necesidad de instalar un punto de carga para cada uno o para cada dos coches. Incluso puntos de carga inalámbricos en la vía pública.

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Alejandro Alcolea

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